
Bañar a un bebé puede resultar algo complejo para los progenitores y madres primerizas, por el hecho de que si bien semeja algo fácil, no lo es en lo más mínimo. Conforme el bebé se marcha haciendo con el agua, empieza a gozar del baño y pronto pasa a transformarse en uno de sus pasatiempos favoritos. No obstante, los primeros baños del recién nacido pueden resultar agotadores y frustrantes.
Ese primer contacto con el agua acostumbra a ser bastante difícil de digerir y la mayor parte de los bebés pasan el rato llorando y quejándose. Si bien es un instante bastante tenso, por el hecho de que creerás que tu bebé está padeciendo, lo más esencial es sostener la calma para transmitírsela al pequeño. Además de esto, debes tomar en consideración ciertos aspectos importantes que pueden marcar la diferencia entre un baño veloz y sufrido, entre otro agradable y también inacabable.
Cuándo mojar al bebé
Antiguamente se bañaba a los recién nacidos al poco tiempo de nacer. Algo que hoy se desaconseja, puesto que el bebé en general nace con una capa de grasa untuosa que les resguarda la piel. Con lo que ya no se acostumbra a mojar a los recién nacidos en el centro de salud y se deja que el primer baño sea en la calma y comodidad del hogar. En lo que se refiere al instante del baño en casa, lo que aconsejan actualmente los especialistas, es que el primer baño se realice en el momento en que caiga el ombligo y la herida se cure por completo.
De esta forma, se previene que gérmenes y bacterias puedan inficionar la herida. Por otro lado, el bebé no tiene necesidad de bañarse ya antes, puesto que no tiene sudoración y la suciedad del pañal o bien el alimento se puede adecentar con una esponja y agua tibia, sin precisar sumergir al bebé en el agua. Por consiguiente, a el interrogante de en qué momento mojar al bebé, lo idóneo es aguardar unos diez o bien quince días tras nacer. Que es el tiempo que de forma general, tarda el ombligo en sanar totalmente.
Cómo preparar el baño del bebé
Una vez que llega el instante del baño, es fundamental proseguir ciertos preparativos a fin de que todo salga bien. Primero hay que preparar bien el espacio, que ha de ser agradable, debe estar caldeado a una temperatura agradable, unos treinta y siete grados. Y debe contar con todo lo preciso para mojar a un bebé reposadamente. Puedes seleccionar una habitación donde poner la bañera y cambiador del bebé.
O poner una bañera portátil en la bañera, a fin de que el bebé esté más cómodo y se halle recogido por un espacio pequeño y acotado. Llena la bañera con agua calentita mas no en demasía, treinta y siete grados es la temperatura ideal. Llena la bañera unos 3 cuartos más o menos, si bien esto va a depender mucho del tamaño del bebé. Asimismo puedes poner algún juguete de plástico en el agua, a fin de que el bebé se sienta más acompañado. Si al bebé lo bañará una sola persona, lo más seguro es dejarlo todo realmente bien preparado.
Ten preparadas las toallas para abrigar al bebé al sacarlo de la bañera, puedes dejarlas extendidas sobre la cama a fin de que todo sea rapidísimo. Como no tendrás solamente que una mano, por el hecho de que con la otra deberás mantener al bebé todo el tiempo, deja la esponja con el jabón ya preparado. Como cualquier otra cosa que puedas precisar utilizar a lo largo del baño. Si el bebé tiene pelo, también precisarás tener a mano un cepillo de cerdas suaves singular para bebés.
Al secar al bebé de la bañera no debe haber corrientes, ni cambios bruscos de temperatura, con lo que debes tener el cuarto cerrado, tanto la puerta como las ventanas. Para finalizar, deja la ropa de cambio asimismo a mano, el pañal, el pijama, los patucos y todo cuanto puedas necesitar. Ahora que lo tienes todo preparado, solo queda gozar de uno de los mayores placeres tanto de progenitores como de los pequeños.