Puede ser motivado por la actual situación de pandemia o de momento vital en el que me encuentro, mas la verdad es que llevo muchos meses fantaseando con la idea de mudar lo urbano por lo rural.
He de reconocer que jamás he vivido en el campo, y dar el paso de decidir vender casa en Barna, o bien vender casa en Valencia, sea la urbe que sea donde radique, sería algo como «quemar las naves» y verdaderamente impone. Dicho esto, existen algunas verdades y alegrías esenciales sobre la vida en el campo que la mayor parte de la gente solo descubre en el momento en que ha hecho el cambio.
La vida en el campo es el paraíso. Todos y cada uno de los clichés son determinados. Fantástico aire puro. Acceso ilimitado a la naturaleza. Un ritmo más lento y suave. Mas tener una visión más real (menos edulcorada) de lo que verdaderamente significa la vida rural, va a ayudar a subsistir al cambio.
1. PRUEBA ANTES DE COMPRAR
A menos que vayas a mudarte a una zona que conozcas de forma perfecta, pasa por lo menos 6 meses arrendando una propiedad para comprender verdaderamente un sitio ya antes de comprometerte. Varios quilómetros distanciado de un distrito postal pueden afectar las velocidades de banda ancha, la logística familiar, las escuelas próximas, el médico de cabecera, el acceso al transporte público y considerablemente más.
Ser un comprador sin ataduras asimismo te va a dar una ventaja cuando halles la casa de tus sueños.
2. ESTAR ABIERTO A OTRAS IDEAS
Debemos reconocerlo, estamos habituados al alegato político liberal y centrado de las urbes, las creencias rurales pueden ser una sorpresa. Cuestiones como la agricultura, la inmigración, la residencia y la caza son ciertos temas esenciales de la agenda rural y posiblemente te halles como una voz solitaria entre la multitud. Halla algo en común.
3. SE LEAL AL LOCAL
Investiga sobre los servicios locales cuando estés buscando casa. Puedes buscar online o bien, mejor todavía, consultar a los lugareños cuando lo visites. Entérate sobre iglesias, tiendas, peluquerías, oficinas de correos, cafés, panaderías, escuelas de pueblo y guarderías.
4. HAZ CONEXIONES
Saber a quién consultar si tu fosa séptica se bloquea el día de Navidad va a ser incalculable. Las amistades en el campo de forma frecuente no proceden de intereses o bien antecedentes culturales compartidos, sino más bien de la necesidad.
En la urbe, nuestras amistades son socialmente angostas, en el campo son tan estupendamente variados como una cosecha, y considerablemente más ricas en consecuencia.
5. CONSIGUE EL «LOOK»
Después de tantos años persiguiendo tendencias y estilos, en el campo te vas a dar cuenta de por qué razón merece la pena invertir en un buen par de botas de agua, calcetines calientes o bien una chaqueta impermeable.
Resulta que mi abuela tenía razón: no existe el mal tiempo, solo la ropa inapropiada.
6. PRÉPARATE
Hay una activa interesante en lo relativo a la vida rural y los animales. Ganado, aves, criaturas salvajes: puede haber una desconcertante falta de sentimiento en la relación del campo con todas y cada una de las criaturas grandes y pequeñas.
Es un enfoque práctico y prudente, mas los amantes de los animales pueden precisar algo de tiempo para habituarse.
7. HAZTE CON UNAS BUENAS RUEDAS
A pesar del atrayente ecológico de la vida en el campo, viajar en turismo es la cruda realidad. Los buses rurales son casi inexistentes y, en la mayor parte de los lugares, caminar en bici por los caminos rurales es solo para los intrépidos. Tener un turismo que pueda hacer en frente de los viajes a lo largo de todo el año, es esencial.
8. ACOSTÚMBRATE
El campo huele. O bien, por lo menos, puede hacerlo. Y puede ser estruendoso. Bastante gente imagina el campo como un paraíso idílico. La realidad es que es un ambiente de trabajo con todos y cada uno de los inconvenientes asociados. Las granjas pueden ser realmente ruidosas: la maquinaria, el ganado o bien el procesamiento de granos son una parte del proceso.
9. TEN CUIDADO DE COMPRAR TERRENOS
Poseer tierra significa administrarla, ahí lo dejo.
10. CONECTA CONTIGO MISMO
Quizás sea una cosa obvia que adondequiera que vayamos, no podemos escapar de nosotros mismos. El campo no va a traer paz interior, solo paz exterior.
Espero que os haya ayudado, voy a pasar los días deshojando la margarita. Temo pasar tiempos amando todo lo relacionado con la vida rural y tiempos suspirando por la vida en la urbe, mas mientras que me abrazo a mi buena suerte.
La vida en el campo o bien en la urbe es fantástica, lo esencial es la ilusión por vivirla. No se lo afirmes a absolutamente nadie más.