A menudo se acostumbran a confundir términos y enfermedades que, en el caso de los pequeños, puede resultar muy perjudicial. Es lo que pasa con la intolerancia al gluten o bien la enfermedad de la celiaquía, que aún se tiene mucho desconocimiento. Por esta razón, jamás se deben tomar resoluciones en lo que se refiere a la nutrición de los pequeños sin contar anteriormente con la opinión de los pediatras.
Ya que, si bien los progenitores son los responsables de los cuidados de los hijos y la última resolución siempre y en todo momento corre por cuenta de los progenitores, en cuestiones de salud es preferible contar con la mayor información. Si piensas que tu hijo puede ser celiaco, lo mejor es que lo lleves al pediatra, le comentes por qué razón lo crees y solicites los análisis pertinentes para conseguir los resultados definitivos.
Qué es ser celíaco
Los celíacos son personas con una enfermedad llamada celiaquía, que es un trastorno digestible. Esta provoca daños en el intestino delgado y altera entre otros muchos la absorción de nutrientes esenciales para el organismo, como las vitaminas y los minerales que poseen los alimentos que se consumen. Estos nutrientes son fundamentales, por el hecho de que el cuerpo no puede marchar apropiadamente sin ellos.
Por ello, las personas que son celiacas de manera frecuente sufren otro género de enfermedades provocadas por la mala absorción de los nutrientes. Hasta el momento en que se descubre la enfermedad celíaca, puede pasar un buen tiempo y esto agudiza la situación de otras posibles nosologías. Hasta hace poco tiempo era una enfermedad prácticamente desconocida y bastantes personas han sufrido años de inconvenientes digestibles sin llegar a saber por qué razón, hasta mucho después.
Hoy en día se conocen muchos de los síntomas comunes de la enfermedad celíaca y por esta razón es más simple determinar el inconveniente aun en pequeños. Ser celiaco quiere decir que el organismo no acepta bien el gluten, que es una proteína que se halla en ciertos cereales como el trigo, el centeno o bien la cebada. Cuando las personas que sufren esta enfermedad consumen comestibles con gluten, su cuerpo actúa con una contestación del sistema inmune. Este advierte un factor perjudicial y provoca daños en la mucosa del intestino.
Síntomas de la enfermedad celíaca
Los rasgos, síntomas y peculiaridades de las personas que sufren la enfermedad celíaca son bastante comunes. Entre ellos, se hallan los siguientes:
- Pérdida de peso
- Diarrea crónica
- Al hacer las deposiciones estas son muy rebosantes e inclusive grasientas
- Dolor en el abdomen de manera regular, en especial tras las comidas
- Gases continuamente
- Dolor en las articulaciones y en los huesos
- Anemia
- Pueden aparecer calambres musculares de manera regular y sin ningún sentido por el hecho de que no se hace ningún esmero físico
- Cansancio y fatiga frecuente
- En pequeños, retraso del crecimiento
Ser celiaco en los niños puede ser peligrosísimo por el hecho de que afecta a su crecimiento. La carencia de nutrientes provocado por la mala absorción de exactamente los mismos por ser celiaco, les impide medrar correctamente y en un largo plazo pueden padecer consecuencias de diversa gravedad. Sin embargo, retirar un nutriente de la nutrición sin tener perseverancia de que es ese el inconveniente, puede resultar igualmente peligroso. Singularmente tratándose de los pequeños.
Por ello, ya antes de quitar los comestibles con gluten de la dieta del pequeño, es preferible asistir a la consulta del pediatra y efectuar los análisis precisos. De esta forma además de esto se van a poder advertir posibles faltas nutricionales que haya podido provocar la celiaquía ya antes de ser diagnosticada. Ser celiaco es algo muy frecuente en nuestros días y a Dios gracias hay muchos conocimientos sobre esta enfermedad.
Por ello se pueden localizar todo género de productos amoldados a fin de que las personas que sufren la enfermedad puedan llevar una nutrición en lo posible, normal. Si le debes explicar a tu hijo qué es ser celiaco, debes iniciar por contarle que se trata de un inconveniente relacionado con la alimentación. De esta forma vas a poder enseñarle qué debe comer y qué debe eludir. Algo esencial para el control de la enfermedad, puesto que no existe tratamiento para la celiaquía, más que eludir la ingesta de gluten.