Implicar a los pequeños en las labores familiares es esencial por múltiples motivos. Primero por el hecho de que se desarrolla su autonomía, su responsabilidad, el valor del trabajo y el esfuerzo, entre otros muchos. Mas asimismo por el hecho de que es esencial para la convivencia y bienestar de toda la familia. Llevar una casa adelante cuesta mucho esmero y sostenerla en condiciones es tarea de todos y cada uno de los que viven en ella.
Incluidos los pequeños y pequeñas por el hecho de que además de esto, cooperar con las labores de casa es la primera lección para una educación libre de sexismo en el ambiente familiar. Ni mamá se debe encargar de todo, ni los pequeños están exentos de cooperar con las labores de casa. Y lo antes posible se empiece mucho mejor, por el hecho de que cuanto más pequeños más moldeables son y más simple es de lograr que adquieran hábitos.
Las labores familiares implican a toda la familia
Que los pequeños sean autónomos y también independientes es esencial para su desarrollo. Y ser siendo conscientes de que las tareas de casa asimismo son su responsabilidad es buen punto de inicio. Pues las habilidades que se adquieren de las labores familiares les van a acompañar a lo largo de su vida de adultos. Con lo que los pequeños han de ser capaces de sostener sus cosas en orden, tener unos buenos hábitos de limpieza en casa y saber de qué manera hacerlo.
En muchos casos son los propios progenitores y madres quienes suprimen a los pequeños de la ecuación de las labores del hogar. Así sea por eludir que los pequeños deban hacer ese género de esmero, por eludir que medren demasiado veloz o bien por el mero hecho de sentirse necesitada por ellos. Si bien es una cosa que se hace con todo el amor del planeta, no es ventajoso para los pequeños, por el hecho de que se vuelven vagos, poco responsables y dependientes.
Además, para los pequeños puede ser algo absolutamente normal que por norma general imitan desde el instante en que son bebés. Muchos pequeños cogen la escoba y desean imitar tus movimientos, por el hecho de que para ellos es absolutamente natural, aprenden por imitación. Aun, les hace sentir una parte de la familia, ese sentimiento de pertenencia a algo, a un conjunto, es esencial para el desarrollo sensible de los pequeños.
Cómo hacer que los niños cooperen en las labores domésticas
Cuando algo se transforma en una obligación deja de ser entretenido, mas no por esta razón deja de ser preciso y esto es lo que debemos hacer comprender a los hijos. Tener una casa limpia y ordenada es trabajo de todos, cada uno de ellos en sus posibilidades y esto es lo que hay que trabajar para conseguir que los pequeños se impliquen en las labores familiares. Estas son ciertas pautas para lograrlo.
- Tareas determinadas. No aguardes que los pequeños decidan qué desean hacer en casa, por el hecho de que aparte de tener que adecentar deberán meditar y eso puede ser demasiado trabajo. Crea una tabla donde cada uno de ellos tenga definida su tarea y en qué momento debe cumplirla.
- Enséñales a hacerlas. Ya antes de solicitarles que hagan las cosas solos, pídeles que te asistan y de este modo van a ir aprendiendo. Que te asistan a estirar las sábanas, a plegar la ropa limpia o bien a aspirar el suelo, por poner un ejemplo.
- Nunca como un castigo. Adecentar la casa forma parte de las obligaciones de todos, con lo que no puede ser usado como castigo.
- No les corrijas si lo hacen mal. El refuerzo positivo es esencial a fin de que los pequeños aprendan sin frustraciones. Es muy normal que al comienzo no hagan las cosas perfectamente, prémiales por su esmero y dales ciertos consejos a fin de que la próxima vez salga mejor.
- Que sea algo divertido. Pon música a fin de que limpiar sea más divertido y intenta que al unísono que los pequeños cumplen con sus labores el resto de la familia se ocupe de las suyas. De esta forma, se trata de un trabajo en grupo que promueve el ahínco. Si ven que solo trabajan, lo van a hacer sin ganas y con un sentimiento negativo.
Las labores de los pequeños en la organización de la casa deben ir acorde a sus capacidades. Y estas deben cambiar a fin de que los peques no se aburran. Si una semana se hacen cargo de eliminar la mesa, la próxima deberán hacer algo diferente, como plegar los calcetines. Variar y aprender cosas distintas es una motivación para todos, incluyendo los pequeños. Enseña a tus hijos a cooperar en las labores familiares por el bien común de toda la familia.