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Falta de motivación: consejos para asistir a motivar a un pequeño

8 marzo, 2022

niño con falta de motivación mirando el teléfono

¿Alguna vez has pasado más horas de las que deberías postergando algo que detestas hacer? A todos nos ha pasado. Lo cierto es que la falta de motivación es un inconveniente que nos afecta a todos, mas acostumbra a ser particularmente bastante difícil de tratar en los pequeños.

El inconveniente es que la falta de motivación en los pequeños empeora con el tiempo y puede proseguirlos hasta la edad adulta.

Se afirma que la motivación debe producirse en el corazón y que la mayor parte de los intentos de motivar a los pequeños, realmente los desmotivan. Aunque esto último es cierto, se ha probado que lo primero es incorrecto muy frecuentemente. Estudiosos y sicólogos como Carol Dweck han probado que el empleo de determinadas palabras y la adopción de determinadas prácticas pueden asistir al pequeño desmotivado.

Site hallas en esta situación seguro que te habrás dado cuenta que decirles que “necesitan trabajar más duro” no aumenta su motivación. Mas no te desalientes, no está todo perdido. Afortunadamente, años de investigación sobre la motivación han dado como resultado ciertas estrategias útiles que todos y cada uno de los progenitores con un hijo desmotivado deberían conocer:

1. Interésate en los intereses de tu hijo

A todos nos agrada hacer cosas que hallamos interesantes, y los pequeños no son diferentes a nosotros. Van a estar más motivados cuando efectúen actividades que le guste hacer.

  • Trata de descubrir cuáles son los intereses de tu hijo,
  • muéstrale que te interas por aquello que le agrada, aun si bien difiera de lo que te agradaría que hiciese,
  • encuentra formas de vincular sus intereses con las otras habilidades que te agradaría que desarrollasen. Por poner un ejemplo, los cómics pueden ser una genial forma de practicar las habilidades de lectura y adquirir nuevos conocimientos.

2. Recuerda que el éxito es un deseo innato de todos

La mayoría de las personas desean lograr el éxito en las actividades que emprenden. El descalabro repetido puede producir frustración y desánimo, y puede conducir a comportamientos como enfados o bien aun ira y ansiedad incesantes.

Los pequeños que no habitúan a conseguir el éxito pueden desarrollar indefensión aprendida, lo que quiere decir que pueden aprender a percibirse a sí mismos como fracasados. En otras palabras, los pequeños pueden perder su motivación debido a la carencia de confianza en su capacidad para conseguir objetivos específicos. Es esta falta de confianza la que impulsa a comportamientos como la evasión, el agobio, la «pereza» y una actitud apática.

  • Asegúrate de que tengan ocasiones para el éxito,
  • ayúdale a que sepa ver todo lo que hace bien,
  • establece objetivos razonables con labores desafiantes mas alcanzables,
  • asegúrate de que sepan precisamente lo que se espera de ellos. Por poner un ejemplo, si acostumbran a tener contrariedades con una labor, procura revisar esa labor con ellos y explicarles lo que se espera lograr con esa labor y de qué manera hacerlo.

3. Muétrale ciertas ocasiones que lo puedan asistir a motivarse

Por ejemplo, un pequeño puede desarrollar un interés en la creación de juegos para videoconsolas tras ver vídeos desarrollados por pequeños de su edad.

  • Exponer a los hijos a los logros de otros en sus campos de interés es buena forma de motivarlos. No obstante, esto no significa equiparar a tus hijos con otros o bien aguardar que alcancen exactamente las mismas metas que el resto.
  • Otras formas de enseñar el éxito de otros pequeños de su edad es viendo películas, leyendo libros y también historias, etc…

4. No les des la “charla motivacional”

Una cosa que la ciencia (¡y indudablemente muchos progenitores!) ha descubierto durante los años es que la «charla motivacional» pocas veces funciona.

  • En sitio de centrarse en el desempeño pasado, es mejor concentrarse en el desempeño futuro: ¿Qué piensas que puede hacer de forma diferente?. Si siempre y en toda circunstancia haces lo mismo, conseguirás exactamente los mismos resultados.
  • En sitio de charlar, anímalos a evaluarse a sí mismos.

5. Ofrece aliento y apoyo

Es normal frustrarse cuando nuestros hijos muestran falta de motivación. ¡No saber de qué manera motivarlos nos frustra todavía más! El punto esencial a rememorar es que puede haber múltiples razones para la carencia de motivación de los niños: falta de confianza, falta de participación en las resoluciones que les conciernen (en qué momento se debe hacer la labor, en qué momento se pueden jugar juegos para videoconsolas, las consecuencias de no apegarse a las esperanzas, etc.), frustración, decepción, entre otros muchos.

  • Todos experimentan el descalabro y la mayor parte de las personas experimentan el descalabro reiteradamente ya antes de conseguir el éxito. Habla con tus hijos sobre sus descalabros. Que comprendan que el descalabro es una parte de la vida. Hzles saber que nuestros descalabros no nos definen, nos hacen más fuertes. Habla con tus hijos sobre los descalabros de personas que entonces llegaron a ser grandes en algo.
  • Comenta los cambios positivos que ves en tus hijos, aun si esos cambios no conducen de forma inmediata a una mejora. Si notas que se esmera más, díselo. Si los ves sacrificándose más, reconócelo. Si te percatas de que está procurando un enfoque diferente, hazle saber que lo ha sentido. Siempre y en todo momento alabanso el ahínco y no al pequeño.

6. Busca ayuda profesional para la carencia de motivación

Una cosa que pocas veces escuchamos sobre la carencia de motivación de los pequeños es que puede apuntar trastornos de aprendizaje no diagnosticados o bien inconvenientes relacionados con la atención.

  • Ciertos trastornos pueden manifestarse en el comportamiento como la carencia de motivación, la procrastinación y grandes contrariedades de concentración. El inconveniente de estos desórdenes es que pueden llevar a tu hijo a darse por vencido debido al incesante descalabro.

No vaciles en contactar con un profesional si te sientes apabullada por la carencia de motivación de tu hijo. Un profesional te puede asistir a determinar si tu hijo tiene o bien no un trastorno de aprendizaje o bien otros inconvenientes y, lo que es más esencial, cómo puede asistir a ese niño.