Los partos velados son un caso muy inusual. Estos nacimientos son los llamados “bebés enmantillados” y es único, ya que los bebés nacen sin que se les haya roto la bolsa que los rodea con su pertinente líquido amniótico.
Son partos con una característica tan singular que sucede 1 de cada ochenta nacimientos, por lo que traer un pequeño así ya se le cataloga de ser tan inusual que a los bebés se les atribuye palabras como propiedades curativas, con grandes dones y que van a ser protegidas por el agua.
¿Qué es un parto velado?
Durante el parto un bebé va a nacer con su bolsa amniótica rota y sin el líquido amniótico ya que es un material débil y susceptible. En un caso así no sucede de este modo. El bebé nace con la bolsa amniótica sin romper y en ciertos de estos casos con el líquido amniótico intacto. Son lo llamados “partos velados” o el “velo veneciano”, dónde la membrana que rodea al pequeño se ha hecho considerablemente más resistente de lo que pensamos.
¿Por qué sucede?
Lo más tradicional es que junto a las contracciones de la madre esta membrana llegue a romperse, tiene una consistencia tan fina que se rasga con sencillez con esta acción. Mas por cierto motivo singular, hay veces que esto no sucede, el pequeño o la pequeña nace rodeado del líquido amniótico y con la bolsa íntegra, tal y de qué manera se han desarrollado en el útero materno.
Muchos profesionales durante su profesión se han llegado a encontrar con cuando menos 3 casos. Para ellos es algo anecdótico, mas asimismo brota por el hecho de que de manera inmediata usan el mecanismo de romper la bolsa antes que se genere un parto. Cuando nacen saben que deben romper la bolsa, a fin de que el bebé de manera inmediata expulse su líquido amniótico de su sistema respiratorio y comience a respirar de forma espontánea.
Es más frecuente ver esta clase de fenómeno en los partos naturales, si bien haya un seguimiento de la salida del bebé, tampoco se le da esa prioridad en tener que rasgar la bolsa amniótica.
En los partos con cesárea asimismo se pueden observar estos géneros de parto, mas solo es muy escasas ocasiones, ya que la bolsa al ser tan fina se rasga con mucha sencillez. En cualquiera de los casos, asimismo hay un proceso para apresurar los partos difíciles.
La matrona u obstetra empleará un pequeño instrumento puntiagudo llamado «lanceta» que se introduce en la vagina para poder rasgar la bolsa, por su puesto, esto no dañará a la madre ni al pequeño. Puntualizando y añadiento esta clase de mecanismo, va a ser considerablemente más bastante difícil observar que llegue a generarse un parto velado.
Para qué sirve la bolsa amniótica
La bolsa amniótica es una fina membrana que contiene líquido y rodea al embrión. Se empieza a crear a partir de la cuarta semana de gestación y cambia su composición a lo largo del embarazo.
Este líquido rodeará al embrión a fin de que pueda moverse con libertad cuando aún no es muy grande. Conforme va medrando los movimientos van a ir amortiguando los golpes a fin de que no se generen posibles lesiones.
También la madre tiene el beneficio de que esta bolsa pueda moverse de forma libre en el útero y así favorecer el desarrollo musculoesquelético. Además de esto, este líquido le protegerá al bebé de que pueda inficionarse de microorganismos y gérmenes que van a poder provocarle una infección.
Como dato curioso hay que apostillar que este líquido amniótico está compuesto de plasma sanguíneo materno. Desde la doce semana de gestación el bebé ya empieza a entremezclarlo con su orina y es desde la semana veinte este líquido amniótico contiene el noventa% de orina. De este modo el líquido se renovará múltiples veces al día y va a estar compuesto aun de pelos de lanugo, células sanguíneas fetales y grasa. El grado de salinidad es muy afín a la del agua marina.