Padres o bien madres tenemos una serie de obligaciones como potestad y cuidado cara nuestros hijos. No hay prueba más eficiente que el propio amor para hacer todo aquello con total altruismo y somos muchos los progenitores que sabemos de más de qué forma son nuestras obligaciones.
Pero en estas obligaciones hay una serie de criterios que aún no están establecidos y sirven como la labor primordial para una buena educación y crianza. Si ignoras cuáles pueden ser, acá te comentamos los más primordiales para poder conseguir todo lo mejor para ellos.
Demostrar el amor incondicional es la base de todo
Los progenitores deben ofrecer ese amor incondicional y debe ser recibido y equitativo. Un pequeño que se siente querido y respetado siente que cualquier normativa que se rige en casa es por su bien. Los pequeños deben medrar con cariño, respeto y alegres de que los amen.
El Código Civil De España recoge el Título VII – “De las relaciones paterno-filiales” dónde se explica meridianamente las obligaciones de un padre con su hijo:
Los hijos no independizados están bajo la potestad de los progenitores. La patria potestad se ejercitará siempre y en toda circunstancia en beneficio de los hijos, conforme con su personalidad, y con respeto a su integridad física y sicológica.
Esta potestad entiende los próximos deberes y facultades:
1. Velar por ellos, tenerlos en su compañía, nutrirlos, instruirlos y intentarles una capacitación integral.
2. Representarlos y dirigir sus recursos.
Si los hijos tuvieren suficiente juicio habrán de ser oídos siempre y en toda circunstancia ya antes de adoptar resoluciones que les afecten.
Los progenitores van a poder, en el ejercicio de su potestad, recabar el socorro de la autoridad.
De igual forma los hijos deben obedecer mientras que se hallan bajo la potestad de sus progenitores así como sostener un respeto.
Proporcionar un hogar seguro
Los pequeños deben crecer bajo un hogar seguro y sano. Los hijos deben estar en compañía de sus progenitores y para esto deben tener exactamente el mismo domicilio. No puede faltar la presencia y algo tan esencial como la compañía cariñosa y también intelectual, algo que agradecerán el resto de sus vidas.
La calidad de su ambiente ha de ser lo más cómodo para poder desarrollarse sin ningún género de obstáculo y poder tener una nutrición adecuada. A esto hay que sumarle a respetar las inquietudes de su hijo, su privacidad y su tiempo.
Cuidarlos y protegerlos
Es otra de las grandes responsabilidades. Los pequeños tendrán que sustituir muchas montañas para aprender lo que le ofrece la vida y los progenitores van a estar ahí para asistirlos. No se trata de sobreprotección, mas sí prepararlos para cualquier riesgo y que sepan de qué forma enfrentarse a los grandes desafíos.
Fortalecer la autoestima y dar los mejores valores
Desde el instante que empiezan a tener conciencia ya pueden examinar todo cuanto les rodea y de qué forma actuar ante ello. Deben valorar lo más básico de la vida y a quererse a sí mismos. Con este reto y considerablemente más se les puede robustecer su autoestima, va a ser el mejor regalo para su vida. Aparte de todo esto, se puede reforzar con los mejores valores, siempre y cuando medren desde el interior noble de cada persona.
Ser consciente con la disciplina
En este punto compartimos la convivencia y para esto se tiene que sustituir con una serie de normas. Acá hay que llevar una disciplina y sino más bien se cumple llegarán los enfados y castigos. Ante todos estos desafíos acá los progenitores pueden actuar como villanos, mas hay que regir las reglas a fin de que los pequeños sepan de qué forma encararlas y controlarse a sí mismos.
Para poder llevar una crianza con respeto hay que ser un buen modelo de padre o bien madre, no hay nada mejor que dar el mejor ejemplo para un pequeño criado a nuestra similitud. Nuestra seguridad asimismo es una de las claves para una de nuestras responsabilidades, siempre y en toda circunstancia mostrando nuestro socorro y protección.