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Mi bebé me queja. ¿Por qué lo hace y qué debo hacer? – Madres Hoy

3 octubre, 2022

Mi bebé me pega

A veces los bebés pegan, rasguñan o aun muerden a sus progenitores o cuidadores. Su propósito no es hacer daño sino más bien expresar de alguna manera su desagrado. Son pequeñísimos y aún no saben expresar con palabras qué es lo que les pasa.

A menudo esta situación resulta apabullante para los progenitores que no comprenden por el hecho de que su hijo queja si jamás le han pegado a él.

¿Por qué pegan los bebés?

A medida que los bebés van medrando son más siendo conscientes del todo cuanto les circunda, mas aún no han aprendido a administrar sus emociones. El enfado, la frustración e inclusive la alegría pueden excederlos de forma fácil y un manotazo es una alternativa común. Pegar, morder o rasguñar son ademanes que son parte de su proceso normal de desarrollo y aprendizaje.

¿Hasta dónde puede existir la pretensión?

Los bebés con menos de doce meses no dan nada de relevancia a los golpes o bocados. Sobre todo, cuando no situamos de dónde puede salir este género de violencia si no lo ha observado jamás. Verdaderamente los bebés a esta edad si lo hacen es por el hecho de que forma una parte de sus movimientos erráticos, dónde no hay ninguna intencionalidad beligerante. Como no han llegado a la comunicación lingüística, tal vez su mejor manera de expresarse es expresándose y comunicándose por medio de otros sentidos, como el gusto, el tacto, moviéndose, llorando…

Los bebés cerca de los doce meses es cuando se pueden comportar de esta manera. Si nos pegan de manera intencionada, probablemente es para observar nuestra reacción. Por el hecho de que en dependencia de nuestra contestación va a ser de vital relevancia de de qué forma pueden continuar nutriendo este comportamiento.

Mi bebé me pega

A partir de los doce meses, ciertos bebés que pegan lo van a hacer de manera intencionada, mas sin pretensión de producir. Igualmente van a estar buscando una llamada de atención, mas dado este hecho ya se debe implantar algún género de corrección. Tampoco se ha de tomar suficiente relevancia, ya que aún no son conscientes, mas hay que tomarlo en cuenta, por el hecho de que ya comienzan a pegar más fuerte y a morder con más fuerza.

Es de vital relevancia educar a los pequeños cuando son mucho mayores a que no se debe pegar. Desde el momento en que son bebés pueden aprender por imitación y su comportamiento empezará en dependencia de de qué forma respondamos los progenitores en situaciones de tensión. Si desde el momento en que son pequeñísimos les hacemos ver que hay que pegar y vocear, va a ser una conducta que van a imitar cuando son mayores.

¿Qué debo hacer cuando mi bebé me queja?

A pesar que estas actitudes formen una parte de su evolución no debes ignorarlas. Hay que actuar e procurar corregirlas. Así aparte de corregir el acto en sí asimismo vas a estar enseñando a tu bebé a administrar sus emociones. No obstante, la adquisición de habilidades para el control de las emociones es lento y gradual, así es que no hay más antídoto que llenarse de paciencia.

No hay nada malo en corregir su comportamiento y en establecer reglas y límites. Además de esto, si bien no lo parezca, verdaderamente lo precisan ya que les asisten a tener más seguridad y a regularse. Su restricción va a estar basada en no crear con el tiempo comportamientos antisociales, ya que puede llegar a tener en un futuro inconvenientes personales.

Mi bebé me pega

Tips para corregir conductas no deseadas en bebés

  • Mantener la calma es lo primero y más esencial. En ocasiones esto es complicado ya que involuntariamente pueden hacerte daño. Una reacción fuerte por tu parte puede fortalecer este género de conductas de tu bebé.
  • Procurar ponerte en su sitio. No es simple no tener el lenguaje ni las habilidades suficientes para expresar lo qué te pasa.
  • Ponerle palabras a su emoción. Puedes decirle algo como “sé que estás muy enfadado”
  • Buscar posibles opciones alternativas. Poner a tu bebé en una situación en la que no pueda hacerte daño en ese instante mientras que le afirmas con un tono serio mas lo más calmado posible: No deseo que me pegues, me haces daño. Después procura desviar su atención cara otra cosa
  • Desaprobar la conducta, no al bebé. Debes eludir decir oraciones como “eres malo”, “ya no te quiero”, etc.
  • Olvídate de las contestaciones violentas. Se puede meditar que al devolverle el cachete va a aprender que duele y así no lo va a hacer más. Esto es absolutamente falso. Vocearle o pegarle al bebé (si bien sea flojito) es contraproducente. Los enfrentamientos hay que solventarlos siempre y en todo momento con palabras. Si a un pequeño se le queja por el hecho de que ha pegado no lo comprenderá.
  • Es esencial que cuando esté en situación de reto se le pare expresando un NO definitivo, firme y con resolución. Hay que mostrarse serio, mas no airado. La visualización de nuestro semblante es principal, ya que reconocen desde pequeñísimos de qué forma son nuestros ademanes. Si reímos, ríen; si estamos serios, asimismo lo van a estar.
  • Si ha pegado o ha mordido, no devolverle exactamente el mismo efecto, ya que lo puede tomar como un juego y use exactamente la misma técnica una y otra vez como diversión.
  • Tampoco reírnos, ni loar este género de conductas.
  • No darle golpecitos en las manos, ni en la boca, ya que lo que puede parecer un pequeño juego, a él le puede hacer daño.
  • No se debe llamar “malo” al niño en presencia de absolutamente nadie y sobre todo de pequeños. Su reiteración puede hacer que otras personas piensen que así es como hay que llamarlo y hace que se le ponga esa etiqueta.

Es esencial, que tanto progenitores, como demás familia o cuidadores empleen exactamente las mismas técnicas a fin de que el pequeño o bebé no pegue ni muerda. Si por la parte de el resto ríen su forma de actuar, eso le puede llegar a confundir. Por el hecho de que mientras que unos le riñen otros pueden llegar a reír su actitud y eso le puede desconcertar.

Mi bebé me pega

¿Qué se puede hacer si el pequeño queja a otros pequeños?

Por lo general, los pequeños cuando pegan a otros niños se acostumbra a encajar esta conducta como una ocasión puntual que es parte integrante de sus instintos. Sin embargo, si este género de conducta se vuelve frecuente o refrena todo con agresividad, es cuando hay que enseñarle a manejar sus emociones.

Como lógica, debemos señalar que su conducta es errónea, que está mal y que no es adecuado lo que hace. Si respondemos con agresividad y poco cariño es posible que estas palabras no funcionen, siempre y en todo momento hay que procurar hacer que exista la comunicación formal.

Es esencial que asimismo reconozca que hay que solicitar excusas, mas eso va a depender de la edad. No hay que entrar en sermones por el hecho de que eso jamás lo van a escuchar, atienden mejor el mensaje cuando es puntual y detallado. Y lógicamente, como castigo, jamás pegarles.