
El embarazo es un excepcional proceso en el que la mujer padece profundos cambios a nivel fisiológico y psicológico ya que el desarrollo de una nueva vida es una labor muy demandante. Además de esto surge en la mujer una nueva identidad: la de ser madre.
Ciertas hormonas son las responsables de los cambios en la mujer a lo largo del embarazo y ahora te vamos a explicar punto por punto cuáles son esos cambios y qué hormonas los protagonizan.
Los cambios en la mujer a lo largo del embarazo
El embarazo es un complejo proceso orquestado por hormonas que dirigen todos los cambios en la mujer a lo largo del embarazo que deben ver con la creación de una nueva vida y de los sentimientos asociados a la nueva condición de maternidad. Ahora te los especificamos por etapas.
Cambios en el primer trimestre
- El primer y evidente cambio que padece una mujer que queda encinta es la ausencia de menstruación. Esto es debido a la hormona gonadotropina coriónica, famosa como la “hormona del embarazo”. Esta hormona elimina la regla, deteniendo el ciclo menstrual a fin de que no se genere otro embarazo una vez fecundado el óvulo y es la detectada en los test de embarazo en la orina. El resto de cambios asociados al embarazo se deben al incremento en las hormonas estrógenos y progesterona.
- Comúnmente las mujeres experimentan náuseas y vómitos matinales, si bien posiblemente esto no ocurra, siendo esto poco usual.
- Aparecerá gran cansancio, somnolencia y los conocidos “antojos” o apetencia de ciertos comestibles.
- Las mamas aumentan de tamaño y de sensibilidad. Los pezones se hacen protuberantes y las aureolas más extensas y oscuras. Aparecen unas prominencias blanquecinas alrededor del pezón (tubérculos de Montgomery) que generan una secreción para resguardarlo.
- Aumento de la secreción vaginal.
- Aumento en el tamaño del útero: sus semejas se hacen más fuertes y aumenta el riego sanguíneo para asegurar el adecuado suministro de oxígeno y nutrientes al feto.
- Aumento de la frecuencia de micción: debido al desarrollo del útero que presiona la vejiga y al incremento de la actividad de los riñones. Es usual al acostarse y al final del embarazo.
- Incremento del ritmo cardíaco: el desarrollo del feto y la placenta suponen mayor demanda sanguínea para la madre, por lo que su frecuencia cardiaca aumenta. En consecuencia se acrecienta el ritmo respiratorio y el metabolismo.
- Mayor apetito y incremento de peso anatómico.
- Alteraciones olfativas y gustativas.
- Molestias: estreñimiento, hemorroides, reflujo, venas varicosas, irritabilidad.
- Cambios en la piel: por incremento de la actividad de los melanocitos (células epiteliales productoras de melanina, pigmento que da color a la piel), lo que provoca la aparición de una línea obscura entre el ombligo y el pubis (“línea alba”) y el oscurecimiento de los pezones y areolas. Asimismo pueden aparecer máculas, estrías, picores y acne.
Cambios en el segundo trimestre
- Incremento de senos y actividad metabólica: prosigue incrementando el tamaño de los senos, el peso anatómico y la actividad de los riñones. El corazón marcha aún a mayor intensidad.
- El sistema inmunitario se deprime en determinada medida para eludir posibles reacciones de rechazo cara el bebé.
- El tránsito intestinal se ralentiza por el aumento de estrógenos, lo que lleva asociado digestiones más lentas y pesadas, ardor estomacal, flatulencias y estreñimiento.
- Las encías pueden inflamarse y sangrar.
- Muchas de las molestias asociadas al primer trimestre de embarazo como las náuseas y el cansancio, remiten en esta etapa y las mujeres acostumbran a sentirse más plenas y con mayor energía.
Cambios en el tercer trimestre
- Continúa incrementando útero y abdomen.
- Sigue incrementando el peso anatómico de la madre, esencialmente por el desarrollo del bebé.
- Cansancio intermitente.
- Puede generarse hinchazón de piernas, tobillos y pies por retención de líquidos.
- Estiramiento de tendones del cuerpo, en especial caderas y pelvis para facilitar el parto.
- Producción de calostro por las mamas.
- Aumento en la frecuencia de micción.
- Dolor de espalda, ardor de estómago.
Cambios psicológicos
Decía el siquiatra y psicoanalista francés Serge Lebovici que “Cuando nace el bebé, nace asimismo la madre”. Hablamos del desarrollo de una nueva identidad en la mujer: la de ser madre. Y a este proceso se le conoce como transición a la maternidad o parentificación y entiende 3 etapas en “el yo” de la mujer:
- “Estoy embarazada”: concierne solo a la encinta y los cambios en su cuerpo como algo que solo se da en ella.
- “Estoy aguardando un bebé”: implica a una segunda persona, el hijo que espera.
- “Estoy aguardando un bebé de tal persona”: aparece una tercera persona, aquella de la que espera un hijo: el padre. Brota la paternidad.
El contenido del artículo se adhiere a nuestros principios de moral editorial. Para avisar un fallo pincha acá.