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Embarazo, peligro de trombosis: pruebas y terapia

18 febrero, 2022

Mayor peligro de trombosis

El peligro relativo de contraer trombosis venosa profunda y/o venosa pélvica a lo largo del embarazo y en el periodo de forma inmediata siguiente es de cinco a seis veces mayor que en mujeres no embarazadas. Los datos sobre la frecuencia de las trombosis son muy, muy diferentes entre sí, en tanto que los procedimientos diagnósticos objetivos, como la flebografía o bien las pruebas de fibrinógeno radioactivo, acostumbran a emplearse solo con gran confidencialidad en el embarazo. Además de esto, los signos clínicos de la trombosis no son completamente fiables y, frecuentemente, es bastante difícil distinguir entre la tromboflebitis superficial y la trombosis profunda.

La incidencia máxima de trombosis en el embarazo ocurre en el segundo trimestre del embarazo. La pierna izquierda se afecta con considerablemente más frecuencia que la derecha, seguramente pues la arteria ilíaca derecha comprime la vena ilíaca izquierda, atravesándola.

Patogenia de la trombosis en el embarazo

Los 3 factores patogénicos de la tríada de Virchow asimismo resultan determinantes para la aparición de trombosis en el embarazo:

  • cambios en el flujo sanguíneo normal
  • cambios en la composición de la sangre
  • integridad vascular

La trombosis en el embarazo puede resultar de alteraciones en el flujo sanguíneo normal en las extremidades inferiores, ocasionada por la obstrucción del retorno venoso por el útero en desarrollo.

El peligro de trombosis se ve aumentado por las pertinentes perturbaciones del sistema de coagulación, en tanto que frecuentemente se observa un marcado incremento en la síntesis de factores de coagulación y plaquetas.

En particular, puede haber un marcado aumento en los niveles de fibrinógeno de más o menos el doble de los niveles normales (cuatrocientos – seiscientos cincuenta mg/dL) en las etapas terminales del embarazo. Además de esto, asimismo se observa una minoración de los factores del sistema de fibrinólisis.

La trombosis venosa profunda y venosa pélvica observada tras una cesárea asciende más o menos al tres-ocho% en ausencia de profilaxis anticoagulante, o sea, son cuatro-ocho veces más habituales que tras el parto vaginal. La tasa de muerte (mortalidad) por embolia corresponde al dos-tres% y, por consiguiente, es diez veces mayor que la del parto espontáneo.

Como causa se puede estimar el traumatismo quirúrgico de los vasos y tejidos, con mayor presencia de material tromboplástico en la circulación. Las mujeres que desarrollan una infección de los segmentos periuterinos de los vasos están particularmente bajo riesgo.

¿De qué manera se puede tratar la tromboflebitis?

La tromboflebitis es una inflamación superficial que aparece con singular frecuencia durante las venas safenas mayores y menores. Por lo general, los coágulos son pequeños y su desprendimiento no es común en venas profundas, debido a la conformación de las venas y la anatomía de las válvulas.

El tratamiento consiste en medidas físicas locales, o sea, medias de compresión y movilización del paciente.

La terapia de compresión favorece la eficacia del bombeo muscular en las piernas y, por consiguiente, el retorno venoso, lo que por su parte evita la progresión de la trombosis.

Prevención

Los peligros epidemiológicamente probados relacionados con la aparición de trombosis a lo largo del embarazo y en el periodo de forma inmediata siguiente son:

  • mujer encinta en la vejez
  • eventos tromboembólicos previos
  • obesidad
  • humo
  • venas varicosas
  • cesárea previa

Las mujeres embarazadas que corren un peligro particular de padecer dificultades tromboembólicas deben darse de alta cuanto antes.

Además de la profilaxis física (prendas de compresión) y la fisioterapia, en dependencia de la gravedad del peligro, puede ser precisa la profilaxis antitrombótica farmacológica.

La heparina de bajo peso molecular (p. ej., Fragmin P o bien fraxiparina) acostumbra a emplearse pues es segura y fácil de regentar. Estos fármacos se administran una vez al día con una jeringuilla precargada.

Hipercoagulabilidad en el embarazo

Toda una serie de enfermedades innatas y adquiridas conducen a una mayor incidencia de dificultades tromboembólicas en la vida normal y, por consiguiente, más todavía en el embarazo.

Además del tratamiento de la enfermedad latente, a lo largo del embarazo se requiere una prevención física y farmacológica particularmente pormenorizada de la trombosis.