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De qué manera instruir a un hijo en la cultura del esmero

19 febrero, 2022

Todos tenemos algún recuerdo de nuestra niñez en el que alguien mayor nos afirmaba que en esta vida íbamos a tener que esmerarnos mucho para conseguir todo lo que deseábamos. En el planeta en el que vivieron nuestros progenitores y abuelos, las personas debían trabajar durísimo para sacar a sus familias adelante. Mas actualmente, el sacrificio prácticamente es inexistente y se ha instaurado la falsa idea de que nuestras metas se pueden lograr sin esfuerzo.

Nos hemos habituado a meditar que podemos conseguir aquello que deseamos con un solo click. Quererlo y tenerlo. Todo semeja simple, accesible, inmediato, todo se puede adquirir o bien conseguir con facilidad. Las recompensas son veloces y simples de conseguir. Deseamos algo y procuramos la manera veloz, bonita y asequible de lograrlo. Esto hace todo pierda valor, de ahí que es esencial instruir a los pequeños que hay que esmerarse para lograr lo que desean. Solo de este modo valorarán y van a apreciar las cosas en su justa medida.

¿Adiós al esmero?

esfuerzo

Nos han hecho pensar que podemos aprender idiomas, estar en perfecta forma física o bien ser realmente populares con poquísimo trabajo y sacrificio. Las redes sociales nos aproximan a un falso éxito, ese que se confunde con tener muchos likes o bien seguidores. Nos venden que podemos ser felices confiando solamente en la fortuna o bien en el trabajo del resto. Muchos progenitores padecen cuando sus hijos se esmeran y no logran sus objetivos. Tienden a allanarles el camino, a solventar sus inconvenientes, a sobreprotegerlos a fin de que no se frustren o bien a fin de que no cometan fallos.

Los progenitores tienen a evitarles sufrimientos momentáneos y satisfacer velozmente sus necesidades o bien caprichos a fin de que no se enojen ni se apenen. Mas es exactamente este esmero el que es esencial instruir pues sin él no van a poder ser realmente felices. Es preciso explicarles a los pequeños que el ahínco es el medio por el que conseguirán muchas de sus metas durante sus vidas.

Educar a un hijo en la cultura del esfuerzo

entrenamiento deportivo

Es esencial que los pequeños aprendan desde pequeños a manejar la frustración. Las derrotas, los tropiezos, las equivocaciones, son parte de la vida y en muchas ocasiones nos toca iniciar de cero y regresar a procurarlo. De ahí que hay que explicarles que no siempre y en toda circunstancia lograrán lo que se planteen, y que lo esencial es no renunciar frente a las contrariedades que se hallarán en el camino, pues esos incidentes les van a enseñar a ser pacientes y a hallar soluciones para poder superar cualquier obstáculo.

El esmero, la perseverancia y la fuerza de voluntad deben transformarse en los pilares de la educación sensible de todos y cada uno de los pequeños. La cultura del esmero nos forma en la determinación de nuestra voluntad y constancia. El esmero robustece nuestra tenacidad, nos enseña a ser resilientes, a aceptar responsabilidades y a encarar las contrariedades con optimismo y realismo. Educar en la cultura del esmero es fomentar el “ser» en lugar de el “tener”. El esmero nos enseña a evolucionar como personas y a madurar. Y, indudablemente, no hay solamente confortante en esta vida que sentir la satisfacción de haber conseguido nuestros objetivos merced a la tenacidad y la perseverancia.

Claves para instruir a un hijo en la cultura del esfuerzo

trabajo en equipo

  • Plantea a tu hijo pequeños desafíos diarios a fin de que se esfuerce. De este modo le ayudas a identificar sus ilusiones y metas, a buscar la motivación dominando la impaciencia y la impulsividad. Comprenderá que cada complejidad robustece y que cada logro le engrandece el ánima.
  • Hazle consciente diariamente de que tu amor y confianza son incondicionales. Esto lo conseguirás ofreciéndole tu paciencia y cariño, valorando todo cuanto consigue, empoderándole con palabras de ánimo y brindándole el tiempo que precisa para aprender. Con esto, va a aprender a elegir mejor a quienes tiene a su lado, en tanto que optará por personas que le hagan mejor, que boguen en su dirección y que le animen a proseguir adelante.
  • Explícale que la constancia es la virtud por la que fructifican el resto virtudes. La práctica diaria se transforma en la mejor de las maestras. Formando en el respeto, la gratitud y la sinceridad, lograrán que la constancia sea su mejor arma.
  • Edúcale desde tu ejemplo. Contágiale tu energía, optimismo y tu voluntad diaria para conseguir lo que deseas. Esto lo lograrás siendo persistente frente a los retos y suprimiendo las protestas de tu léxico.
  • Enséñale que las contrariedades y los descalabros se transforman en grandes ocasiones para aprender. Debe aprender a comprometerse con sus sueños singularmente cuando las cosas se ponen bastante difíciles. El camino simple, mas frustrante, es tirar la toalla.
  • Ayúdale a administrar adecuadamente sus emociones, a dominar la irresolución y la paciencia, a dominar los avatares de su humor y la tristeza cuando las cosas van mal. Esto lo logrará en dependencia del trabajo y del compromiso, y no de la buena suerte.
  • Potencia su autonomía, su autoconocimiento y la toma de decisiones. Enséñale a mirarse con respeto y realismo, a no tener la necesidad de ser perfecto o bien depender de las valoraciones del resto. Conociéndose establecerán esperanzas convenientes y fortalecerán el proceso sin cegarse solamente en los resultados.