El sangrado de implantación nos deja conocer mejor al detalle de en el momento en que una mujer ha podido quedarse embarazada. Mas no todos y cada uno de los casos son iguales y por esta razón, no ocurre en todos y cada uno de los cuerpos. Para poder saber si un sangrado de implantación se ha desarrollado tenemos que tener en cuenta una serie de síntomas y señales que nos aclararán ciertas dudas.
Este pequeño manchado ocurre de forma natural y no hay que tomarlo como un signo alarmante. Normalmente ocurre de esta forma ante este hecho, mas para darle otro sentido habría que descartar que no se esté desbordando su sangrado. Si esto ocurre y observas que algo no marcha bien hay que asistir a un médico.
¿Qué es el sangrado de implantación?
Este sangrado antecede a lo que llamamos de qué forma implantación. Se genera cuando se ha concebido la fecundación del óvulo y espermatozoide, formándose el feto que se adhiere a la pared interna del útero.
En este paso el óvulo fertilizado comienza con una serie de cambios dónde las células velozmente se dividen formándose el “blastocisto”. Su forma de implantarse en la zona del endometrio deberá ser precisa, mas no violenta, con lo que va a romper los pilíferos superficiales para formar otros nuevos y de esta forma poder el feto comenzar a ser alimentado por la placenta.
Diferencias entre el sangrado de implantación y la regla
Puede que el sangrado de implantación coincida con la entrada de la menstruación, mas podemos diferenciarlo con una serie de síntomas:
- El sangrado de implantación se presenta con un flujo de sangre suave y escaso con un tono de color rosa tirando a colorado-cobrizo. Si es la regla el flujo es más progresivo y su color es colorado intenso.
- El de implantación no va a durar mucho, de uno a un par de días como mucho y el de la regla de cuatro a siete días. La única diferencia y patentiza sería hacerse un test de embarazo considerablemente más adelante a fin de que determine si el embarazo está presente. No es conveniente hacer el test si piensas que el sangrado de implantación está ya presente, por el hecho de que siendo los primeros días el resultado no puede ser aún concluyente. Al tratarse de los primeros días es posible que la hormona HCG todavía no esté presente en la orina, con lo que habría que aguardar unos días más.
Síntomas del sangrado de implantación
Los síntomas son ciertos ya antes mentados, en ciertas veces es posible que sólo sea un sangrado puntual dónde aparecerán unas gotas de sangre acompañado de algún calambre.
Puede que pienses que es una cosa que sucede sin más ni más y que acostumbra a suceder en ciertas ocasiones, mas si estás aguardando a conocer si estás encinta puedes prestar atención a si tienes náuseas, algún pequeño dolor en los pechos, mucho cansancio y sueño, y micción usual.
No hay que preocuparse por esta clase de sangrado
Es plenamente normal la apariencia de este sangrado siempre que sea de duración corta. Si hay dudas con respecto a este hecho siempre y en toda circunstancia se puede preguntar con tu médico, partera o bien ginecólogo. Así se determinará si es un sangrado de implantación o bien no. Normalmente puede suceder que el sangrado de implantación venga acompañado de unas pequeñas molestias, mas no acostumbran a requerir ningún género de atención espacial.
Hay que observar que el sangrado no sea abundante y conflictivo. En muchas de las ocasiones acostumbra a asociarse con un aborto o bien un embarazo ectópico. Si es el caso ocurriría que los sangrados serías rebosantes a lo largo de más de uno o bien un par de días y vendría acompañado de molestias.
La implantación del óvulo fecundado en el útero es de vital relevancia. En la primera toma vamos a estar hablando de blastocisto y hasta el momento en que se forme la implantación después podemos indicar que es un feto. Se precisará que reciba todos y cada uno de los nutrientes y el aporte sanguíneo de la madre a fin de que pueda desarrollarse apropiadamente. Tras los días de gestación es esencial observar si aparecen los síntomas propios de un embarazo y de esta forma determinar que todo prosigue su curso.