Cuando tus hijos medran y son más altos que , los días de mudar pañales y despertares nocturnos ya quedaron lejísimos.

Nunca creías que llegaría, sobretodo en esos instantes de agotamiento cuando aún eran bebés, mas al final todo llega.

Y es esencial haber estado ahí en esos instantes de dependencia cuando eran tan pequeños: con las pataletas, con los aprendizajes y las demandas.

Sin embargo me semeja curioso que en ocasiones pretendemos hacer las cosas al revés: deseamos que los pequeños de un par de años “sean independientes” y después no dejamos volar a los de catorce.

Decía Goethe “Solo hay 2 legados perdurables que podemos aguardar dar a nuestros hijos. Uno de ellos son raíces, el otro, alas” y estoy totalmente conforme.

En cualquier caso jamás dejas de aprender mientras que tengas hijos y de ahí que me chifla que en el nuevo BUNDLE de maternidad haya cursos para progenitores de adolescentes.

Recursos para progresar el tiempo familiar, la confianza y la armonía, siempre y en toda circunstancia serán realmente útiles para la vida.

Y cuando llega la adolescencia prosigue siendo MUY esencial el tiempo familiar ¿no crees?