Desde marzo dos mil veinte todo ha alterado. El planeta entero, y de forma especial el ámbito de las bodas, ha dado un giro esencial y podríamos llegar a decir que ha comenzado una nueva era bridal. Hace unos meses ya os contamos ciertas claves de las nuevas bodas y fiestas del amor. Entre ellas resaltamos el formato de las celebraciones íntimas, en las que el tamaño reducido no hace perder un ápice de magia.
Otra de los beneficios de esta clase de celebraciones en confianza es que cada detalle puede estar pensado al milímetro y se pueda personalizar cada elemento de la boda, bordando las iniciales de los convidados o bien dedicándoles notas a mano para darles las gracias su presencia.
En este sentido, hemos visto novios como María y Pere que han adaptado una vajilla singular para la boda, y otros han aprovechado las comodidades que les ofrece su trabajo en Inditex para personalizar unas candelas para sus convidados como lo hiceron Marta y Emilio.
Pero indudablemente, la tendencia que pensamos que ocasionará sensación esta temporada son las servilletas bordadas con los nombres o bien las iniciales de los convidados de De mi hermana. Simples, frágiles, únicas y hechas a mano. Nos cuesta decidirnos por el diseño y nos semeja un detalle bello para guardar para el recuerdo. Y lo vemos asimismo idóneo para celebraciones de pedida con los más íntimos.
Por otro lado, las bodas al aire libre poco a poco más han cogido más estrellato. Engañaríamos si afirmásemos que no son nuestras preferidas y muchas son las parejas que han decidido festejar su gran día bajo una guirnalda de luces, en una jaima, tipi o bien jaima y como es lógico, en un jardín bello en el que el verde y la dicha combinan perfectamente.
Allí las flores, las luces y tanto las mesas de jardín como las sillas de jardín son básicas para crear un entorno mágico. Hace ya un tiempo compartimos diez tipos de sillas para bodas diferentes que os aconsejamos echar una ojeada para hacer una buena elección conforme el género de boda que desees.
Y por último, lo más esencial es la unión de la pareja y las ganas de festejar, por el hecho de que el resto, va a salir solo, seguro.
Hace unos días, en una cena de navidad, nuestra amiga Inés hizo una reflexión que nos impactó y que no deseamos dejar de compartir con vosotras. Pues en ocasiones, con los preparativos de la boda, muchas novias pierden el norte, tienen instantes de saña y de tristeza aumentados por la inseguridad en la que nos hallamos desde dos mil veinte, y es esencial tener siempre y en todo momento en psique estas sabias palabras. ‘Me di cuenta que el matrimonio es la lección de vida más completa y alucinante de todas y cada una. La administración de la más esencial de todas y cada una de las compañías. Asimismo me di cuenta que no vale con quererse. Quererse no vale realmente para mucho. El matrimonio es admitir. Admitirse y admitirte incondicionalmente. Con tus temores, tus inseguridades y tus manías. Es abrazar al otro si bien no comprendas lo que pasa. ¿Pues quién eres tú para comprender todo? Es sencillamente abrazar mucho, sin que te lo soliciten o bien sin que te apetezca. Es estar ahí. El matrimonio es bogar 24/7 en exactamente la misma dirección. Y bogar duro. Es tomar de misma gasolina dirección la luna. El matrimonio sí son las flores por el hecho de que sí y los desayunos en cama por el hecho de que asimismo. Es no juzgar, no juzgarte. Es buscar la risa como único fin de cualquier proyecto. La risa y la sonrisa. Es ser enfermero especialista, si cabe, de heridas abiertas. El matrimonio es aniquilar la palabra rencor de tu léxico y reemplazarla por paciencia. Es parar de dar relevancia a cosas sin trascendencia y centrarse en lo verdaderamente esencial. Es ir de la mano por ahí por el hecho de que 2 siempre y en todo momento han sumado más que uno solo. Es bondad sin límite y el fin de todo prejuicio. Es adorarse más que quererse. Es dejar volar bien alto. Sin cuerdas’
