La transformación del cuerpo de una futura mamá es ineludible y el desarrollo de las mamas para una lactancia materna es parte de este proceso. Los tubérculos de Montgomery o bien glándulas areolares son parte de esta alteración y siempre y en toda circunstancia para un mejor cuidado de la maternidad.
Los tubérculos de Montgomery son unos pequeños bultitos que aparecen en torno a las aureolas de los pezones. Si bien parezca algo disfuncional, verdaderamente no lo es, tiene su función y es plenamente natural que aparezca durante la gestación.
Cambios que acompañan en el comienzo del embarazo
Unos de los primordiales cambios en el comienzo de la gestación es el incremento de los pechos. Entre sus cambios va a ser la sensibilidad de la zona y un aumento de las areolas que se tornarán a un color obscuro de la zona. No hay que dejar a un lado la presencia de los tubérculos de Montgomery. Entre otros muchos de los síntomas son la ausencia de la regla, las náuseas matinales, la retención de líquidos, mucho cansancio y la perturbación del humor.
¿Qué son los tubérculos de Montgomery?
Los tubérculos de Montgomery son unos pequeños bultos o bien glándulas que aparecen en pequeña o bien mayor medida y que se ubican alrededor de la areola del pecho y del pezón. Aparecen a lo largo del embarazo y tienen una función esencial en el instante de la lactancia.
Su función es la de sostener lubrificada y también hidratada toda la zona, desde el pezón a toda la areola. Crea una película protectora que evitará la sequedad, la aparición de fisuras y bloqueará cualquier ataque microbiano a la zona.
Foto extraída de medciclopedia.net
Su forma característica se hace muy perceptible para poder ser reconocido por el bebé. No solo es su forma, sino asimismo secreta un fragancia muy especial a fin de que sea reconocido. Por eso se estimule el gusto y el olfato del recién nacido a fin de que se oriente mucho mejor en su instinto.
Por su forma y composición va a ayudar a que la boca del bebé pueda absorber con más facilidad. Va a crear una suerte de sellado y de vacío a fin de que el lactante pueda alimentarse con considerablemente más sencillez.
Estas glándulas no solo aparecen en el embarazo y debido a la función de las hormonas. Hay mujeres que no están embarazadas y asimismo presentan estos tubérculos. Tienen un aspecto un tanto menos marcado y acostumbra a llamarse tubérculo de Morgagni. No prestan de ningún género de función y se pueden observar con considerablemente más atención cuando el pezón se estimula.
Cómo cuidar a esta zona
Para poder sostener esta zona con total garantía hay que cuidar de su función antibacteriana. A la hora del aseo hay que hacerlo no usando jabones, sencillamente se puede hacer un enorme enjuague con agua y nada más. Aun tras cada toma no hace falta adecentar la zona continuamente por el hecho de que podría resecarse, exactamente las mismas glándulas tienen un sistema de lubricación que van a hacer su función.
Estas glándulas pueden segregar aceites que facilitan una enorme lubricación y a ello hay que sumarle su fragancia y sabor. Una ducha normal y fácil va a ser todo lo preciso para sostener una adecuada higiene y mantenimiento de esta zona.
Infección de los tubérculos de Montgomery
Estas glándulas pueden llegar a inficionarse, con lo que llegan a inflamarse y bloquearse. En esta infección se manifestará la presencia de sangrando, picazón, secreción de pus por el pezón y algún género de erupción en su alrededor. Cuando aparezcan estos síntomas es esencial asistir al médico a fin de que se haga una revisión de la zona y un posible tratamiento.
Es esencial hacer un seguimiento adecuado de su limpieza y sobre todo no manipular los pequeños bultos. Se puede pensar que es algún género de acne y hay personas que piensan que precisan presionarlos a fin de que desaparezcan. Hay que evitar apretarlos en tanto que se puede romper su composición y se puede generar mayores molestias, dejando una vía abierta a posibles infecciones.