Las orejas de soplillo son una de las imperfecciones más frecuentes desde el nacimiento. No supone ningún inconveniente auditivo en el pequeño ni ninguna disfunción física, mas sí es verdad que, especialmente si las orejas son bastante pronunciadas, puede ocasionar algún malestar sicológico.
Aun de este modo, hay que meditar que cada pequeño es un planeta. Cada individuo tiene su forma de oreja, ciertos tienen orejas con grandes pabellones, otros las tienen con forma alargada o bien puntiaguda, etc. Lo esencial es admitir tu apariencia externa y vivir con ella. Mas como hemos comentado, en ocasiones puede suponer un inconveniente para el estado sicológico del pequeño.
¿Es posible eludir las orejas de soplillo?
En realidad es una característica física que se desarrolla en el útero (alrededor del sexto mes de embarazo) y tiene un origen hereditario. Con lo que es bastante difícil eludir que se peguen las orejas.
Antiguamente, si un pequeño nacía con orejas de soplillo, se habituaba a ponerle unas bandas muy ajustadas en las orejas para procurar solventar el inconveniente, mas si no se hace bien no sirve de mucho: esta forma de la oreja tiene un origen genético y que se desarrolla ya en la vida intrauterina, entonces en el curso de la vida el cartílago medra, aumenta y la manera de las orejas puede mudar, aun en la edad adulta.
Lo que sí sirve es prestar atención cuando el bebé tiene ciertas semanas. Hay que fijarse bien en sus orejas cuando duerma en la cuna o bien esté en el coche. Esto es para eludir que el cartílago, aún blando y dúctil, se irregular con el tiempo debido a una situación incorrecta. Si vemos que cuando está en estas situaciones se le desfigura la oreja vamos a deber mudarlo de situación por el hecho de que eso sí puede afectar en la manera que tenga más tarde.
Así puesto que, ¿qué puedes hacer si tu hijo tiene orejas de soplillo?
La única forma de solventar el inconveniente de forma radical es la cirugía, y ya cuando sea mayor y si ves que le afecta en la vida personal. Es esencial, ya antes de resolverse a corregir quirúrgicamente las orejas, interrogar al pequeño, investigar de qué manera este defecto afecta a su vida social, en su estado sicológico. No deja de ser una operación y, por ende, es fundamental que el pequeño sea consciente de lo que hace y de que esté plenamente conforme con la resolución tomada.
Una buena opción es contemplar conocidos con las orejas de soplillo, como por poner un ejemplo, Will Smith. Hacerle ver al pequeño que tener orejas de soplillo no es ningún género de óbice. Si a pesar de todo, le causa inconvenientes sicológicos, entonces es el instante de asistir a un especialista.
Tanto en adultos como en niños, el tratamiento más usado para solventar este inconveniente estético es una cirugía llamada otoplastia, que se efectúa de forma ambulatoria y con anestesia local. Consiste en moldear los cartílagos perturbados por medio de un corte en la zona siguiente de la oreja de forma que la cicatriz quede oculta y apenas perceptible. Esta cirugía se puede efectuar a partir de los cinco años, puesto que en este periodo ya se completa el desarrollo del cartílago.