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La presentación de Beldades la nueva compilación de Lalacó atelier

14 octubre, 2022

Beldades es la busca infatigable de la belleza a lo largo del tiempo. Para Inés Fernández de Córdoba sus diseños han de durar como objetos bellos a lo largo de la vida.

Todos sus vestidos tienen algo del pasado, de ahí su amor por el estilo vintage y sus conocidos encajes y botones viejos. Asimismo, deben tener algo del presente, y por eso, busca el equilibrio entre los tejidos con más personalidad y las tendencias adaptadas al cosmos Lalacó.

Vestidos de novia que miran a los referentes del pasado mas con el sabor del siglo XXI

 Lalacó es un firma con esencia vintage que al tiempo mira al futuro y sus novias van a ser genuinas beldades o bellezas del pasado, presente y futuro. Pues Inés Fernández de Córdoba defiende que los buenos patrones se sostienen en el tiempo y se reinterpretan para cada temporada de la historia en la que vivimos.

La moda habla de la manera en la que percibimos la belleza en una temporada determinada. Nos da muchas pistas sobre la sociedad y sobre el término de lo bello o lo bonito. La clave se encuentra en intentar buscar esa esencia de esa estética que nos hace siempre y en toda circunstancia hermosas.

La historia de las lentejuelas hasta su llegada a los vestidos de novia

Lentejuelas, paillettes o sequins  en inglés, son las palabras que se usan para nombrar a estos abalorios que su uso se remonta al viejo Egipto. La palabra inglesa sequin deriva del palabra italiano zecchino. Una moneda que se empleaba en el renacimiento veneciano. A la vez la palabra procede del árabe viejo, sikka, que significa tipo, o sea el troquel que se empleaba para grabar monedas o medallas. Las primeras lentejuelas eran monedas cosidas a la ropa y eran un símbolo de estatus.

¿Qué debe ver Leonardo Da vincci con el brilli-brilli?

El gran Leonardo Da Vincci ideó a fines de mil cuatrocientos un aparato para fabricar pequeños discos de metal.

¡Quién nos iba a decir que el genio de la Gioconda fue asimismo en precursor del brilli-brilli!

En el siglo XVII aparecieron los primeros complementos con lentejuelas como las carteras y estuches que se hacían con pequeños discos que se tallaban con un punzón y un pequeño martillo a las que se les aplicaba una fina capa de oro u plata que en ciertas ocasiones se pintaban con diferentes pigmentos. En el Renacimiento hallamos vestidos de novia en tonos pastel con abalorios bordados.

La historia de la moda nos cuenta que el brillo viene tras la oscuridad

La Belle epoque fue el instante histórico en el que las lentejuelas brillaron en los vestidos más glamurosos hasta ese momento conocidos. Afirman que después de los periodos de guerra vienen la necesidad de reaparecer y de regresar a relucir, por eso, después de la primera guerra mundial nacen las «flappers», mujeres envueltas en brillo.

Y es finales de los años cuarenta y  a inicios de los cincuenta cuando las grandes divas del cine llevaron fantásticos vestidos de lentejuelas. Volviendo a coincidir con el periodo de posguerra tras la segunda guerra mundial. La coyuntura económica precaria de Europa  hizo que tuviesen que abaratarse la producción de las costosas lentejuelas y comenzase a probar con las lentejuelas de gelatina . A pesar de ser un proceso de fabricación más asequible, eran bastante difícil de sostenerse «vivas» con el roce o el calor. Con la llegada del plástico se revolucionó la industria de la moda y se «democratizó» el uso de las lentejuelas.

David Bowie fue uno de los primeros en usar blazers de lentejuelas. Mas, esta tendencia empezó a caer hasta la llegada de Michael Jackson que reaparecieron como la espuma. La moda de estudio 54 asimismo fue clave para comprender la evolución de las lentejuelas en la moda.

Dicen que el mundo blog post-covid ya no es exactamente el mismo, ciertos lo semejan a un periodo de posguerra y no extraña que volvamos a tener la necesidad de relucir y que los vestidos con sequins o lentejuelas sean uno de los iconos de este dos mil veintidos y dos mil veintitres.

Beldades es un cosmos de belleza tradicional con pinceladas del siglo XXI

Quisimos que los profesionales del planeta de las bodas pudiesen vivir de cerca la «experiencia Beldades», con un desayuno servido por Becaked, flores de Floreale , jarro de Bergamota flores y fotografías de Lorena Photo Up.

La belleza de los patrones

Inés Fernández de Córdoba rescata los vestidos más bonitos de los guardarropas de sus abuelas para darles una segunda vida y reinterpretar ciertos de sus detalles. Como este fantástico cuello a la caja que resulta tan muy elegante y que se sale del frecuente escote cerrado y redondeado que tanto se ha visto en las novias.

Mangas con volumen para novia

Las mangas gigot fueron un genuino bum a fines de mil ochocientos y después desaparecieron con timidez hasta los ochenta y en el siglo veintiuno vuelven cargadas de ese romanticismo viejo mas con texturas más ligeras y tejidos que marcas  las siluetas de las novias más femeninas. Nada deben ver con las magas XL de Lady Li, se trata de mangas que resultan aun sensuales.

Mangas con volumen conjuntadas con el tejido del instante el satén, los rasos lenceros con un ligero brillo…

La falda evasé con rollazo

El tradicional de la falda evasé vuelve para las novias que buscan vestidos con aires provenzales, donde «menos es más» y donde lo natural se funde con la tendencia de la artesanía de qué forma máximo exponente de la nueva entendida modernidad. Que a propósito, no es otra cosa que volver a lo habitual, a las cosas bien hechas, donde las prisas dejan de estar tan presentes.

Las faldas evasé o abocinadas son un tradicional que jamás falla e Inés apuesta por añadir un tejido rústico y con textura  y además de esto la falda es más corta por delante y juega con la idea de complementar el look con un par de zapatos singulares.

Los detalles de la presentación

Vajillas de cerámica con historia, jarros con flores que semejan sacadas de un jardín, una escenificación familiar que pretendía hacer sentir cómodas a las convidadas y sobre todo, hacerles sentir una parte del cosmos de Lalacó atelier. No faltaban los manteles de hilo bordados con flores de colores, las postales viejas, las rosas secas, las fotografías familiares…

 

 

La magia de Lalacó de hacerte sentir como en casa

El acontecimiento que organizamos para Lalacó atelier tenía de qué forma fin, presentar a la comunidad del planeta de las bodas su trabajo , aparte de conocer a la diseñadora en persona. Ella es muy educada, prudente, paciente y afable, te hace sentir cómoda y es una enorme anfitriona. Prueba de ello, es que el desayuno se extendió hasta el medio día y ciertas convidadas acabamos comiendo juntas.

 

 

 

Lorena Photo Up