El cambio cultural es grande y de ahí que que día a día se habla más sobre los derechos individuales. Para lograr que los pequeños respeten las diferencias es esenciales hacerles conocer un planeta diverso en donde cada humano es único. Un ser individual que merece el reconocimiento y la aceptación.
El respeto a las diferencias engloba múltiples niveles. Incluye las diferencias de género y los diferentes géneros de familia que el día de hoy conviven en un cosmos que ya no es admitido como tal. Un multiverso en el que circulan múltiples miradas, múltiples sentidos. Es en este contexto de desarrollo que los pequeños aprenden a respetar las diferencias. Más que jamás, se trata de conseguir una democracia socioafectiva para vivir en armonía. ¿De qué forma conseguirlo?
Familias empáticas, pequeños respetuosos
Este cambio cultural no se dio de un día para el otro. Cooperaron las leyes, la interconexión que existe con Internet y las redes sociales. Asimismo la propia evolución del planeta y el cambio de paradigmas sociales que forzó a repensar algunos pensamientos heredados de otras temporadas. En este contexto y para lograr que los pequeños respeten las diferencias hay 2 actores clave: la familia y la escuela.
¿Qué papeles cumplen en la aceleración de este cambio? Sin dudas, un rol esencial. Absolutamente nadie mejor que la familia para instruir sobre tolerancia, diferencias y libertad individual. Diríase que los pequeños no aprenden de lo que escuchan sino más bien de lo que ven. ¿De qué forma enseñar en la tolerancia? ¿De qué forma conseguir que los pequeños respeten las diferencias? La contestación es sencilla: con el ejemplo rutinario. Si los progenitores se muestran violentos con el entrecierro, cerrados en lo que se refiere a concepciones y formas de meditar, probablemente los peques aprendan que de esta forma hay que portarse. Progenitores abiertos y receptivos, tolerantes a las diferencias en situaciones cada día, empáticos y cariñosos conseguirán criar pequeños de iguales peculiaridades.
La escuela y las diferencias
¿Qué hay de la escuela? Es la corporación por excelencia, aquella en donde el proyecto es enseñar pero… ¿lo hace en sus dimensiones? Resulta necesario acotar el enfoque de las escuelas, descubrir si realmente se ocupan asimismo de enseñar en las diferencias, formar estudiantes con sentido crítico, tolerantes cara el resto, cautelosos del pensamiento extraño, respetuosos de lo que el otro piensa o bien siente. El sentido de «otredad» -o sea el respeto al otro- es una parte del nuevo paradigma que la corporación educativa debiese incluir en su currícula. Conseguir que los pequeños respeten las diferencias es parte esencial de su responsabilidad en tanto corporación.
Despertar el interés por la idea del respeto a las diferencias, promover la inclusión, trabajar situaciones de bulluying o bien charlar sobre diversidad es una parte de la responsabilidad de enseñantes, tutores, directivos y de la escuela como un todo. De esta manera, va a haber una relación entre lo que ocurre en los hogares y lo que ocurre en la escuela.
Artículo relacionado:
Fomenta en tus hijos el respeto cara los animales
Fomentar la «educación para la paz» es uno de los objetivos de la Unesco. Se trata de fomentar principios que favorezcan la sociabilidad para de esta forma conseguir la transformación cultural en concepto de respeto, inclusión social, honradez y esmero. Hoy día, poco a poco más escuelas prosiguen los preceptos de la educación para la paz con la meta de instruir a vivir en armonía.
Educar para la paz
Un modelo de escuela de estas peculiaridades que incita la convivencia pacífica como realidad específica es una parte de un enorme proyecto que busca la tolerancia y el respeto por las diferencias. Para esto, es precisa la participación y cooperación de la comunidad educativa y de las familias para estimular ambientes y también ideas que promuevan un modelo pacífico de vivir y de convivencia.
Cuanto más pequeños sean los pequeños al instante de internalizar la idea de sano respeto mutuo, más probable es que se conviertan en adultos responsables y ciudadanos de bien. Algo que por su parte se contestará al formar sus familias y trasmitir los valores personales.