Actualizado en el mes de diciembre 2021
¿Tu bebé llora y lo notas caliente? ¿Piensas que puede tener fiebre y no sabes qué hacer? Este es un tema fundamental en pediatría y que provoca un muy grande número de consultas en emergencias por el hecho de que produce muchas dudas y preocupación.
Nuestra pediatra, la Dra. Marta Garín, te va a enseñar a reconocer qué temperaturas son alarmantes y cuáles frecuentes, cuál es la duración media de un cuadro febril, como a ver en qué momento y de qué forma tratar estos capítulos febriles.
¿Qué hallarás en esta guía?
¿Qué es la fiebre?
La fiebre es una elevación de la temperatura anatómico sobre su rango normal. Para comprender por qué sucede esta elevación, explicaremos unas nociones muy básicas sobre la termorregulación.
El hipotálamo es parte de nuestro cerebro que se encarga, entre otras muchas tareas, de sostener al organismo a una temperatura incesante en torno a 37ºC, que es la óptima para el funcionamiento de todas las estructuras corporales.
Cuando llega un invasor (virus, bacteria, etc.), se liberan una serie de mensajeros químicos y el hipotálamo recibe la orden de reajustar la temperatura, por lo que sube el termostato.
El objetivo del aumento de temperatura es ayudar a nuestro sistema inmunológico a luchar contra aquello que esté produciendo la infección.
Según lo que aumente la temperatura, podemos hablar de:
- Febrícula: es el aumento de temperatura por encima de los treinta y siete.5ºC
- Fiebre: es el incremento de temperatura por encima de los 38°C medida en un lactante a nivel rectal. Es cierto que, a nivel axilar, podría considerarse 37.6ºC como fiebre, pero a efectos prácticos hablaremos de una temperatura superior a 38ºC.
Referencias: Adela-Emilia Gómez Ayala. La fiebre en la edad pediátrica. Pautas de actuación. Offarm 2008; 27:1, Asociación Española de Pediatría AP. Decálogo de la fiebre. 2012, Hernández Morillasa D, Callejas Pozo JE et al. Fiebre: ¿cómo medir la temperatura?, ¿cuándo y cómo tratar la fiebre? Guía ABE 2011.
¿Cuáles son los síntomas de fiebre?
La elevación de la temperatura va a acompañarse de otros signos visibles que podrás observar en tu hijo:
- Cambios en la coloración: la vasoconstricción inicial (los vasos sanguíneos disminuyen su calibre para evitar pérdida de calor) les puede dar a los niños una coloración fea, azulada.
- Frío inicial y posterior sensación de calor: También pueden aparecer los escalofríos (que buscan también un ascenso térmico) y la sensación de frío que les lleva a pedir abrigo. Posteriormente, cuando se alcanza la nueva temperatura diana, se inicia la sensación de calor, la vasodilatación (vuelve el color a los niños que sonrojan las mejillas) y tienden a desabrigarse.
- Taquipnea: Aumento de la frecuencia respiratoria.
- Taquicardia: Aumento de la frecuencia cardíaca.
Esta será la respuesta normal de tu peque ante la elevación de su temperatura.
Asimismo, notarás que se produce un decaimiento en el bebé, que come menos e, incluso en los lactantes, puede aparecer a veces un quejido.
¿Cómo tomar la temperatura a un bebé?
Cuando sospechas que tu bebé tiene fiebre, lo primero será tomarle la temperatura.
Para ello debes usar termómetros, porque a los pediatras nos interesa mucho qué temperatura está teniendo y cada cuánto tiempo ocurre el ascenso febril.
Esto va a condicionar nuestro modo de valorar el cuadro y por ello es necesario que no te fíes de las “sensaciones febriles” no termometradas sino de las fiebres bien medidas.
¿Qué usar para medir la fiebre?
A la hora de tomar la temperatura vamos a encontrar distintos dispositivos.
Lo ideal será usar termómetros digitales y te recomiendo que busques uno que tenga punta flexible y que sea rápido, ya que esperar 30 segundos para obtener temperatura en un niño puede ser misión imposible.
No te recomiendo usar termómetros de infrarrojos (ni de frente ni de oído) porque son poco fiables.
¿Dónde medir la temperatura?
Respecto al mejor lugar para medir la temperatura, vamos a hacer varias consideraciones:
- En lactantes, usaremos preferentemente el recto porque aún no regulan bien en zonas distales (fíjate que los bebés pequeñitos a menudo mantienen las manos y los pies fríos). Además, es más fiable, puesto que le influye menos la temperatura ambiente y es más constante.
- En niños más mayores, podemos usar la axila o los pliegues inguinales.
Importante
Debemos tener en cuenta que la temperatura medida en el recto es más alta que la medida a nivel axilar o inguinal. Se estima que de media, a nivel rectal, habrá medio grado o un grado más que a nivel axilar.
¿Qué puede causar fiebre en bebés?
La mayoría de los cuadros febriles en los niños van a ser causados por agentes infecciosos, en su gran mayoría virus.
Debes saber que existen otros tipos de fiebre pero que no son tan habituales, como por ejemplo:
- Fiebres que producen algunas enfermedades inflamatorias (como la artritis reumatoide juvenil)
- Algunos procesos tumorales
- Fiebres que se originan a nivel central, porque se “avería” el mecanismo hipotalámico de control de temperatura.
Pero no te asustes, como te digo, estas son fiebres raras en los niños y, ante un episodio febril de tu hijo, lo primero que hay que pensar es que tenga un cuadro infeccioso y muy probablemente de origen viral.
Patrón de la fiebre en bebés
Verás que, cuando acudes al pediatra, te va a preguntar, entre otras cosas, cuál es la temperatura que alcanza tu hijo y cada cuánto tiempo ocurre. Y es que estos dos parámetros nos van a dar mucha información sobre el posible origen del cuadro y su gravedad.
Frecuencia
La fiebre baja y vuelve a ascender, pues el patógeno (el virus, la bacteria, el bicho en cuestión) sigue presente y periódicamente su cuerpo estimula de nuevo el proceso febril.
Esa frecuencia por la que preguntamos nos sirve para hacernos una idea de la gravedad del cuadro, ya que tienden a ser más frecuentes (cada 3-4h) las primeras 48h de cualquier cuadro viral y a espaciarse (cada 6-8h) a partir del tercer día, con lo cual es evidente que ocurre una mejoría.
Del mismo modo, si un tercer día tiene una fiebre más frecuente que al inicio, es motivo de volver a la consulta, porque puede ser el signo de un empeoramiento del cuadro infeccioso.
De ahí que siempre preguntemos la frecuencia de los picos febriles.
Temperatura
La fiebre más frecuente suele ser 38-39ºC de predominio vespertino (más por la tarde-noche), que cede con antitérmicos y en la que el niño se encuentra relativamente bien entre los picos febriles.
Una temperatura superior a 40ºC debe ser motivo de consulta prioritaria. Es por ello que siempre preguntamos qué temperatura máxima ha alcanzado.
¿Qué hacer cuando el bebé tiene fiebre?
Es importante que sepas cuándo hay que tratar la fiebre de tu hijo y qué debes usar en cada caso, pero siempre con el asesoramiento de tu pediatra.
Por eso, antes de medicar, deberías hablar con el médico para que decida si es necesario y cuál es la mejor medicación en el caso concreto de tu hijo.
Hablemos de antitérmicos
A la hora de medicar la fiebre se suele tener en cuenta la temperatura y la mayoría de pediatras aconsejarán medicar a partir de 38ºC axilar y 38,5ºC en el recto. Pero lo primero que debemos considerar es el estado general del niño.
Si tu hijo está feliz, jugando y tiene 38ºC, no tienes por qué medicar. Bastará esperar un poco e ir controlando su estado general. Llegado el caso, si se encuentra mal, será el momento de valorar el uso de un antitérmico.
Por el contrario, si tiene 37.6ºC (que ya vimos que no lo consideraríamos fiebre como tal) pero está decaído, será recomendable usar medicación.
Nunca le des un antitérmico pautado, es decir, cada 4h por ejemplo a menos que lo prescriba tu pediatra, ya que el administrarlo o no va a depender del estado general del niño, y puede que a las 4h se encuentre bien y no vaya a precisar ningún tipo de tratamiento.
¿Qué antitérmico as apto para bebés?
La opción más adecuada suele ser el paracetamol, ya que es un excelente antitérmico, puede administrarse desde el nacimiento y no tiene los efectos a nivel estomacal del ibuprofeno.
¿Qué otras opciones existen y cuándo emplearlas?
Básicamente, en los niños, tenemos 2 antitérmicos, además del paracetamol: metamizol e ibuprofeno.
- Los tres bajan la temperatura y los tres disminuyen el dolor (analgésicos). Solo el ibuprofeno es, además, antiinflamatorio (baja la inflamación).
- Diferentes estudios han demostrado una eficacia similar entre el paracetamol y el ibuprofeno para el descenso de la temperatura en los niños con fiebre, salvo en mayores de 5 años, en los que algunos trabajos demuestran que el ibuprofeno tiene una mayor eficacia.
- El metamizol se reserva para fiebres que no ceden. Es un antitérmico que empleamos “de rescate”, por ejemplo si hace 2h que administraste paracetamol y no observas un descenso de la temperatura.
Vías de administración
- Vía oral: es la más utilizada y, además, la más fiable, ya que la absorción se produce mejor.
- Vía rectal: dada su absorción más errática y su mayor incomodidad para el peque, suele usarse bastante menos. En algunos niños es de elección porque no toleran la vía oral.
- Vía intravenosa: se reserva a niños que están ingresados en el hospital y tiene ya un acceso intravenoso para administración de suero u otra medicación.
Referencias: Moreno-Pérez D, Chaffanel Peláez M. Antitérmicos, padres y pediatras. ¿Tenemos conclusiones para todos ellos? Evid Pediatr. 2006;2:16, Vademecum Paracetamol, Ibuprofeno, Metamizol
¿Deben alternarse antitérmicos?
En general no se deben alternar, salvo que el estado general del niño sea malo y no quede otra opción.
Como demuestran diversos estudios, esta práctica puede llevar a la sobremedicacion y a errores en la dosificación.
Otros métodos empleados para bajar la fiebre: medidas físicas
Aquí nos referimos a los “paños fríos” de las abuelas y los baños tibios.
En general, la evidencia científica no apoya el uso rutinario de la esponja húmeda para reducir la fiebre, ni de baños tibios, aunque pueden aumentar el confort.
Así que solo usaremos estas medidas si sabemos que ese baño o esos paños van a relajar al niño, pero no de forma rutinaria y menos aún si lo que vamos a conseguir es que se enfade o llore.
Sí se recomienda desabrigar al peque cuando tienen fiebre.
Si ya le has dado el antitérmico, espera. Y es que no existe urgencia en bajar la temperatura.
Ten en cuenta que no es deseable un descenso de 2-3 grados en una hora, sino que el termostato irá adaptándose poco a poco. Los cambios bruscos de temperatura pueden propiciar convulsiones febriles en niños susceptibles, con más probabilidad si forzamos estas bajadas.
Preguntas frecuentes sobre la fiebre en bebés
¿Y si tiene convulsiones?
Las convulsiones febriles típicas son aquellas que ocurren en menores de 5 años, coincidiendo con una temperatura mayor de 38ºC.
Existe una predisposición genética y, por tanto, cierta heredabilidad, (que uno de los padres haya tenido convulsiones febriles en su infancia).
Si ocurren por primera vez, lo mejor es que acudas a un centro sanitario donde los pediatras sabremos determinar si se trata, o no, de una crisis febril típica.
Si lo fuera, te tranquilizaremos, te explicaremos cómo proceder cuando se produzcan y qué medicación administrar en caso de que dure más de 10 minutos.
¿Cuándo es el momento de llamar al médico por fiebre infantil?
Los signos de alarma que obligan a una evaluación médica inmediata son:
Mal estado general
Temperatura superior a 40ºC
Respiración dificultosa
Fiebre en un menor de 3 meses
Y otros que te orientarán sobre la necesidad de consultar de forma ambulatoria con el pediatra habitual:
- Fiebre durante más de 72h
- Fiebre que ha regresado tras uno o dos días afebril
¿Qué hago si vomita el antitérmico?
De forma general, si ha vomitado el antitérmico antes de 20 minutos tras su administración, habría que repetir la dosis completa.
Si el vómito ha acontecido entre 20-30 minutos tras su toma, podemos dar la mitad de la dosis.
Si el vómito se produce por encima de esos 30 minutos, asumimos que ya se ha absorbido el antitérmico y no será necesario volver a dárselo.
Conclusiones
Ante la fiebre de tu hijo, intenta no entrar en pánico. Recuerda que:
- La fiebre es muy frecuente, sobre todo entre los 3 meses y los 3 años de vida. A menudo antecede al resto de síntomas, con lo que si acudís muy pronto a urgencias o a la consulta por fiebre, el foco aún no esté claro y no será hasta unas horas después cuando empiece el catarro.
- En un menor de 6 meses, te aconsejo acudir cuanto antes; y si es menor de 3 meses, es obligado acudir a urgencias para su valoración.
- Si la temperatura supera los 40ºC, también es preferible que lo revise su pediatra.
- Si tiene una fiebre que ha regresado tras 24-48h afebril, es mejor que lo valore su pediatra de nuevo.
- Si tu hijo ya es mayor de 1 año, está con buen estado general y acaba de darle fiebre ahora mismo que baja bien con el antitérmicos… calma. Espera un poco para acudir a urgencias, porque es posible que aún no se haya desarrollado del todo lo que genera la fiebre y el pediatra tampoco vea nada.
- Recuerda que el proceso de la fiebre se sucederá en picos más o menos frecuentes y, por supuesto, durará varios días, habitualmente entre 3 y 5, bajará con el antitérmico y después subirá de nuevo.
- Si tu hijo ya mayor de 6 meses, con buen estado general, sigue con fiebre después de 48h, te aconsejo que lo valore vuestro pediatra. Si siguen teniendo fiebre, a mí me gusta ver a mis pacientes, a las 24h-48h, al 4º y al 6º día. Así podré veros y deciros, “Es normal, tranquilos”. Pero, para eso, necesitamos reevaluar con frecuencia a tu bebé y así decidir como médicos si hay que hacer algo distinto o simplemente esperar.
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