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¿Por qué cambia el cuerpo de la mujer a lo largo del embarazo?

1 febrero, 2023

mujer embarazada contempla con ilusión frente al espejo los cambios en su piel y en su cuerpo

El embarazo es un excepcional proceso en el que la mujer padece profundos cambios a nivel fisiológico y psicológico ya que el desarrollo de una nueva vida es una labor muy demandante. Además de esto surge en la mujer una nueva identidad: la de ser madre.

Ciertas hormonas son las responsables de los cambios en la mujer a lo largo del embarazo y ahora te vamos a explicar punto por punto cuáles son esos cambios y qué hormonas los protagonizan.

Los cambios en la mujer a lo largo del embarazo

El embarazo es un complejo proceso orquestado por hormonas que dirigen todos los cambios en la mujer a lo largo del embarazo que deben ver con la creación de una nueva vida y de los sentimientos asociados a la nueva condición de maternidad. Ahora te los especificamos por etapas.

Cambios en el primer trimestre

Esquema que ilustra algunos de los cambios que se dan en el primer trimestre de embarazo

  • El primer y evidente cambio que padece una mujer que queda encinta es la ausencia de menstruación. Esto es debido a la hormona gonadotropina coriónica,  famosa como la “hormona del embarazo”. Esta hormona elimina la regla, deteniendo el ciclo menstrual a fin de que no se genere otro embarazo una vez fecundado el óvulo y es la detectada en los test de embarazo en la orina. El resto de cambios asociados al embarazo se deben al incremento en las hormonas estrógenos y progesterona.
  • Comúnmente las mujeres  experimentan náuseas y vómitos matinales, si bien posiblemente esto no ocurra, siendo esto poco usual.
  • Aparecerá gran cansancio, somnolencia y los conocidos “antojos” o apetencia de ciertos comestibles.
  • Las mamas aumentan de tamaño y de sensibilidad. Los pezones se hacen protuberantes y las aureolas más extensas y oscuras. Aparecen unas prominencias blanquecinas alrededor del pezón (tubérculos de Montgomery)  que generan una secreción para resguardarlo.
  • Aumento de la secreción vaginal.
  • Aumento en el tamaño del útero: sus semejas se hacen más fuertes y aumenta el riego sanguíneo para asegurar el adecuado suministro de oxígeno y nutrientes al feto.
  • Aumento de la frecuencia de micción: debido al desarrollo del útero que presiona la vejiga y al incremento de la actividad de los riñones. Es usual al acostarse y al final del embarazo.
  • Incremento del ritmo cardíaco: el desarrollo del feto y la placenta suponen mayor demanda sanguínea para la madre, por lo que su frecuencia cardiaca aumenta. En consecuencia se acrecienta el ritmo respiratorio y el metabolismo.
  • Mayor apetito y incremento de peso anatómico.
  • Alteraciones olfativas y gustativas.
  • Molestias: estreñimiento, hemorroides, reflujo, venas varicosas, irritabilidad.
  • Cambios en la piel: por incremento de la actividad de los melanocitos (células epiteliales productoras de melanina,  pigmento que da color a la piel),  lo que provoca la aparición de una línea obscura entre el ombligo y el pubis (“línea alba”) y el oscurecimiento de los pezones y areolas. Asimismo pueden aparecer máculas, estrías, picores y acne.

Cambios en el segundo trimestre

  • Incremento de senos y actividad metabólica: prosigue incrementando el tamaño de los senos, el peso anatómico y la actividad de los riñones. El corazón marcha aún a mayor intensidad.
  • El sistema inmunitario se deprime en determinada medida para eludir posibles reacciones de rechazo cara el bebé.
  • El tránsito intestinal se ralentiza por el aumento de estrógenos, lo que lleva asociado digestiones más lentas y pesadas, ardor estomacal, flatulencias y estreñimiento.
  • Las encías pueden inflamarse y sangrar.
  • Muchas de las molestias asociadas al primer trimestre de embarazo como las náuseas y el cansancio, remiten en esta etapa y las mujeres acostumbran a sentirse más plenas y con mayor energía.

Cambios en el tercer trimestre

  • Continúa incrementando útero y abdomen.
  • Sigue incrementando el peso anatómico de la madre, esencialmente por el desarrollo del bebé.
  • Cansancio intermitente.
  • Puede generarse hinchazón de piernas, tobillos y pies por retención de líquidos.
  • Estiramiento de tendones del cuerpo, en especial caderas y pelvis para facilitar el parto.
  • Producción de calostro por las mamas.
  • Aumento en la frecuencia de micción.
  • Dolor de espalda, ardor de estómago.

Cambios psicológicos

Ilustración que muestra cómo surge la maternidad antes del nacimiento del niño y esperando la llegada del bebé con ilusión

Decía el siquiatra y psicoanalista francés  Serge Lebovici que “Cuando nace el bebé, nace asimismo la madre”. Hablamos del desarrollo de una nueva identidad en la mujer: la de ser madre. Y a este proceso se le conoce como transición a la maternidad o parentificación y entiende 3 etapas en “el yo” de la mujer:

  1. “Estoy embarazada”: concierne solo a la encinta y los cambios en su cuerpo como algo que solo se da en ella.
  2. “Estoy aguardando un bebé”: implica a una segunda persona, el hijo que espera.
  3. “Estoy aguardando un bebé de tal persona”: aparece una tercera persona, aquella de la que espera un hijo: el padre. Brota la paternidad.


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