Después de dar de mamar al bebé aguardamos que «responda» con un regueldo. Tal y como si fuera un símbolo de agradecimiento o bien una forma de saber que ha comido bien y ha digerido la leche. Que el pequeño reguelde nos da esa calma que no terminamos de comprender, mas hace que dejemos de preocuparnos, o bien al revés, si no lo hace, ya nos ponemos las manos a la cabeza pensando que algo le pasa. Veamos en qué momento es verdaderamente preciso estimularlo y de qué forma hacer regoldar al recién nacido.
¿Es preciso que un bebé reguelde siempre y en toda circunstancia tras comer?
Muchas madres primerizas creen que regoldar es la única forma de cerciorarse de que el bebé haya digerido bien la leche tras darle de mamar. Mas, ¿es verdaderamente esencial que el bebé reguelde tras tomar la leche? Y si no lo hace de forma espontánea, ¿es preciso asistirlo a regoldar? En el artículo procuraré solucionar estas dudas y otras sobre los eructos y los bebés.
Si el bebé está apacible y no tiene cólicos ni dolor, podemos estar sosegados. Aun si no ha eructado. Lo único que debemos rememorar es intentar mantenerlo en situación vertical por lo menos 10/15 minutos tras haberle dado de comer, para asistirlo a digerir y eludir regurgitaciones excesivas.
Hay bebés que regueldan tras cada toma y otros que no regueldan jamás. A lo largo de los primeros meses asimismo podemos hallar diferencias entre los bebés amamantados y los que toman biberón, entonces vamos a ver por qué razón.
Que un bebé no reguelde tras comer no quiere decir que le pase nada malo. Si el bebé coge bien el pecho va a ser bastante difícil que trague aire, entonces no tiene por qué razón regoldar, no es preciso que expulse ningún aire.
No hay una regla absoluta sobre los eructos de los bebés al comer. Ya hemos visto que hay pequeños que no lo precisan. Con lo que tratemos de comprender quién precisa regoldar y de qué forma hacer que lo haga si no le sale por sí mismo.
¿Qué ocurre si un bebé no reguelda cuando ha tragado aire?
Si el bebé se sujeta al pecho incorrectamente o bien absorbe demasiado rápido es cuando traga aire, además de la leche. En un caso así sí que debería regoldar. Si no expulsa el aire se le va a quedar en el estómago. Esto le puede provocar dolores, pequeños cólicos y/o regurgitación. De ahí que, en un caso así, es esencial que el bebé reguelde.
¿En qué momento debe regoldar el bebé?
Los bebés pueden tragar aire mientras que comen, especialmente si toman rapidísimo pues tienen apetito. Acostumbra a ocurrir con más frecuencia si se emplea biberón pues la leche fluye con mayor sencillez por la tetina y el bebé debe ingerir más veloz. Si bien asimismo le puede pasar al bebé que está amamantado, sobre todo sino más bien ha comido desde hace un buen rato o bien si el pecho de la madre está muy lleno.
«Los eructos deben hacerse al final de el alimento para expulsar el exceso de aire».
Cuidado que esta tampoco es una regla de oro. En ocasiones es mejor que reguelde a la mitad de la toma pues si ha tragado mucho aire puede hacerle sentir una sensación momentánea de saciedad. En escaso tiempo volverá a tener apetito.
¿De qué forma saber si precisa regoldar?
Si a lo largo de la toma el bebé empieza a arquear la espalda y a virar la cabeza, rechazando la leche, seguramente necesite regoldar Hay que darle un reposo de la toma y ponerlo en situación vertical para alentar el regueldo.
¿De qué forma lograr que el bebé reguelde?
Hay bebés que regueldan apenas acaban de comer. Y otros que precisan ser estimulados. Si el bebé no reguelda espontáneamente podemos probar ciertas formas fáciles de asistirlo.
Si procuramos estimularlo y pasados unos minutos aún no lo ha hecho, no resulta necesario presionarlo. Es posible que lo haya hecho sin que nos hayamos dado cuenta o bien que no sea preciso que reguelde. Muchos bebés, aparte de regoldar, asimismo devuelven o bien tiran un tanto de leche. Esto acostumbra a ser normal y no resulta necesario preocuparse.
Para asistir al bebé a regoldar hay 3 posiciones que podemos probar:
Posiciones a fin de que el bebé eructe
- Primeramente, debemos sostener al bebé en situación vertical, con la cabeza apoyada en el hombro. Con una mano se puede mantener al pequeño y con la otra darle pequeños golpecitos en la espalda. Lo más conveniente es no continuar parado si no hacerlo caminando por la habitación. El balanceo que se produce al movernos y los golpecitos asisten a que el bebé expulse el aire.
- Otro procedimiento para hacer que el bebé reguelde es estando sentados. Esta acostumbra a ser la más frecuente. Debemos sentarnos en una silla y poner al bebé sobre el regazo, de lado. Con una mano hay que sostenerle el pecho y la cabeza a fin de que se quede erguido y con la otra darle unos golpecitos en la espalda.
- El tercer método consiste en sostener al bebé en el regazo, recostado boca abajo. Con una mano hay que sostenerle la cabeza, de manera que quede más alta que las piernas, y con la otra masajearle la espalda.
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