
En la edad de cuatro años, un pequeño o bien una pequeña ya da ese paso físico y mental29 que marcan una enorme evolución en su desarrollo. Son más independientes y muchos de ellos ya han aprendido a ganarse sus pequeñas responsabilidades en el inicio del instituto. Su cuerpo asimismo ha ganado fuerza y saben que eso les da más independencia, además de esto ya saben que empiezan a ser parte de su desarrollo y se comienzan a sentir algo mayores.
Aunque no lo parezca, los pequeños de cuatro años ya inician su etapa de sentimientos, imaginan con más intensidad y se empieza a marcar su carácter. A esta edad ya poseen los bastantes recursos para poder comentar sus emociones y por consiguiente las pataletas deberían bajar de intensidad.
Cómo es el desarrollo mental de un pequeño de cuatro años
Los niños ya empiezan a expresarse de forma clara y su forma de comentar o bien explicar las cosas ya nos dan un signo claro de de qué manera se están desarrollando. Su vida da entrada a la curiosidad y van a hacer preguntas continuamente.
En el instituto aprenden lo que es el lenguaje escrito, de qué manera son las letras y cuáles son sus sonidos. Ciertos van a aprender solo a redactar su nombre propio reconociendo de qué manera está compuesta una palabra. En su evolución van a reconocer los números y van a saber contar hasta diez. En los objetos van a reconocer de qué manera son las formas y los colores y van a saber posicionar -arriba-, -abajo-, -fuera- y -dentro. Aprenden de forma perfecta a saber el nombre de los meses y las estaciones.
Son más conscientes para hablar con independencia, saben centrarse considerablemente más en un tema de interés. El tema de la fantasía prosigue estando en su cabeza, mas ya conocen cómo separarlo de la realidad. Comprende los conceptos “igual” y “diferente”, y cuando se comienzan a dibujar a personas en un papel, llegan a dibujar hasta cuatro unas partes del cuerpo.
Tiene mayor capacidad de memorización y ya comienzan a jugar a juegos de mesa y a las cartas. Además de esto saben de qué manera contar películas o bien cuentos que han visualizado e inclusive en el instituto aprenden a recitar pequeños poemas.
El desarrollo físico y psico-motor
Los pequeños de cuatro años aprenden a tener mejores reflejos y su motricidad gruesa empieza a dar grandes avances: Pasea con más ligereza, brinca y salta con más fuerza y se mantiene hasta 2 segundos de pie.
Ya empiezan a agarrar la pelota con más fuerza y sus reflejos son capaces de coger un balón que rebota. Los juegos que efectúan con amigos cobran considerablemente más estrellato y son capaces de hacer juegos de competición.
En su psicomotricidad fina ya puede redactar las letras mayúsculas por el hecho de que sabe sostener mucho mejor un lapicero para redactar. Su coordinación mano-ojo está considerablemente más mejorada y es capaz de sostener piezas muy pequeñas, manejarlas y encajarlas. Asimismo va a aprender a hacer rompecabezas de su edad sin complejidad.
La comida y sociabilidad de un pequeño de cuatro años
La nutrición debe ser lo más equilibrada y sana posible. Ya deben empezar a comer exactamente los mismos platos que comen todos en casa, sin cocinar platos aparte para ellos. Si hasta el momento no se hacía de este modo, va a haber que empezar a que se vayan habituando poquito a poco.
Si los pequeños son reluctantes a comer y les cuesta introducir nuevos comestibles va a haber que poner una serie de sabores y texturas sobre la mesa a fin de que elijan a su elección. No hay que forzarlos ni meter prisa, sino presentar los comestibles como una alternativa a seleccionar y sin darle relevancia. Verdaderamente de este modo marcha mucho mejor. Al no sentirse presionados la elección por comer se les hace más simple. Además de esto, el pequeño o bien la pequeña ya saben comer con total independencia, emplear los aparejos con sencillez, recortar los comestibles y hasta machacarlos de forma fácil.
La socialización de los pequeños comienza en el instituto, hacen ya conjuntos de amigos y los juguetes poquito a poco los van compartiendo. Mas no se debe olvidar que en muchas ocasiones asimismo deseen jugar solos y hay que respetar cuando no desean compartir los juguetes. Asimismo gozan jugando a ser héroes, mamás, papás… a interpretar otros personajes, de ahí que les encantan los disfraces.
Como conclusión los pequeños prosiguen siendo pequeñas personas que necesitan del mayor amor y respeto. Llegando a la edad de 4 años se han hecho mayores, mas no lo demasiado para tratarlos de lo que no son. Hay que proseguir pasando tiempo con ellos, jugar y compartir cariño y risas, por el hecho de que aún son pequeños pequeños.