Saltar al contenido
Tienda de Unicornios Online

La boda de Lucía y Lucas en Cantabria

19 octubre, 2021

«Nos casamos el cinco de junio en Cantabria y el día de hoy puedo decir que fue el día más increíble de mi vida». Así empezaba Lucía a contarme su boda, y la verdad es que, pese a que para llegar hasta ahí debieron atravesar muchas contrariedades, me quedo con estas palabras que coinciden con la mayor parte de los testimonios de las novias que han dado el ‘Sí quiero’ en los últimos meses. Y es que como siempre y en todo momento digo, cuando el matrimonio y la unión está por encima de todo, no hay pandemia que pueda con ello.


«Recuerdo el día con muchísima ilusión. No hubo nervios y disfruté de cada instante».
Este daba comienzo en La Casona de Suesa, donde se alojaron durante todo el fin de semana. Lucía estaba preciosa con el vestido que le diseñó Marcela Mansergas, en la cual confió para su gran día y a la vista está que fue todo un acierto. Los zapatos eran de Salo Madrid y las joyas que lució de Sardinero. Derrochaba elegancia y delicadeza a cada paso.

Esther Torralbo fue su peluquera y Paula Oti su maquilladora. Entre las dos hicieron un gran equipo y el resultado fue de 10. «Mientras me maquillaban, a veces pensaba; «ha sido todo un caos y no he tenido tiempo de pensar en los pequeños detalles». Pero al momento me venía otro pensamiento «Está la gente que nos quiere, nada puede salir mal«. Y así fue, incluso salió un sol espléndido a pesar de que las previsiones de lluvia constante». A veces solo se trata de confiar y disfrutar de todo lo que nos ofrece la vida sin parar a pensar en lo que no, porque seguramente eso que nos falte no tendrá más importancia que la que nosotros queramos darle.

Lucas, por su parte, confió en Bon Vivant para su chaqué y en Hermes para la corbata. Estaba de lo más elegante.

«Lucas me pidió matrimonio en abril del 2019, el día de nuestro sexto aniversario, con un anillo antiguo que yo había visto años antes en mi joyería preferida. Preparamos la boda para junio del 2020 pero no sabíamos lo que se nos venía encima». Como tantas parejas, tuvieron que hacer muchos cambios, pero nunca perdieron la ilusión.

«Con el confinamiento y tanta incertidumbre, decidimos posponer la boda para el año siguiente. Pensamos que, si lo dejábamos para el 2021, todo habría vuelto a la normalidad y podríamos organizar la boda con más tranquilidad. Sin embargo, semanas antes, en Cantabria, implantaron un semáforo Covid. Cada martes, abrían o cerraban los municipios en función de los contagios. Dos semanas antes de nuestra boda, el municipio donde nos casábamos cerró el interior de la hostelería. Tuvimos que buscar un plan B. A menos de una semana de la boda, nuestra wedding planner montó otra boda paralela en una casa familiar». Y esta ha sido la alternativa perfecta a las bodas tradicionales durante estos meses. Hemos conocido una nueva manera de celebrar en la que todo se disfruta y se saborea mucho más. Siempre hay que buscar el lado bueno de las cosas y Lucía y Lucas, sin duda, supieron encontrarlo.

«Era una incertidumbre enorme no saber dónde nos íbamos a poder casar hasta tres días antes. Sin embargo, teníamos claro que fuera donde fuera, la boda se iba a celebrar. Finalmente, el martes anterior a la boda, el semáforo Covid salió verde y pudimos casarnos en la iglesia de Suesa». Un camino lleno de piedras, pero con un final feliz.

La celebración tuvo lugar en la finca La Huerta de Cubas, un espacio idílico donde todo gira en torno a la naturaleza. De la decoración se encargó Kokoro Eventos, quienes les acompañaron durante todo el proceso, y de las flores Ciriaco. ¡Qué maravilla de ramo! Quedó todo precioso y Lucía y Lucas no podían estar más contentos con el resultado.