Todos vamos pasando por fases conforme cumplimos años, puesto que nuestros hijos no iban a ser la salvedad. ¿Ha llegado a ese punto de que llora por prácticamente todo? Entonces nos vamos a preguntar qué hacer con las pataletas de mi hijo de cuatro años. Pues sí, los cuatro y cinco años son unas edades difíciles pues semeja que se convierten en cuanto a comportamiento.
Ya son un tanto más independientes, ya empieza a saber lo que le molesta o bien lo que le duele y acostumbran a estar interesados en hacer muchas otras cosas que ya antes acostumbraban a hacer. Mas semeja asimismo que lleva esa temporada más sensible y por eso debamos estar listos para todos esos instantes. ¡Nada mejor que aplicar una serie de consejos!
Rabietas de mi hijo de cuatro años: Ofrécele tu mejor versión
Esto es tal y como si fuera un espéculo y es que o bien se van a ver reflejados en nosotros. Si bien es verdad que sacan su carácter, no está de sobra el ir enseñando de otra forma más práctica a fin de que lo comprendan desde el primer minuto. Se trata de tenernos como modelo y para esto, nos deben ver la mayoría del tiempo sosegados, sin levantar la voz y teniendo siempre y en todo momento una sonrisa para ellos. Claro que no todos y cada uno de los días nos levantamos con el pie derecho, mas debemos procurarlo. Todo esto se resume a servir de ejemplo. Puesto que si deseamos demandar algo, primeramente debemos enseñar que sí lo podemos ofrecer. Para esto, hemos de ser muy pacientes y ofrecerles siempre y en todo momento la mejor palabra o bien consejo a fin de que se alivien y que vean que con las pataletas no logran nada.
Pon siempre y en todo momento límites
Para eludir las pataletas de mi hijo de cuatro años, lo mejor es que ponga una serie de límites. Puesto que de este modo poquito a poco va a conocer cuáles son y cuáles situaciones no están toleradas. Es una forma de instruir con hábitos y estableciendo una serie de reglas y estabilidad. O sea, tener unos horarios, lo que les dejamos hacer en casa y lo que no, etc. Nuevamente, volvemos a insistir en la relevancia de la paciencia, pues no hay duda de que cada pequeño o bien pequeña van a sacar sus propio carácter y en dependencia de cuál es, puede llevarle aproximadamente tiempo el proceso de adaptación a nuestras rutinas o bien límites, mas se logra.
Dale alguna labor que sea fácil
Tampoco les vamos a complicar más el instante, sino más bien todo lo opuesto. Aún les echaremos un cable. Pues verdaderamente ya mentamos que en esta fase los peques se sienten un tanto más independientes. Es por esta razón que podemos ir ofreciéndoles alguna labor, que siempre y en todo momento va a estar supervisada por nosotros, a fin de que se sienta aún más auto-suficiente. Puede ser alguna como vestirse solos, recoger sus juguetes, etc. En la mayoría de los casos, acostumbra a agradarles el tener que hacer esas labores ‘de mayores’. Mas claro, debemos ingeniárnosla para persuadirlos de esta manera.
Espera a que se calme un poco
Cuando los enfados son en un lugar público no hay tiempo para dejarlos que se alivien. Mas tampoco te puedes enojar y menos ponerte a dar chillidos. De ahí que, en un caso así mentamos algo afín y es aguardar a que se calmen. A ciertos les va a costar más mas poquito a poco lo lograrán y asimismo. A las pataletas de mi hijo de cuatro años les va a llegar la calma y va a ser el instante idóneo para charlar con ellos o bien . Mas lo vamos a hacer en un tono suave y sin marcar que estamos enfadados. Lo mejor es que debemos charlar mucho con ellos, de lo que se debe hacer, de lo que no, etc. Puesto que día tras día y punto por punto se percatarán de que dichas pataletas no les llevan a buen puerto pues no logran nada, sino más bien todo lo opuesto.
Intenta desviar la atención del peque
Como conocemos tan bien a nuestros hijos, nada como procurar desviar su atención cuando veas que se acerca el llanto. En ocasiones lo lograremos y otras, la pataleta en cuestión va a ser considerablemente más ligera. De ahí que puedes engatusarlo con algún juguete que le guste o bien aun con esa merienda con la que siempre y en todo momento sueña. ¡Vas a ver como esta fase pronto va a ser el pasado!