La dermatitis en el pezón es una de las afecciones que más puede irritar en el momento de dar el pecho, puesto que es el medio por dónde el bebé precisa para alimentarse. Es un inconveniente muy habitual en las madres que utilizan la lactancia con sus bebés recién nacidos.
Ocurre principalmente en las primeras semanas de la lactancia, cuando el empleo continuado y la carencia de práctica, hace que se generen problemas en el pecho. Las molestias más usuales acostumbran a ser las fisuras y las grietas.
¿De qué forma se forma esta dermatitis en el pezón?
La dermatitis en el pezón se causa por el roce o bien succión de la boca del bebé al procurar tomar su comestible. Por diferentes circunstancias la piel del pezón y la una parte de la areola se van a ver inflamadas. En muchos de los casos se llegan a producir fisuras y fisuras produciéndose aun pequeños sangrados. La sensación es dolorosa, de comezón y se hace inaguantable cuando el bebé vuelve a absorber, en ciertos casos se llegan a provocar temidas infecciones.
Llegado a este punto hay que asistir a un médico especialista a fin de que determine el nivel de afección y si se ha producido una dermatitis atópica, algún género de alergia o bien se han llegado a provocar infecciones bacterianas, virales o bien micóticas.
¿Por qué razón se genera?
El empleo continuado en la lactancia, dónde se genera la absorción hace que ciertas mujeres sean considerablemente más sensibles y se genere esta afección. El hecho de tener la piel más frágil, o bien padecer de algún género de inconveniente dermatológico o bien de piel atópica, hace que sea considerablemente más susceptible.
Durante este proceso es posible que el pequeño no practique bien el agarre y genere este malestar causando con el tiempo una dermatitis. El proceso de sanación acostumbra a ser largo y calmado, dónde se prueba con cremas y pezoneras. En muchos de los casos aun este estado vuelve a remitir con el tiempo.
Causas de la dermatitis en el pezón
Algunos factores pueden ocasionar a mayores este género de dermatitis. La parte esencial es que la zona debe estar hidratada, es esencial que siempre y en toda circunstancia hagamos una buena ingesta de agua y que esa zona no quede reseca. Se acostumbra a aun aconsejar tener la zona del pezón y de la auréola bien hidratadas aun cuando se está encinta y eludir futuros daños.
Mantén la zona del pezón siempre y en toda circunstancia seca, mas no abusando de los discos absorbentes que pueden dejar la zona completamente seca y también irritada. Sabemos que los pezones tienen pérdidas de leche cuando se está amamantado y tener de forma continua esta zona húmeda conlleva a inconvenientes de irritación. Es bueno por esta razón, usar los discos de lactancia, mas en su justa medida, sin dejar que la zona se llegue mucho a resecar.
El roce continuado y la absorción asimismo son las causas y no por esta razón se dejará la lactancia. Hay mujeres que echan mano de las pezoneras a fin de que puedan asistir en determinada medida. Mas en muchos de los casos termina siendo ineficaz puesto que el bebé termina rechazando esta forma de alimentarse.
Los cambios hormonales asimismo pueden ser la causa haciendo que la piel de la madre sea considerablemente más susceptible a los cambios. Para poder cuidar a la piel y sobre todo de estas zonas tan frágiles, lo mejor es emplear prendas de algodón y que contengan fibras naturales o bien ecológicas.
Posibles tratamientos
Con un inconveniente tan desapacible y que cuesta solucionar debido a su irritación, lo mejor es ponerse en manos de un médico. Te va a ayudar a que puedas aplicarte una crema específica para su tratamiento. Lo mejor es algún tipo de producto hidratante y natural, a fin de que no pueda ser absorbido y perjudicial para el bebé.
Algunas parteras aconsejan que se aplique un tanto de lanolina tras la toma a fin de que pueda aliviar la zona y se sostenga hidratada. Tanto tras cada toma y al principio de ella. Es conveniente lavar los pezones con agua tibia y jabón neutro, y sobre toda dejar la zona bien seca de humedad.
No se debe olvidar que esta zona es delicada y con la lactancia es bastante susceptible ante cualquier cambio. Mas hay que estar apacible, puesto que se trata de algo normal y pasajero. Lo esencial es darle prioridad a la lactancia y solucionar la causa con total normalidad.