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De qué manera hablarle a un pequeño con autismo

4 diciembre, 2021

Cómo hablarle a un niño con autismo

El autismo es un género de trastorno muy doloroso para los progenitores y familiares que componen el ambiente del pequeño. La imposibilidad de comunicarse con sus hijos produce una enorme tristeza y frustración en progenitores y hermanos. Aprender a comunicarse con un pequeño con estas peculiaridades implica un proceso largo de aprendizaje. Absolutamente nadie nace sabiendo de qué forma hablarle a un pequeño autista mas la buena nueva es que es posible hallar un camino de conexión.

Tan solo se trata de registrar las señales del pequeño y, al tiempo, aprender a crear el canal de comunicación más conveniente para las peculiaridades particulares de estos peques.

La comunicación en los pequeños autistas

La jerga popular habla de pequeños ausentes o bien pequeños que están en su planeta. Es usual que los pequeños autistas queden marginados socialmente debido a su condición. No obstante, si se hallan los medios ideales para acercarse a estos peques probablemente se produzca una proximidad y la comunicación empiece a fluir.

Cómo hablarle a un niño con autismo

Es un proceso que en un principio puede ser realmente frustrante mas con el tiempo se ven los resultados. Mas para saber de qué forma hablarle a un pequeño autista primero hay que conocer a fondo esta condición que, por otro lado, se presenta en infinidad de variaciones. De ahí que más que de «autismo» a secas, el día de hoy se habla de «trastorno del fantasma autista», incluyendo de esta forma a un abanico de formas en las que se manifiesta el autismo.

El trastorno del fantasma autista está vinculada al neurodesarrollo  y a perturbaciones en el funcionamiento cerebral. Entre otras muchas cosas, provoca contrariedades en la persona en el momento de percibe y socializa con otras personas. Las personas que tienen TEA padecen inconvenientes de interacción social y de comunicación si bien, en dependencia del caso, puede incluir otros síntomas, como patrones de conducta repetitivos, contrariedades en el momento de entender las manifestaciones no verbales, inconvenientes sensibles, etc. Debido a que puede presentarse por medio de una enorme pluralidad de síntomas y de niveles de gravedad, no es posible clasificar un solo género de autismo sino más bien un extenso fantasma que ha de ser tratado de forma individual.

Para aprender a hablarle a un pequeño con autismo va a haber que estimar que el trastorno complica o bien impide la capacidad de interpretar expresiones, entender la comunicación no verbal, o bien interpretar las conductas sociales, los tonos de voz o entender las emociones. De ahí que son pequeños textuales y directos. Por todo ello, es necesario crear un canal de comunicación que le deje desarrollar estas habilidades.

Aprender una nueva comunicación

¿De qué manera hablarle a un pequeño con autismo? Lo primero es procurar crear el contacto visual para entonces establecer el vínculo. Es necesario tener paciencia y suavidad en el momento de vincular, eludiendo los desafíos y los tonos fuertes. Los pequeños con autismo precisan de la reiteración puesto que pueden reiterar palabras o bien oraciones mas no entender de qué forma emplearlas. Es útil adelantar a los pequeños con autismo y organizarlos de forma ordenada para entonces poder comunicarse mejor. Por ejemplo: si pasarán un día afuera, puedes dibujar cada acción que efectuará a lo largo del día a fin de que las entienda, asimile y tenga tiempo de acomodarse. Lo mismo en el caso de su rutina diaria escolar.

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Los pequeños con autismo precisan un proceso de entendimiento diferente y de ahí que que al hablarles siempre y en todo momento hay que tener la premisa de que lo mejor va a ser hacerlo de forma tal que les ordenemos la información. Contextualizar lo que se afirma los ayuda a entender mejor el significado de la comunicación a fin de que entonces la puedan digerir mejor. Evita los sarcasmos y si sientes que no tienes paciencia en un instante, tal vez no sea el instante conveniente para charlar. En ocasiones los pequeños pueden sentir una enorme demanda o bien demasiada presión en estos casos. De ahí que lo mejor tal vez sea darles un respiro y reentablar la comunicación cuando sea un instante más sereno para los dos.

Hablarle a un pequeño con autismo implica aprender un código nuevo que va a tomar tiempo y esmero. Es esencial no perder la calma y si bien hay instantes en los que los progenitores se sienten muy estresados frente a los resultados nulos con el tiempo probablemente se consiga una evolución conveniente y el pequeño poquito a poco aprenda a comunicarse con el planeta.