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¿De qué forma «se curan» los pies planos?

4 diciembre, 2022

pies planos

Tener los pies planos no necesariamente es una condición patológica, mas si provoca dolor e inestabilidad y compromete la movilidad del pequeño. Por eso es esencial intervenir adecuadamente. Acá os dejamos todas y cada una de las intervenciones recomendadas para los pies planos del niño

El pie plano no necesariamente es una nosología, mas puede llegar a serlo cuando faltan los mecanismos compensadores, provocando síntomas (como dolor en el maléolo tibial, talón valgo, hallux valgus y garras) que provocan dolor e inestabilidad, comprometiendo la movilidad y la calidad de del pequeño calidad de vida.

¿Qué causa los pies planos en los pequeños?

Todos los pequeños tienen pie plano al nacer. Se trata de una «ventaja evolutiva» que sirve para otorgar una base de apoyo más amplia en la fase de aprendizaje para comenzar a caminar. Mas este efecto recula de forma natural entre los ocho y los doce años, cuando los pies comienzan a adoptar una forma afín a la del adulto. Por ende, en ausencia de deformidades del pie evidentes al nacer, déficits neurológicos o nosologías concretas que hagan precisa una valoración precoz, la edad conveniente para un primer análisis protésico de los pies del pequeño es entre los seis y los ocho años.

¿Qué inconvenientes pueden ocasionar los pies planos?

Incluso cuando acepta un perfil patológico, el pie plano en los pequeños acostumbra a continuar asintomático y solo se descubre si el pequeño es visitado por un ortopedista por distintas nosologías concurrentes. En ciertos casos puede suceder que el pequeño se queje de cansancio o calambres, que cojee o, más extrañamente, que sienta dolor dentro del arco del pie. Son señales que, si bien no se relacionan de manera directa con el pie plano, pueden representar señales de alarma de una condición que puede evolucionar cara otras deformidades como el llamado «halux valgus juvenil».

¿De qué forma saber si tu hijo tiene pie plano?

Alrededor de los seis-ocho años, la evaluación de los pies del pequeño por el ortopedista se efectúa primeramente desde las historias del propias pequeño, de los testimonios de los progenitores, de la inspección del desgaste de los zapatos y de la observación de la manera de pasear. Frente a la presencia de un diagnóstico de síndrome pronatorio, el especialista valorará la realización de una radiografía de los pies en peso, o sea, cuando el pequeño está de pie, para estudiar la evolución de la deformidad.

¿De qué forma se arreglan los pies planos?

Curas blandas

La terapia más eficiente para un pequeño con pie plano está representada por una alimentación equilibrada y la práctica de un deporte que le deje un desarrollo armónico. En verdad, se ha probado a nivel científico que las plantillas correctoras pueden compensar una deformidad, mas no corregirla. Por otra parte, es esencial llegar al diagnóstico de pie plano patológico en los ocho-nueve años de vida, para no descartar las posibilidades terapéuticas que ofrece la cirugía ligerísimamente invasiva, que solo puede incorporarse en la fase de desarrollo del pequeño.

Cirugía

El tratamiento quirúrgico de primera elección del pie plano patológico en la niñez (hasta en torno a los quince años)  es la endortesis sinotarsiana. La endortesis es una prótesis con un diámetro que puede cambiar de ocho a diez milímetros, que se pone entre el calcáneo y el astrágalo, capaz de inducir estímulos propioceptivos que guían el desarrollo del pie, logrando una corrección progresiva de la deformidad.

Es una operación ligerísimamente invasiva, que dura solo unos diez minutos y requiere hospitalización solo una noche. En pequeños puede requerir anestesia periférica con o sin sedación. En general se aconseja la cirugía a dos bandas para dar una sola anestesia y conseguir una corrección eficaz en las dos extremidades. Las prótesis más usadas hoy en día son de titanio (un material inerte que no provoca reacciones) y en contraste a otrora, ya no se retiran en el noventa% de los casos.

A los tres días tras la operación, los pequeños pueden pasear y pueden regresar a la escuela, eludiendo así ausencias prolongadas. A los quince días se retiran los dos yesos y posiblemente los más pequeños puedan regresar a hacer deportes acuáticos.

Sin embargo, va a haber que aguardar cuarenta y cinco días para regresar a correr y cuatro-seis meses para hacer deportes que impliquen un mínimo de peligro traumático. En los extraños casos en los que el joven paciente sienta molestias (por servirnos de un ejemplo a lo largo de la actividad deportiva) es posible retirar las prótesis un año tras la implantación sin comprometer la corrección conseguida.

En resumen

¿De qué forma progresar los pies planos en los pequeños?

Antes de proceder a la corrección quirúrgica se pueden procurar otras vías menos invasivas, por servirnos de un ejemplo practicando deportes convenientes (los más indicados son la danza, el futbol, ​​el baloncesto, la natación y sobre todo las artes marciales que se practican descalzos) y/o recurriendo a calzado y plantillas singulares.