
Un pequeño desobediente puede crear un vínculo cariñoso con su familia demasiado conflictivo para solucionar. Se puede transformar en esa espiral dónde no se llega a anular y puede crear grandes discrepancias. La situación no se restringe en buscar culpables, este comportamiento es parte integrante de la interacción o bien comportamiento de las dos partes, y a fin de que ello suceda algo no se hace bien.
Sabemos que no todos y cada uno de los progenitores hemos nacido con una manual bajo el brazo para cuidar a nuestros hijos de la manera adecuada. Siempre y en todo momento usamos formas mágicas que no resultan eficaces, solo son momentáneas. Mas el día tras día, la perseverancia y el diálogo hacen de ello una adecuada educación, y que ayuda en buena medida.
¿Por qué razón mis hijos no me hacen caso?
¿Una educación demasiado permisiva? No sabemos si va a estar en esta modalidad. Lo que sí que sabemos es que los motivos pueden ser muchos y todos juntos forman uno solo que abarca a la capacidad de educación de los progenitores.
Si continuamente estamos dando órdenes a nuestros hijos, quizá se van a sentir demasiado avasallados. Si cuando deseamos ejecutar una orden y la complementamos con veinte más, probablemente el pequeño no va a tener la capacidad de recoger todos y cada uno de los datos y eso excederá la capacidad del pequeño. Es mejor reducir la solicitud con las palabras claves que deseas que recuerde y haciéndolo con una solicitud chistosa, mas firme, que se note que hay respeto y amor.
Muchos pequeños al no percibir una contienda o bien castigo en condiciones, saben que su vida prosigue y de esta manera siempre desacatan a demanda. El ejemplo es: no obedecen, no reciben castigo y de esta manera se libran y pueden proseguir con lo que hacían.
Por otro lado, ciertos pequeños solo están procurando llamar la atención de sus progenitores. Ellos en el instante que se niegan ya están demandando una atención, los progenitores dejan de hacer lo que hacían para centrarse solo en el pequeño. Está comprobado que de esta manera reciben ese pequeño “premio” por capricho.
Cómo poder corregir su comportamiento
Antes de dar una orden a un pequeño es esencial pensar qué género de orden se dará y de qué forma. En la mayor parte de las ocasiones estamos dando órdenes demasiado duras, que no se cumplen y que no tienen ninguna consecuencia. O bien son órdenes demasiado blandas y que carecen de sentido. En cualquiera de los casos el pequeño o bien la pequeña debe apreciar que no hay forma de negociar, que la orden no cumplida tiene una consecuencia rigurosa.
La orden debe ir con firmeza, tener la certidumbre de que el pequeño la esté escuchando y que la entienda. Hay que ordenar con toda la seguridad, ponerse serio, pero no amedrentando ni chillando. Si el pequeño responde con una negativa hay que regresar a ofrecerle la orden, con total calma y sin conminar.
Si a la tercera negativa prosigue sin “hacer caso” entonces va a haber que actuar con las consecuencias. No hagas mucho caso de su negativa, no reproches lo que sucede, ni le des mucha importancia. Los pequeños en muchas ocasiones es lo que desean, ser parte de este comportamiento. El castigo o bien la amonestación ha de ser firme, sin prestar mucha atención a lo que ha sucedido.
Si por el contrario el pequeño ha obedecido lo elogiaremos. De esta manera prestamos atención a su buen comportamiento, y no de la forma contraria, cuando no obedecía. Es esencial este dato a fin de que el pequeño se de cuenta que de esta manera es como se le presta atención, y que al final tiene buenas consecuencias.
No obstante, siempre y en toda circunstancia marcha realmente bien la buena comunicación entre progenitores y también hijos. Usa siempre y en toda circunstancia la empatía, que para eso son tus hijos, hay que tratarlos como se merecen. Habiendo respeto, asimismo van a poder contestar de exactamente la misma forma. Si te dan una negativa escúchalos, solicita su opinión de por qué razón no lo quiere hacer y de esta manera examinaremos mejor la situación. Si no eres capaz de imponer un castigo puedes negociar la orden dándoles otras opciones alternativas, la cuestión es que acabe haciendo lo que le has impuesto.