Por ejemplo, conforme la Septuaginta, la traducción griega de estos pasajes asimismo es antiquísima, mas podemos decir que es parcialmente más reciente que el manuscrito hebreo, lo que indica que hablamos de un animal con un «cuerno», un cuerno o La sensación de un unicornio mientras que ciertos traductores lo sostuvieron como está, lo que llevó a un equívoco del mítico unicornio tal y como lo conocemos.
Sin embargo, otras traducciones de la Biblia, como el latín popular, han contribuido a la traducción del enigmático “re’em” al rinoceronte, lo que tiene más sentido. Tras todo, el rinoceronte es de los pocos animales con un solo cuerno que hemos visto, ¿verdad?