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de qué manera instruir a nuestros hijos a fin de que sean emotivamente sanos

22 julio, 2021

No, instruir no es fácil. Mas esto no es disculpa para reducir el proceso a la autoridad. Con esto deseo decir justamente lo que parece: que no hay que instruir a los pequeños que las cosas son “porque son”, o bien “porque lo digo , que soy tu madre”. En un corto plazo, tal vez surta efecto; por temor a la represalia, el pequeño puede actuar como procuramos.

Pero con el tiempo es un inconveniente, puesto que quien el día de hoy es un pequeño, mañana va a ser un adulto al que no vamos a haber enseñado que los humanos debemos actuar de una determinada forma sencillamente por nuestro bien, y el de las personas que tenemos a nuestro alrededor, sino más bien por el hecho de que hay un “poder” establecido. Esto hace más simple que puedan caer en relaciones peligrosas, en las que sean dominados por otras personas con una malsana necesidad de abusar. O bien algo todavía peor: que lo sean.

¿Existe alguna forma de eludir esto? De esta forma es. Desde el momento en que nuestros hijos son pequeños debemos instruirlos con solidez, mas asimismo con afabilidad, respeto, colaboración, y sobre todo un gran cariño. Solo así vamos a estar contribuyendo a que se transformen en personas seguras, y con habilidades sociales tan precisas como la empatía. Y la manera de lograrlo es aplicando la llamada disciplina positiva.

(c) Cánido Stock Photo / master1305

¿Qué es la disciplina positiva?

La disciplina positiva es un método de enseñanza basado en la construcción de relaciones sanas con los hijos, de manera que estos puedan desarrollar su autonomía y una autoestima fuerte. De este modo, el mañana van a ser adultos resueltos en su cada día, y fuertes emotivamente hablando. En la capacitación en disciplina positiva del IEPP se explica de forma clara y precisa cuáles son los pilares en los que se fundamenta esta forma de instruir a los hijos.

Las inseguridades que acostumbran a tener las personas a una cierta edad se han generado desde la niñez, por poner un ejemplo por el hecho de que han aprendido a reaccionar sencillamente frente al miedo. De ahí la relevancia de instruir desde la disciplina positiva, que no ha de ser confundida con que los actos de los pequeños no tengan consecuencias.

Nada más lejos de la realidad. Por el hecho de que exactamente, este procedimiento pretende no solo que los pequeños comprendan que deben actuar de una manera determinada o bien los resultados de sus comportamientos van a ser perjudiciales, sino más bien asimismo que sepan por qué razón es así. Algo que una enseñanza déspota no acostumbra a trasmitir, y en el mejor caso, no lo va a hacer del modo más conveniente.

¿Exactamente en qué se fundamenta la disciplina positiva?

Quizás pueda semejarte que no es labor simple instruir desde determinado punto de vista tan empático. Mas la verdad es que merece la pena el esfuerzo de proseguirse los principios de la disciplina positiva, que veremos a continuación:

1.- Hay que ser firme, mas comprensivo

Esta forma de enseñanza lleva en su nombre las 2 palabras que mejor la definen: disciplina y positiva. Por el hecho de que de hecho, se trata de instruir a nuestros hijos a confiar en sí mismos, lo que requiere superación y perseverancia.

Ahora bien, esto no se logra a base de castigos. Estos marchan bien, sí, mas solo en un corto plazo. Con el tiempo, lo único que logran es que los pequeños se transformen en adultos inseguros, por el hecho de que se les ha corregido solo partiendo desde la degradación, mas sin ver la forma de solucionar el inconveniente. Y este último, habría de ser siempre y en todo momento el auténtico objetivo en el momento de instruir.

2.- Los pequeños precisan sentirse aceptados

Si chillamos o bien castigamos a nuestros hijos, hacemos que se sientan menos valorados. Lo que acarrea que pierdan el sentido de pertenencia a su familia, repercutiendo muy de manera negativa en su autoestima.

Probablemente muchos de vosotros creáis que no es nada simple supervisar a un pequeño si no se le impone un castigo. Mas no se trata de controlar, que sería como ganar una batalla, sino más bien de ganar una guerra. O sea, eludiendo los castigos y teniendo la paciencia de advertir el inconveniente y buscar una solución, se está contribuyendo enormemente a la salud sensible del pequeño.

3.- Es preciso instruir desde el respeto

Al castigar a nuestros hijos, lo único que estos captan es que si actúan de una forma, va a tener una consecuencia. Mas no el motivo. Y esto es abrir las puertas a que de mayores sean personas de manera fácil manipulables, si no manipuladoras.

De ahí la relevancia de instruir a nuestros hijos aplicando el respeto y la empatía, puesto que de esta forma les estamos inculcando estos valores.

4.- La confianza en sí es de vital relevancia para un niño

Si chillamos o bien conminamos a nuestros hijos, posiblemente mismos apreciemos que de alguna manera estamos cortando su libertad. De hecho es de esta forma, por el hecho de que por miedo a las consecuencias, van a dejar de actuar como verdaderamente desean.

¿No es considerablemente más inteligente por nuestra parte dejar que se expresen tal y como son? La contestación claramente es un enorme sí, por el hecho de que de esta forma logramos un doble efecto: por una parte, que desarrollen la autoconfianza; y por el otro, al actuar de manera libre, van a tener una plena confianza en cometer fallos que vamos a ser capaces de detectar, y por tanto, asistirles a corregir.

Si alguien prosigue pensando que instruir es sencillísimo, creo que está en un fallo. Realmente es un reto, mas la recompensa de ver a nuestros hijos convertidos en adultos fuertes a nivel emocional y que confían en sí, es sencillamente fantástica.