Marta y Emilio se conocieron en Colombia y tras un año en la ciudad de Bogotá lleno de aventuras decidieron retornas a sus orígenes y establecerse en Coruña. ‘Él tenía ganas de regresar a casa, puesto que llevaba múltiples años trabajando fuera, y me salió una buena ocasión de trabajo’, nos comentaba la novia.
Una auténtica boda heartmade a en tiempos de covid que pese a hacerla en confianza no perdió ni un ápice de simbolismo. ‘Queríamos hacer una boda pequeña y fue una celebración íntima, en la que contamos solo con nuestros progenitores, hermanos y mejores amigos. Además de esto, lo organizamos todo en tres meses, puesto que lo tuvimos clarísimo cuando decidimos casarnos en el mes de febrero de dos mil veintiuno, en plena tercera ola. La liturgia fue en la Iglesia Castrense y la celebración en Quinta Canaima, un palacio de estilo indiano realmente bonito, y que logramos cerrar 3 semanas ya antes de la boda. Debimos mudar de lugar en último instante por limitaciones COVID y fue un acierto. Canaima tiene unos jardines hermosos y pudimos aprovechar el diazo de sol que nos hizo’
Para el vestido para novia, Marta confió en el arte de una de sus mejores amigas, Alejandra Oria Studio. Un vestido que combinaba múltiples tejidos con un cuello muy singular que concluía con un escote en la espalda bello. Lució como cojas unos pendientes familiares, el anillo de pedida y un anillo lanzadera de su abuela. Del look beauty se hizo cargo Sabela Make Up y los zapatos de Bottega Veneta fueron el regalo de sus mejores amigas.
Emilio, por su lado lucía un traje de Massimo Dutti Tailoring, zapatos Lotusse y el reloj Longiness regalo de pedida.
Los colegas de la novia de Zara (Inditex) les hicieron un detalle precioso: unas candelas adaptadas con sus nombres y el día de la boda que pudieron obsequiar como recuerdo para sus invitados.
La Quinta Canaima estaba decorada al detalle por Iria Casteleiro y el toque floral al cargo de Madreselva. Un enorme día que Daniel Santalla, autor asimismo de la boda indie en Galicia, la boda de Isabel y César o la boda de Juanon y Lía, inmortalizó perfectamente con las imágenes que mostramos ahora.