La participación en clase es esencial, es la patentiza de que el estudiante está atendiendo y comprendiendo la lección y la posibilidad de solucionar cualquier duda en exactamente el mismo instante. Algunos chicos son muy tímidos o bien les cuesta más levantar la mano y preguntar en clase, por esta razón, es esencial que desde casa se trabajen determinados aspectos con los que promover esta actitud de los hijos en el instituto.
Para los profesores, lograr que los estudiantes se impliquen en las clases es esencial. Mas teniendo presente que en la clase acostumbra a haber un elevado número de estudiantes, los profesionales no pueden dedicar tanto tiempo a trabajar esta clase de aspectos con cada pupilo de forma individual. Esto es una cosa que hay que hacer en casa, pues de esta forma los pequeños adquieren la habilidad de charlar públicamente y participar en cualquier charla.
Hablar públicamente no es sencillo, ni tan siquiera tratándose de una clase llena de iguales. Mas con determinadas herramientas se pueden adquirir habilidades que les dejen desenvolverse en clase con plena naturalidad. ¿Deseas descubrir de qué forma hacer que tu hijo participe en clase? Toma nota de los próximos consejos.
Herramientas para hacer que mi hijo participe en clase
Crea debates en casa, de una manera básica, fácil y que no tenga un sentido demasiado real para los pequeños. Aprovecha cuando estéis relajados en casa, toda la familia junta y crea un discute desde una pregunta. Puede ser cualquier cosa, como por qué razón el pequeño prefiere un sabor de helado y no otro cualquiera. Se trata de que los pequeños aprendan a discutir, a respetar el turno de palabra, a intercambiar su opinión y defenderla.
Con pequeños juegos tus hijos pueden aprender a desenvolverse, a usar mejor el lenguaje y con esto sentirse más seguros cuando llega el instante de participar en clase. La vergüenza y la carencia de confianza en uno mismo son las causas primordiales de que los pequeños se sostengan al lado cuando están en la clase. Mas si aprenden a charlar, a defender sus ideas y levantar la voz para hacer preguntas, un planeta lleno de posibilidades se va a abrir ante ellos.
Tener confianza en uno mismo es esencial y por ello hay que trabajar la autoestima de los pequeños desde el momento en que son pequeños. A fin de que no tengan reparos para charlar en clase, a fin de que no se sientan inferiores si dan una contestación equivocada. Enséñales a admitir los fallos y a administrar su frustración, pues solo de esta forma van a poder aprender cosas fundamentales que les van a acompañar a lo largo de su vida.
Enséñale a discutir, oir y preguntar
Acostumbra a tus hijos a charlar, a oir lo que afirman el resto y respetar el turno de palabra. Para esto es esencial tener muchas conversaciones en casa donde los pequeños sean escuchados, donde mismos puedan aprender de lo que deben decir el resto. Con independencia de si se trata algo relacionado con la escuela, o bien con algo de ocio en casa, aprender a discutir, consultar y solucionar dudas es parte integrante de la vida rutinaria.
Enseña a los pequeños a escucharse entre ellos, que sostengan debates, que levanten la mano cuando deseen participar. Explícales exactamente en qué consiste un discute, de qué forma marcha y para qué vale. Por el hecho de que si bien es muy frecuente obviar ciertas explicaciones por el hecho de que quizás no las comprendan, los pequeños tienen la capacidad de entender considerablemente más cosas en el momento en que nos incordiamos en explicárselas.
Cuando tu hijo hable, escúchale, presta atención y no le corrijas de manera que pueda sentirse intimidado. Escoge términos positivos con los que enseñarle lo que precises, asegúrate de que comprenda que de esta forma está bien mas quizás de esta otra forma puede estar mejor. Esa fácil oración hace que el pequeño adquiera confianza y que se esmere por progresar.
También es fundamental sostener una buena comunicación con los profesores. Solo de esta forma vas a poder adelantarte y educar a tu hijo a progresar cualquier aspecto que sea preciso para su capacitación académica. Habla con sus profesores, pregúntales cuáles son los puntos enclenques y los más fuertes para utilizarlos en casa y trabajar con tu hijo. Con trabajo y dedicación, vas a poder hacer que tu hijo participe en clase.