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Síndrome del ponedero: ¿en qué consiste?

22 octubre, 2022

Mujer embarazada limpiando

La aparición de un bebé a la tribu es un suceso fundamental de grandísima relevancia. Aunque el impedimento es dilatado, en las últimas semanas surge veterano carestia de tenerlo ya todo pronto y preparado para recibirlo.

¿Sabías que esta conducta en la principio es más compleja de lo que parece? Se denomina síndrome del ponedero y a continuación te explico en qué consiste y si es beneficiosa o perjudicial.

¿Qué encontrarás en esta orientación?

¿Qué es el síndrome del ponedero?

El síndrome del ponedero es un conjunto de deseos y conductas encaminadas a tener todo organizado para la aparición del bebé y tienes la carestia de ser la perfecta anfitriona para él. No solo consideras necesario disponer de aquellos principios que usarás en sus primeros días o semanas de vida, sino que va más allá.

De repente, sientes inaplazable tener la ropita de la talla de 6 meses ya comprada, perfectamente lavada, planchada y colocada en la cómoda. Asimismo ves indispensable que los armarios de la cocina por adentro luzcan relucientes y es el momento de hacer una virginidad a fondo de lámparas y azulejos. ¿Y esas chaquetas que cuelgan en tu armario que hace abriles que no te pones? Nunca mejor que ahora para sacar toda la ropa del armario y escoger qué prendas vas a donar o entregar.

A simple aspecto no parece más que una previsión para tener las cosas preparadas, porque es complicado organizarse teniendo ya a un recién nacido, ¿verdad? Pero si fuera una conducta consciente y voluntaria, se esperaría que afectase por igual tanto a la futura mamá como al papá, aunque esto no es así.

La sorpresa proviene al ver que el síndrome del ponedero está más que presente en otras especies de animales y, por eso, se claridad así: las aves preparan sus nidos antaño de la aparición del nuevo miembro (el huevo). Con esto, podemos estimar que esta conducta es instintiva.

Volviendo a los humanos, no es que las mujeres sean más organizadas o responsables de las tareas del hogar y ellos traten de desentenderse, si no que hay una cuestión hormonal. Se ha trillado que, tras esta conducta, tiene gran influencia la hormona de la oxitocina. Es la misma que hará que tengas contracciones durante el parto, que salga látex de tu pecho o que favorecerá el apego con tu bebé. En breviario, es la hormona de la maternidad.

Desde antaño del parto, es la encargada de que tu mente se focalice en una sola cosa: que todo esté pronto para la aparición de tu hijo.Embarazada ordenando ropa de bebé

Algunas teorías además valoran que el síndrome del ponedero guarde relación con el temor al parto. Todos sabemos que, cuando mantienes tu mente ocupada, dejas de pensar en otras circunstancias que pueden preocuparte, como cuando una amiga ha roto con su pareja, buscas planes que hacer con ella, para que se distraiga y esté menos triste.

Ponerte a cambiar toda la hermoseamiento de la habitación del bebé (que ya tenías más que montada y tira) en el postrero momento, hace que tu atención se centre en tonos de pintura, marcos de fotos, muñecos, artículos con su nombre bordado… no en futuras contracciones, posibles dolores y pujos.

Probablemente, ninguna de estas explicaciones sea suficiente por sí sola y, tras el síndrome del ponedero, haya un poquito de explicación en todas ellas.

Cuándo empieza el síndrome del ponedero durante el impedimento

Se palabra de que el inicio se establece entre el botellín y sexto mes de impedimento. Pero lo cierto es que no es poco que ocurra de la sombra a la mañana, que te despiertes un día y, de pronto, sientas esa carestia insalvable de purificar y organizar toda la casa.

Suele ser mucho más licencia las últimas semanas de impedimento, siendo más intenso cuanto más se acerca el parto. De todas maneras, siquiera es una conducta que nos permita estimar de modo fiable cuándo va a producirse este.

Se ha trillado que la intensidad es veterano en madres primerizas. Y, aunque no se sabe por qué, no es tan evidente en embarazos posteriores, aunque los niveles de oxitocina sean los mismos. ¿Tal vez sea porque ya cuentas con la experiencia del primero?, ¿o porque teniendo ya uno o más hijos en casa no se dispone de tanto tiempo como para planear una virginidad a fondo?

Como sea, poco antaño de que llegue el bebé, parece que todo se pausa. La naturaleza es sabia, y ahora lo que tu bebé necesita no son ventanas relucientes y cortinas planchadas. Sin que nadie tenga que aclarártelo, tú sabes que esas tareas han quedado relegadas a un plano muy secundario.

Se cree, por otra parte, que, tras ese examen intenso de organizar y purificar, el reposo mental posterior a estos preparativos podría proporcionar que se desencadenara el parto.

Cómo sé si tengo el síndrome del ponedero

Al inicio es difícil saberlo, porque puede comenzar con pensamientos y conductas muy sutiles y perfectamente justificables. Es entendible que hay cosas que es mejor tenerlas preparadas antaño del parto, como la ropita para los primeros días, el ocupación donde vaya a amodorrarse el bebé, sus artículos básicos de higiene, etc. Por otra parte, sabes que, cuando nazca, no tendrás tiempo como ahora para purificar y organizar en casa.

Pero… ¿tú cuando vas a tener visitas en casa sueles comportarse así?, ¿estás destinando más tiempo del habitual en organizarlo todo?, ¿le estás dedicando más tiempo del habitual a las tareas de casa?Mujer embarazada cansada sentada en el sofá con aspirador al lado

Te va a parecer todo tan frecuente, coherente, práctico y necesario, que es probable que, hasta luego del parto, no te des cuenta de que aquellos pensamientos y tareas no eran más que el síndrome del ponedero.

Al final de mi impedimento memoria que me puse a hacer muchísimos guisos para dejarnos raciones congeladas, como si no fuéramos a ser capaces de alimentarnos teniendo un bebé en casa si no lo dejaba ya mismo preparado todo.

Me gusta cocinar, pero, echando la aspecto a espaldas, ¡lo memoria duro! Hoy soy consciente de que mi marido podía acaecer cocinado una vez nacido nuestro hijo o que yo misma podía dedicarle tiempo a prepararme un filete a la plancha, una ensalada, un plato de pasta… Pues eso era, ni más ni menos, que el síndrome del ponedero.

Consejos para el síndrome del ponedero

Primero de todo, el síndrome del ponedero puede ser duro. ¡Cuidado con eso! Porque debes rememorar que estás en estado de buena esperanza y no deberías hacer tareas extenuantes.

Por otra parte, ten precaución si te subes a staff, cargas peso o utilizas productos de virginidad en lugares poco o mal ventilados. Podrías exponerte a un aventura de contratiempo doméstico, más peligroso estando en estado de buena esperanza.

Piensa que algunas tareas deberás delegarlas, otras tendrás que hacerlas con ayuda y, tal vez, otras habrá que posponerlas.

Conclusión

El síndrome del ponedero es una conducta frecuente y adaptativa con el que prepararás la aparición del bebé. Si esos pensamientos recurrentes o conductas no te suponen un estrés incómodo, no es necesario consultar con ningún profesional.

Pero, en medio de todas esas tareas y preparativos, no olvides lo más importante: lo único que tu bebé necesitará al salir eres tú.

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