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La boda de Raquel y Javier en la capital de España – A todo Confetti

5 julio, 2021

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‘Nunca nunca hubiésemos pensado charlar de este “pre”, mas nos tocó. Nuestra data era el trece de junio de dos mil veinte. En un comienzo, cuando empezó todo, confiábamos en poder llegar a esta data (quedaban todavía tres meses!!) mas conforme se aproximaba el día nos dimos cuenta que, incluso pudiendo festejarse en petit comité, asimismo deseábamos compartir ese día con nuestros amigos y la realidad es que la situación no estaba para celebraciones. Tras hacer una segunda tentativa el veinte de noviembre de dos mil veinte, decidimos regresar a retrasarla a febrero. A la tercera debía ser la vencida’. Así es como empezaba a contarlos Raquel todos los detalles de su auténtica boda heartmade en tiempos de covid. Un momento complicado pero que gracias a su amor e ilusión pudieron llevarlo mucho mejor. ‘Es cierto que en todo este tiempo tuvimos muchos altibajos emocionales, pero ni siquiera eso lo cambiaría por nada del mundo.  Sin duda, estoy convencida que todos esos momentos no hicieron otra cosa que fortalecer aún más la familia que íbamos a formar. Finalmente, nos casamos el 20 de febrero de 2021, a las 13:00h en la Iglesia de San Jerónimo el Real (Madrid), Iglesia en la que más de 50 años antes, se casaron los abuelos de Javi.’

Nos casó el mismo Jesuita que nos hizo la comunión a los dos. Era algo que tuvimos claro desde el minuto uno. Fue una ceremonia bastante divertida, entre otras cosas, me entró un ataque de risa “de los míos” que me impidió leer los votos a la primera. Lo intentaba una y otra vez y no había manera, no podía leer!!!. De la música de la ceremonia se encargó el grupo Quinteto Recuerdo, un equipo super profesional y a la vez super cercano. No olvidaré nunca la entrada con la canción de la BSO de la película “Náufrago”, fue imposible no emocionarse.

Tras la misa, nos fuimos a Puerta de Hierro. Salió todo muy bien y eso es únicamente por el equipazo que tienen. Fue todo super fácil. Ayudó que hiciese un día espectacular, ya que nos permitió abrir al completo la carpa donde tuvo lugar la celebración. Durante este día, y desde hacía muchos meses antes, nos acompañó el equipo de fotografía Click10 y digo “acompañar” porque literal, ese día hacen más que fotografiar. Siempre recordaré momentos entrañables y divertidos con ellos, qué maravilla haber seguido el consejo de contar con ellos.

Para mi vestido de novia conté con INuñez, una super profesional. Nos inspiramos en uno de sus diseños de la colección para invitadas. Me hubiera casado exactamente con el mismo trajecito cambiándole solo el color, pero aquí es donde surge la creatividad de Isabel. Y mira que era difícil, pues consistía en trabajar sobre uno de sus diseños ya creados, algo seguro más complejo que empezar desde cero. Realizó un trabajo impresionante sobre el vestido interior bordando sobre el tul un dibujo abstracto que se extendía desde el escote hasta debajo de la cadera, creando de esta forma un diseño art decó con el que me sentía “muy yo”. Tenía claras 4 cosas: mucha tela, poco vuelo, cola más bien cortita y velo. Isabel no pudo encajar todo mejor.

“Flores preservadas y tonos oscuros” es lo único que le dije a Lucía de El Taller de Lucía. Y lo clavó. El ramo era de eucalipto de diferentes tonos con pampa y alguna ramita de espiga. A la empuñadura del ramo le añadí la medalla de la virgen que me regaló mi cuñada Cande y no podía hacerme más ilusión. Los zapatos, de Aquazzura, fue regalo de mi mejor amiga Ceci y los pendientes de M de Paulet me los regaló mi madre días antes de la boda. Quería que fueran unos pendientes discretos para poder ponérmelos mil veces. En general esta era un poco la línea que intentaba seguir con prendas y accesorios lo más versátiles posible para volverlas a usar.

Mi suerte fue poder contar con Pimi de Tete a Tete Hairstyle para el peinado y Ángela Blanco para el maquillaje. Tenía claro que buscaba algo natural y el resultado de ambas cosas fue impecable. El día de mi boda estuve tranquila, algo que ni tan siquiera soy. Creo que mucho se lo debo a ellas. De la música se hizo cargo Gold Moon Events. Para la entrada al banquete elegimos Yeah 3X de Chris Brown, una canción de hace diez años, en el momento en que nos conocimos, y para el baile nupcial Take This Waltz de Leonard Cohen.

Un día espléndido que podemos compartir en primicia el día de hoy en el weblog para gozar despacio y valorar las cosas esenciales de la vida.