El embarazo es una etapa de muchos cambios anatómicos y estos también se manifiestan en la piel.
Es común que aprecies cambios en la pigmentación de tu piel (hiperpigmentación) en determinadas zonas del cuerpo. Además, manchas faciales o cloasma, que les ocurre a entre un 15% y un cincuenta% de las embarazadas, dependiendo del país y de su grado de exposición al sol.
La verdad es que las manchas pueden presentarse en cualquier trimestre del embarazo de forma gradual. Por esta razón, en el artículo deseo explicarte por qué aparecen y de qué forma cuidar la piel durante este periodo tan esencial de la vida.
¿Qué encontrarás en esta guía?
Qué género de manchas pueden aparecer en el embarazo
Los cambios en la pigmentación de la piel que ocurren a lo largo del embarazo son múltiples.
Son muy habituales:
- El enrojecimiento de las manos y las plantas de los pies.
- También, puedes estimar el oscurecimiento de la piel en las areolas mamarias, bajo los brazos y entre los muslos.
- Suele aparecer la línea alba o una línea central en el abdomen.
- Las pecas y lunares pueden verse más oscuros.
- Es posible que aparezca melasma o cloasma en la piel facial, también conocida como “máscara del embarazo“, en la medida en que se muestra como manchas atezados o oscurecimiento en determinadas zonas de la cara.
La hiperpigmentación de la piel a lo largo del embarazo se debe a un aumento en la producción de melanina un pigmento natural que da color a la piel y la protege de la radiación ultravioleta, y que es estimulada por los cambios hormonales.
Además, la producción extra de melanina puede ser acentuada por una predisposición genética en ciertas personas, o el grado de exposición al sol.
Cloasma y melasma: qué son y qué aspecto tienen
El cambio en la coloración de la piel que más habitúa a preocupar a las embarazadas es la aparición de manchas atezados, oscuras o grisáceas en zonas específicas del rostro, el conocido cloasma (o melasma).
El cloasma es una hiperpigmentación de la piel que no tiene ninguna consecuencia para la salud. Sin embargo, preocupa a nivel estético por ser más observable y, por tal razón, precisa de una mayor atención.
Dependiendo de dónde aparezcan las manchas, se conocen múltiples géneros de cloasma:
- Cloasma centrofacial: es el más usual y se da entre el cincuenta y el ochenta% de los casos. Afecta la frente, la nariz y el labio superior, excluyendo el atravieso nasolabial, las mejillas y el mentón.
- Cloasma malar: se limita a las mejillas malares de la cara.
- Cloasma mandibular: está presente en la línea de la mandíbula y el mentón. Se considera que esto último ocurre en personas mayores y puede estar más relacionado con el fotodaño severo.
- Cloasma extra-facial: puede acontecer en partes del cuerpo que no son faciales, como el cuello, el esternón, los antebrazos y las extremidades superiores.
El melasma también se ha clasificado de forma tradicional en epidérmico (capa superficial), dérmico (capa profunda) o mixto, dependiendo de la capa de la piel donde aparezca la deposición de melanina.
Sin embargo, en la actualidad, se sabe que es una consecuencia de la compleja interacción entre células de diferentes capas, incluyendo melanocitos y queranocitos epidérmico, fibrobrastos dérmicos y células endoteliales. Conocer esto ha ayudado enormemente en su tratamiento, con productos que resuelven la hiperpigmentación en múltiples niveles y asimismo inhiben los procesos celulares desregulados.
Qué causa el melasma y qué lo empeora
Aunque se siguen estudiando las causas del cloasma y los cambios que ocurren a nivel celular, se sabe que hay algunos factores que contribuyen a su desarrollo y que llevan a la excesiva producción y deposición de melanina a lo largo del embarazo.
El principal desencadenante son los cambios hormonales en embarazadas. El incremento en progesterona y estrógeno se ha relacionado con una mayor síntesis de melanina por la una parte de los melanocitos.
Además, hay otros factores que pueden contribuir a su aparición o empeoramiento:
El cincuenta% de las personas con cloasma tienen antecedentes en la familia, lo que apunta que hay una predisposición genética en ciertas mujeres.
La exposición al sol puede estimular la producción de melanina y acentuar o predisponer al melasma, sobre todo en los meses de verano y en las zonas de la piel expuestas.
Es más probable que el melasma aparezca en mujeres con la piel oscura que viven en zonas con alta exposición al sol, que en mujeres con la piel clara.
Las mujeres que presentan mayor daño en la piel ocasionado por la radiación solar o fotoenvejecimiento, son también más propensas a desarrollar melasma.
El daño o reacción de la piel a ciertos fármacos fotosensibles, productos cosméticos y perfumes o productos de depilación, pueden contribuir al melasma.
Cómo prevenir las manchas del embarazo
Aunque los factores causantes del cloasma son en gran medida genéticos y hormonales, y no podemos hacer nada en este respecto, hay ciertas pautas que puedes proseguir para evitar su empeoramiento:
- Mantén la piel protegida de la radiación solar para evitar que las manchas sean más conocidas. Prosigue en la sombra, bajo un techo o sombrilla. Usa un sombrero extenso que proteja la cara, lentes de sol y ropa que cubra la piel, por ejemplo, camiseta de manga larga y pantalón largo.
Aplica protector solar de extenso espectro (que proteja contra los rayos ultravioletas A, B y asimismo infrarrojos) con SPF30 o SPF50 todos los días. Te recomiendo que lo hagas incluso si no vas a salir de casa, puesto que la radiación solar puede penetrar a través de las ventanas. La protección solar hipoalérgica, física o mineral, es mejor para embarazadas, y aparte de esto es más segura al no absorberse a través de la piel como apuntan múltiples estudios. Recuerda renovar la aplicación frecuentemente.- Evita exponerte al sol durante las horas de más calor, entre las diez am y 2 pm. Y, meridianamente, no emplees salones de bronceado.
- Evita productos cosméticos que puedan causar sensibilidad o inflamación en la piel y evita hacerte la cera en zonas sensibles y asimismo hiperpigmentadas.
Cómo tratar el cloasma
Durante el embarazo, las opciones de tratamiento para las manchas o melasma se limitan, primordialmente, a:
Aplicar protección solar todos los días.
Evitar rutinas cosméticas que puedan sensibilizar la piel.
Te recomiendo que emplees productos hipoalergénicos, sin perfumes, y hacer rutinas faciales simples con escasos productos.
Importante
Debemos recordar que, en mujeres embarazadas, se desaconseja la utilización de la medicación tópica despigmentante empleada habitualmente para tratar el melasma, con retinoides (retinol o tretinoína) y asimismo hidroquinona, puesto que no hay estudios suficientes que muestren que son seguros.
Só se podrían aplicar productos derivados de plantas, como la vitamina C (ácido ascórbico), el ácido kójico o el ácido azelaico, los que inhiben la producción de melanina al inactivar la enzima tirosinasa y favorecen el aclarado de la piel.
¡Ojo!
Ten presente que estos productos pueden irritar la piel y es conveniente proseguir las indicaciones de un especialista.
Las manchas habitúan a desaparecer o aclararse tras el parto, con lo que no haría falta un tratamiento específico. Sin embargo, si persisten, el abanico de opciones es más rebosante tras el embarazo, empezando por tratamientos tópicos con despigmentantes potentes.
Otras opciones son exfoliaciones químicas, tratamiento con láser o crioterapia. Estos deben aplicarse siempre y en todo momento y en toda circunstancia bajo supervisión de un buen especialista para evitar efectos desfavorables y asimismo impredecibles.
¿Exactamente en qué instante desaparecen las manchas?
La buena nueva es que, en la mayoría de los casos, las manchas desparecen de forma gradual y espontánea durante los primeros meses tras el parto, y no debemos tomar ninguna acción.
Hay que tomar en consideración que puede llevar incluso un año hasta el instante en que la piel retorna a su pigmentación normal y tenemos que ser pacientes. Estima que es el tiempo que tardan las hormonas en estabilizase y regresar a sus niveles normales.
En ocasiones, las manchas se aclaran, pero no desaparecen absolutamente. En un caso de esta forma puedes decantarse por determinados tratamientos descritos anteriormente, tras consultar con un especialista.
Conclusiones
Es compresible que la aparición de manchas en la cara a lo largo del embarazo te preocupe. Sin embargo, ten presente que estos cambios en la pigmentación de la piel son normales y comunes, sin efectos desfavorables para la salud, y habitúan a desaparecer de forma espontánea tras el parto.
Aunque no puedes inspeccionar los factores hormonales y genéticos que provocan la aparición de manchas, sí puedes evitar su empeoramiento simplemente resguardándote del sol, pero tienes que ser bastante muy frecuente en este sentido.
No te desanimes si las manchas persisten, puesto que cada vez hay más opciones para quitarlas.
Sobre la autora: Este artículo ha sido redactado por Maite Herrera, doctora en Biología Molecular que en nuestros días trabaja en investigación sobre el cáncer. Debido a su alergia a cosméticos y cremas solares, creó el blog Guía de la Piel, donde habla en detalle sobre los ingredientes empleados en cosméticos, cuáles aportan un beneficio real y son seguros para la salud y el medioambiente.
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Actualizado en el primer mes del verano 2021