¿Estás combatiendo con tu hijo pequeño, tratando de que duerma la siesta, mas coge rabietas, pone mil disculpas y se niega a relajarse? Si has llegado a este artículo, seguramente estés buscando algo de solidaridad, cordura o bien quizá solo un tanto de paz y calma.
Respira hondo, esta etapa no va a durar por siempre, y todos tus sacrificios a fin de que tu hijo se duerma van a dar sus frutos. Solo hace falta continuar estos consejos.
Los buenos hábitos de sueño pueden ser clave de cara al desarrollo de un pequeño. La Academia Estadounidense de Medicina del Sueño (AASM) incluye siestas para bebés y pequeños pequeños hasta los cinco años de edad en sus recomendaciones de sueño, y asimismo cuentan con el respaldo de la Academia Estadounidense de Pediatría.
¿Qué beneficios debe nuestro pequeño haga la siesta?
Los beneficios para los pequeños que duermen la cantidad de horas recomendadas con regularidad incluyen un mejor aprendizaje y memoria, una mejor capacidad de atención, un comportamiento más positivo, un mejor estado anímico y salud física, como una mejora general en su calidad de vida, conforme el AASM.
Entonces, ¿qué puedes hacer cuando tu hijo no desea hacer esa valiosa y ventajosa siesta de la tarde? Estos 7 consejos te servirán de ayuda:
1. Cálmalo con un ligero masaje
Una buena técnica es hacerles suaves masajes en la espalda y la cabeza. El masaje aumenta el vínculo entre un pequeño y su cuidador, conforme Infant Massage USA. Aumenta los niveles de melatonina del pequeño, lo que mejora su ciclo de sueño.
3. Prepara «el escenario» para la siesta con tiempo
De exactamente la misma forma que apagas las luces, prepara a los pequeños para la hora de la siesta. Lo mejor es empezar el periodo de relajación más o menos una hora ya antes de la siesta.
No se trata de suprimir por completo el tiempo en frente de la pantalla una hora ya antes de la hora de la siesta, sino se debe dejar con el volumen bajísimo. Y los adultos deben sostener silencio y actividades no estruendosas.
4. Emplea aplicaciones de meditación y cuentos
Aplicaciones como Nighty Night y Stop, Breathe & Think Kids sirven como formas interactivas de relajar a los niños lo bastante para tener un instante de calma y arrullarlos a fin de que se duerman.
En Nighty Night, los pequeños van a escuchar una narración sobre una granja llena de animales que se quedan dormidos, uno por uno, animándolos a hacer lo mismo. Stop, Breathe & Think Kids es una de las múltiples aplicaciones libres en iOS y Android para educar a los pequeños a pensar lejos del atareado día y en un estado de atención y relajación.
Las aplicaciones de narración de historias se pueden utilizar de forma afín para instar en el momento de la siesta.
5. Da un camino en coche
Muchos adultos conocen los efectos de un viaje largo y que se nos cierren los ojos. Es simple quedarse dormido tras el volante cuando ya estás exhausto y de manera cómoda sentado, escuchando el suave estrépito del motor del vehículo. Es un hábito peligroso para los conductores, mas para los bebés y pequeños pequeños como pasajeros, conducir en turismo podría ser el billete para una siesta sólida.
Una vez dormidos, pasarlos del turismo a casa es simple.
6. Ofrece una recompensa por la siesta
En este caso procuramos convencer al pequeño, si bien no es de las opciones mejores. Siempre y en todo momento es preferible procurar asistir o bien explicar que terminar «negociando», sobretodo con menores de cinco años. Incluso de esta forma, si no hay forma humana de conseguir que haga la siesta, puedes decantarse por ofrecerle algo que le agrada. Por poner un ejemplo, si hace la siesta va a poder ver media hora la TV.
El Center for Parenting Education afirma que los progenitores deben negociar toda vez que resulte posible desde los seis años, y que la negociación es un desarrollo sensible propio de un pequeño de ocho años. Conforme KidsHealth.org , los pequeños «que participan en las resoluciones están más motivados para llevarlas a cabo».
7. Reconocer cuando pasar de hacer siesta a dormir más por la noche
Es absolutamente normal que los pequeños hagan menos siestas conforme crecen, conforme Miller Shivers, sicólogo clínico en Siquiatría Infantil y Adolescente del Centro de salud Infantil Ann & Robert H. Lurie de la ciudad de Chicago.
Tenemos que ser siendo conscientes de la edad de nuestro hijo y darnos cuenta de en qué momento deberían concluir sus días de siesta.
La National Sleep Foundation afirma que los pequeños pequeños precisan entre doce y catorce horas de sueño al día; no obstante, solo el cincuenta% de los pequeños de cuatro años aún duerme la siesta, y solo el treinta% aún duerme la siesta a los cinco años.
Los pequeños deben hacer siestas de manera regular, mas si tienes contrariedades con tu hijo de tres años o bien más, quizá sea mejor dejar la siesta y acostarlo más temprano. Aprender a reconocer en qué momento tu hijo está ya listo para dejar la siesta aparcada a un lado, es una parte de ser padre. Cuando sea este instante vas a deber revisar que duerma más de noche.