
La preadolescencia comienza entre los nueve y los doce años. Los preadolescentes se hallan en la etapa media en la que dejan la infancia y entran en la adolescencia. Con el comienzo de la pubescencia a lo largo de esta etapa, los pequeños experimentarán un sinnúmero de cambios, tanto físicos como de comportamiento.
Para los progenitores puede ser extraño ver a sus pequeños salir oficialmente de la niñez. No obstante, en esta etapa los chicos y chicas precisan más que jamás de sus progenitores. El apoyo y consejo de los progenitores es esencial para encarar todos esos cambios ya antes de pasar a la adolescencia. Veremos en qué consiste esta esencial etapa de la vida para dar un mejor apoyo a los hijos preadolescentes mientras que viven la transición.
¿Qué es un preadolescente?
Un preadolescente es un pequeño o pequeña que se halla entre la infancia y la adolescencia. Los pequeños entran en la preadolescencia entre los nueve y los doce años. El rango de edades puede variar, ya que ciertos pequeños empiezan a enseñar signos desde los ocho años de edad. También, ciertos preadolescentes pueden estar en esta etapa hasta los trece años.
Pero con independencia de la edad, todos y cada uno de los preadolescentes tienen una cosa en común en esta etapa de la vida: experimentan cambios esenciales conforme se aproximan a la pubertad. Los preadolescentes no solo experimentan cambios físicos, sino asimismo van a tener cambios mentales y sensibles notables a lo largo de esta transición.
¿Qué comportamiento se espera a lo largo de la preadolescencia?
El incremento de la independencia es un sello propio de los años preadolescentes. Tu hijo o hija empezará a probar cosas nuevas a fin de que le asista a descubrir su identidad. Aunque aún puede gozar del tiempo en familia, asimismo puede apreciar un intento deliberado por establecer sus intereses. Los conjuntos de amigos asimismo tienen una nueva prioridad a lo largo de esta etapa.
Es posible que aprecies los próximos cambios de comportamiento en tu hijo o hija:
- Aumento de las conductas peligrosas
- Una naturaleza más rebelde, o interés por romper las reglas
- Desinterés por sus aficiones infantiles, y aparición de nuevos intereses
- Un intento por probar diferentes deportes, artes y otras actividades hasta el momento en que halle la que más le llene
- Mayor necesidad de dormir en especial los fines de semana y a lo largo de las vacaciones escolares
- Estrés por la necesidad de encajar con sus compañeros
- Aumento de los miedos por hacer el absurdo en frente de los demás
- Sufre más avatares sensibles debido a las fluctuaciones hormonales en la pubertad
- Mayor atención en el peso anatómico y la apariencia física
- También puede empezar a dedicar más tiempo a la tecnología, viendo vídeos, jugando a juegos para videoconsolas o interaccionando por medio de las redes sociales
- Puedes apreciar que tu hijo o hija tiene una mayor conciencia sobre el sexo y las relaciones, como sobre las drogas y el alcohol
Aparte de los cambios sensibles y mentales, los preadolescentes asimismo se convierten físicamente cuando llegan a la pubescencia. Esto tiene como consecuencia unos cambios físicos que pueden confundir a tu hijo o hija y por los que te puede consultar. Estos cambios son los siguientes:
- Aumento del vello corporal
- Crecimiento rápido
- Pies y manos más grandes
- Terminan de desplomarse los dientes de leche
- Aparición del acné
- Desarrollo de los senos e comienzo de la regla en las niñas
- Genitales más grandes en los niños
Consejos para enseñar a preadolescentes
Veamos ciertas sugerencias para ayudar a tu hijo o hija preadolescente a superar esta transición:
- Practica la empatía y la comprensión. La clave para enseñar a un preadolescente es una combinación de empatía y entendimiento al paso que establece límites saludables.
- Ayudar en la toma de decisiones. Enséñale a valorar los pros y los contras como un proceso efectivo de toma de resoluciones. Los preadolescentes procuran la independencia a esta edad, mas aún precisan que los progenitores les guíen.
- Sé un buen modelo a seguir. Modelar buenos comportamientos, como hacer ejercicio de manera regular, llevar una dieta sana y expresas tus emociones de forma saludable puede ser un caso en el que tu hijo o hija se vea reflejado.
- No temas charlar sobre sexo, drogas y alcohol. Es esencial tener conversaciones francas sobre sexo, drogas y alcohol desde el comienzo, antes que su hijo esté expuesto a la información de sus compañeros. Esto puede abrir la puerta a fin de que tu hijo o hija asista a ti con preguntas.
- Supervisa el uso de la tecnología y las redes sociales. Es esencial supervisar el uso de la tecnología en esta etapa y enseñarles la seguridad en Internet.