en qué momento y de qué forma se sienten

Actualizado en el último mes del año 2021

¿Llevas poco tiempo de embarazo y sientes contracciones? ¿Estás en tu último trimestre y semeja que tu cuerpo desea ponerse de parto ya antes de tiempo?

Durante la práctica totalidad del embarazo, el músculo uterino se contrae con relativa frecuencia para prepararse para el instante de dar a luz. Estas contracciones se llaman de Braxton Hicks y aparecen en todos y cada uno de los embarazos, si bien la gestante no las identifique.

Hoy deseo hablarte de esta clase de contracciones a fin de que, cuando las sientas, sepas qué son, qué debe hacer y de qué forma puedes distinguirlas de las contracciones ya antes del parto.

¿Qué son las contracciones de Braxton Hicks?

El útero es una estructura formada por músculo estriado y, como tal, tiene la capacidad de contraerse y relajarse.

Cuando levantas el brazo en forma de L y aprietas, sacando bola para probar tu fuerza, estás contrayendo el bíceps. Al hacerlo, en dependencia de lo ejercitado que esté, al tacto se aprecia duro.

Las contracciones de Braxton Hicks hacen lo mismo en el útero, lo van ejercitando de cara al parto, poniéndolo duro, de forma involuntaria. 

Cómo y en qué momento se sienten

A partir de las seis semanas empieza a haber contracciones uterinas, de Braxton Hicks, si bien tan precozmente no se acostumbran a apreciar.

La mayoría de las mujeres empieza a advertirlas a finales del segundo trimestre o bien ya en el tercero, si bien hay mucha variabilidad, ¡en mi embarazo las aprecié bastante intensas desde la semana dieciocho!

Algunas mujeres solo aprecian al tocar su abdomen que en el interior algo se pone duro, tal y como si llevasen bajo la piel un balón de baloncesto muy hinchado. Si hay bastante grasa anatómico, es posible que ni tan siquiera te percates de las contracciones.

Otras mujeres aseveran sentirlas con sencillez sin precisar palparse el abdomen, aun resultándoles molestas.

¿Qué diferencias hay con las contracciones de parto?

A estas contracciones se les llama en ocasiones “falsas contracciones de parto”. Personalmente, no me agrada llamarlas de este modo, pues semeja que les quitamos la relevancia que tienen de cara al parto. ¿Te imaginas a tu útero debiendo asistir a salir a tu bebé sin haber entrenado nada anteriormente para ese enorme trabajo que le va a tocar hacer?

Juegan un papel importantísimo, si bien posiblemente te hagan pasar un mal rato pensando que el parto puede desencadenarse ya antes de tiempo.

Hay ciertas peculiaridades que te van a ayudar a distinguir las contracciones de Braxton Hicks de las contracciones del trabajo de parto:

Se acostumbra a charlar mucho asimismo del dolor para distinguirlas, si bien creo que hay que ser precavida con esto, pues y también umbral del dolor de cada mujer es muy variable y personal:

• Las contracciones de Braxton Hicks no son dolorosas, mas pueden ser molestas.
• Las contracciones de los pródromos de parto cada vez son más intensas, lo que implica que cada vez sean más molestas, mas la experiencia del dolor de nuevo es muy variable.

Es por todo ello que te invito a que, si piensas que aguantas el dolor considerablemente más de lo que lo acostumbra a hacer la mayor parte, no te guíes por él.

Habitualmente, cuando las contracciones empiezan a ser dolorosas y usuales, la dilatación del cuello del útero es menor de dos-tres centímetros, mas en alguna ocasión he atendido a mujeres con cuatro o bien cinco centímetros de dilatación y contracciones que solo referían como molestas, no dolorosas.

Pese a que estas pocas agraciadas son casos prácticamente anecdóticos en mi experiencia, prefiero explicar la diferencia entre contracciones atendiendo solo a su frecuencia, duración y también intensidad.

¿Qué hacer frente a las contracciones de Braxton Hicks?

Si no te incordian, no hay que hacer nada.

Pero si te resultan incómodas:

• Una ducha o bien baño de agua caliente te calmará.
• Mantente hidratada tomando suficiente agua, la deshidratación las acentúa.
• Escucha a tu cuerpo. Es posible que sientas alivio al sentarte o bien tumbarte de lado y reposar o bien es posible que te venga mejor pasear.
• Los ejercicios de respiración y relajación van a ser tus grandes aliados.
• Si tus contracciones empiezan a tener las peculiaridades de las contracciones propias del parto y estás de menos de treinta y siete semanas, asiste al centro de salud. No pasa nada si vas por una falsa alarma, es algo frecuente y si vas a quedarte más sosegada sin la duda, ¡para eso estamos!

Si las contracciones no son molestas, mas se acompañan de ruptura de bolsa, sangrado vaginal, fiebre, dolor intenso de cabeza, etc., asiste asimismo al centro de salud para una conveniente valoración.

Conclusiones

¡Tu útero lo hará excelente con tan buena tabla de adiestramiento a lo largo de meses!

Tu cuerpo está fantásticamente creado a fin de que, llegado el instante del parto, todo fluya. Con esmero, sí, mas asimismo con normalidad.

Disfruta de esos pequeños detalles preparatorios de tu cuerpo, son un pasito más para aproximarte al instante de poder abrazar al fin a tu bebé.

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