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Por qué razón mis hijos son muy demandantes

22 enero, 2022

Por qué mis hijos son muy demandantes

Todo pequeño demanda por necesidad, pues son pequeños y precisan esa atención que mismos no se pueden prestar. Mas la demanda se puede transformar en una demanda exorbitante y transformarse en una alta demanda. Muchas familias no saben de qué manera encarar este hecho y se preguntan el por qué razón sus hijos son muy demandantes.

Un pequeño con una vida normal y un desarrollo evolutivo normal está en el rango de sus límites de demanda. Mas en el momento en que un pequeño no está en condiciones de desarrollarse al ritmo del resto y necesita atención singular, acá debemos repuntar que es un pequeño con “alta demanda”.

Cuando los hijos son muy demandantes

Un pequeño se transforma en un enorme demandante cuando se le valora personalmente con ese comportamiento. Es posible que los progenitores no administran bien las demandas de un pequeño pues quizá sí que es cierto que lo precisa. O bien quizá son los pequeños, quienes son más demandantes y les agrada absorber la atención y la demanda de los progenitores.

Para poder examinar esta situación hay que saber si el pequeño verdaderamente es muy demandante. Lo que para bastantes personas esta clase de actitud puede ser un comportamiento normal, para otros va a ser de un alto grado y habría que examinar si es cierto. Hay que ser siendo conscientes de que los pequeños son demandantes por naturaleza, cuando menos cuando son bebés, y que después deben ir reemplazando con determinadas obligaciones.

Por qué mis hijos son muy demandantes

¿Qué les caracteriza ser realmente demandantes?

La dependencia puede ser una riña continua entre progenitores y también hijos. Son pequeños con una alta demanda en solicitar o bien protestar con que algo no va bien, si no das contestación a sus solicitudes se sienten cansados, estresados y agobiados. Un día solicitan y al otro día solicitan lo mismo y no se sienten satisfechos.

Las solicitudes más habituales las podemos ver cuando son bebés. Siempre y en todo momento desean estar en brazos de sus progenitores, demandan la atención de la madre para darles el pecho y apenas duermen de un tirón de noche.

Cuando empiezan a tener más independencia es cuando deberían medrar al lado de su curiosidad. No obstante, hay pequeños que no se entretienen con nada, protestan inmediatamente cuando juegan, no están cómodos en la cuna, en la hamaca, en el coche…Para ciertos progenitores vivir con pequeños con tanta demanda se transforma en una supervivencia.

Cómo se comportan los pequeños demandantes

Cada pequeño es un planeta diferente, mas cuando se tienen múltiples hijos en casa es posible que los 2 actúen como muy demandantes. Por norma general, tienen un carácter intensísimo, dónde sus emociones las expresan de forma desorbitada y pueden pasar del lloro a la risa con cambios repentinos.

Por qué mis hijos son muy demandantes

Sus demandas son de todo género, desde la solicitud por cariño, llamadas de atención, que les des tiempo, dedicación… aun cuando se quieren atajar estas formas con algún género de mecanismo o bien estrategia, al día siguiente es posible que sus demandas prosigan sin más ni más.

Entre estas demandas son pues necesitan mucho contacto físico por la parte de sus progenitores. Siempre y en todo momento desearán ese cariño, que les cojan, abracen, arropen, que les cojas de la mano. Estos pequeños tienen una enorme sensibilidad, tanto a nivel físico como sensible. Son altamente sensibles a los golpes, a los ruidos y a cualquier sensación, suponiendo un reto para ellos.

Otros por contra son hiperactivos, con muchas ganar de moverse, con una enorme actividad y cuando siempre y en toda circunstancia están aguardando a ser atendidos por cualquiera que les circunda.

En el sueño acostumbran a tener muchos despertares nocturnos e inclusive sus siestas acostumbran a ser de corta duración. En la nutrición es posible que reemplacen su atención o bien vacío comiendo más comida de lo común, para sentir más confort.

Para poder solucionar sus enfrentamientos emocionales no hay nada mejor que el diálogo y el acompañamiento en sus emociones. Charlar con ellos les conforta y responder a sus demandas asimismo, mas con un autocontrol. Hay que establecer reglas y rutinas, no podemos dejar que la demanda aumente sin una base. Frente a las súplicas de los pequeños hay que tener mucha paciencia y calma, estas situaciones anularán mucho el instante y con el tiempo se pueden calmar las demandas.