Hay instantes en los que puedes apreciar que la cabeza de tu bebé está caliente, mas al tomarle la temperatura con un termómetro ves que no tiene fiebre. Si la cabeza de tu bebé está muy caliente mas no tiene fiebre, la razón no tiene por qué ser necesariamente negativa.
De hecho, es un tema común y raras veces alarmante. Varios factores externos o ambientales pueden hacer que la cabeza del bebé se caliente y parezca fiebre. La razón es de manera frecuente simple y simple de distinguir. Por eso, veremos qué puede pasar y de qué manera calmar el calor de tu bebé.
¿Por qué tu bebé está caliente sin tener fiebre?
Vamos a ver ahora ciertas condiciones y factores por los que un bebé puede estar ardiendo sin que tenga fiebre. Esas condiciones son las siguientes:
- Habitación cálida. Si en la habitación donde se halla el bebé está incómodamente caliente, su cabeza puede calentarse más que el resto del cuerpo. Esta situación es más frecuente en zonas de tiempo caluroso y húmedo.
- Ropa abrigada. Si vistes a tu bebé con ropa inapropiada para la época, lo más probable es que su cabeza suba su temperatura. Aun ponerle gorro a lo largo del invierno puede hacer que su cabeza esté más caliente que el resto del cuerpo.
- Clima cálido. Si el tiempo es caluroso o si estás al aire libre bajo la luz del sol, la cabeza del bebé puede calentarse sin que tenga fiebre.
- Posición de la cabeza. Si el bebé se acuesta boca arriba a lo largo de demasiado tiempo, como cuando se acuesta para dormir de noche, probablemente su cabeza se caliente más sin que tenga fiebre.
- Estrés y lloro. El llanto y el agobio pueden provocar una temperatura anatómico elevada debido a cambios bioquímicos en el cuerpo del bebé. El incremento de la temperatura podría ser más evidente en la cabeza o en la frente. En estos casos, el bebé habría vivido una situación agobiante, como ansiedad por separación, que le habría hecho plañir.
- Dentición. La dentadura puede ocasionar un ligero incremento de la temperatura anatómico, que puede ser más evidente en torno a la cara y la cabeza. Puedes revisar si hay otros signos de dentadura, como encías rojas e hinchadas, y que el bebé tenga ganas de morder objetos para aliviar sus encías irritadas.
- Actividad física. Cualquier actividad puede provocar un incremento de la temperatura anatómico. Probablemente los bebés mayores que gatean o andan tengan la cabeza caliente al tacto a lo largo de las actividades físicas.
- Medicamentos. Ciertos fármacos pueden interferir on los procesos termorreguladores del cuerpo. Puede acrecentar la temperatura anatómico general o hacer que una parte concreta del cuerpo, como la cabeza, se caliente más.
¿Qué hacer si la cabeza de tu bebé está caliente mas sin fiebre?
Si notas que la cabeza de tu bebé está más caliente de lo normal, examina su temperatura anatómico con un termómetro. Se considera fiebre en los bebés cuando la temperatura anatómico es superior a 38ºC. Si el bebé no tiene fiebre, indica que su cabeza está más caliente que el resto del cuerpo. Veamos ahora algunas consideraciones a tener en cuenta si notas a tu bebé ardiendo pero no tiene fiebre.
- Viste a tu bebé adecuadamente. Su el clima es cálido o húmedo, asegúrate de que el bebé esté vestido con una tela natural y transpirable. Una temperatura superior a 23ºC suele considerarse caliente para los bebés. Evita las capas para que no se sobre caliente. Cuando hace mucho calor, puede ser más recomendable usar un pañal y una blusa fina de algodón. Igualmente, mantén al bebé caliente con ropa transpirable, así como el colchón donde duerme. Permite la ventilación de las habitaciones donde esté para que el aire circule adecuadamente.
- Comprueba la temperatura ambiente. La temperatura ambiente también puede influir en su temperatura corporal. Lo ideal es mantener una temperatura de 18 a 21 grados en todas las estaciones del año. Los bebés no se adaptan bien a los cambios de temperatura, por lo que es importante mantener un rango estable de temperatura.
- Revisa las condiciones que alteran la temperatura de tu bebé. Adapta la actividad al aire libre al clima, es decir, pasea con tu bebé en el exterior por las mañanas temprano o al final de la tarde, evitando las horas centrales del día en verano. Es importante también que lo mantengas bien hidratado porque la deshidratación también puede subir la temperatura corporal. Si su temperatura sube por la dentición, ofrécele mordedores con los que calmar la irritación por las encías inflamadas.