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Mi bebé se mueve mucho en la barriga: ¿me preocupo?

28 febrero, 2023

Pareja con las manos sobre la bariga de la mujer embarazada

Si estás gestante, seguro que has pensado en el momento en el que comenzarás a advertir a tu bebé.

Notarlo en tu interior por primera vez es una de las experiencias más fantásticas que se pueden morar. Aunque eres consciente de que tu bebé crece en tu seno, sentirlo físicamente es poco que siempre hace gran ilusión.

En qué semana notarás al fin sus movimientos y si se mueve mucho o poco son dudas muy frecuentes en todas las embarazadas y en este artículo te historia todo lo que quieres enterarse.

¿Qué encontrarás en esta conductor?

Cuándo se empieza a advertir que el bebé se mueve en el vientre de la mamá

Los primeros movimientos se suelen percibir en torno a de la semana 20, pero ten presente que hay harto variabilidad entre mujeres. Así que es posible sentirlo antiguamente o poco posteriormente.

Un buen día descubrirás que notas burbujitas o una culebrilla en tu panza, sin tener muy claro si es tu bebé… ¡o incluso gases! Tras unos días de duda, los movimientos se irán haciendo más intensos y perceptibles y tendrás claro que provienen de tu bebé.

Sabías que…

Si este es tu segundo impedimento, es muy probable que notes a tu bebé alguna semana antiguamente que con el primero.

Por qué se mueve el bebé interiormente de la barriga

Tu bebé es una personita y, como tal, se mueve. Sus músculos, huesos y articulaciones necesitan ese movimiento para un perfecto crecimiento y expansión y ese no detener, a su vez, fomenta el expansión neurológico. Encima de fortalecerse, desarrolla sus sentidos, le da la oportunidad de ensayar el espacio y le da una anciano sensación de bienestar.

Por otro costado, los movimientos fetales además ayudan a la mamá a establecer un vínculo más esforzado con su bebé antiguamente del salida, siendo fundamental para el expansión emocional. Al mismo tiempo, estos movimientos fetales pueden avisar a la mamá sobre la vitalidad de su hijo, siendo la marcha de ellos una señal de alerta para venir a un centro de vitalidad.

¿Cuando el bebé se mueve mucho, duele?

Esta duda tiene varios “depende”. En primer circunscripción partimos de que el dolor es una experiencia subjetiva, y lo que a una mujer ni le puede resultar siquiera enojoso, otra puede percibirlo como muy doloroso.

Mujer embarazada tocándose la barriga y sonriendo

Por otro costado, van a corretear un importante papel dos cuestiones relacionadas con el bebé: su perduración y su posición.

  • Los movimientos de un feto muy pequeño no van a ser lo suficientemente intensos, ni van a presionar estructuras maternas. De hecho, tal y como explicaba antiguamente, pueden percibirse como unas burbujitas. Sin secuestro, un bebé más prócer, con más fuerza y menos espacio interiormente del seno, puede dar auténticas patadas de futbolista que te sobresalten.
  • Respecto a la posición, dependiendo de cómo esté colocado el bebé en el seno, golpeará más a menudo algunas partes maternas u otras. Cuando está de cabecera son habituales las quejas por patadas en la zona de las costillas; si está de nalgas, por patadas sobre la zona de la vejiga. Ten en cuenta que además va a obedecer de dónde esté la placenta, puesto que es una estructura que amortigua en cierto modo la percepción de esos movimientos.

Cuándo hay que preocuparse por los movimientos del bebé

Que tu bebé se mueva es una excelente señal, porque forma parte de su habitual expansión y crecimiento.

Tal vez te pueda preocupar que dificulta tu sueño y refrigerio porque se mueva más por las noches. El feto no sigue el horario de sueño de su mamá, hace muchas siestas y tiene varios periodos de actividad a lo extenso del día. Cuando tú estás relajada en la cama, es habitual que prestes más atención a sus movimientos y tengas la sensación de que es por la incertidumbre cuando más activo está.

Algunas futuras mamás consultan porque notan, a veces, unos movimientos rítmicos en su bebé. No son patadas, sino muy pequeños espasmos puntuales: ¡tiene hipo!

Lo que sí debe alertarnos es ciertamente lo contrario, no percibir al bebé o que sus movimientos estén disminuidos.

¿Qué significa la disminución de la actividad en el vientre?

Cuando tu bebé tiene un amplio espacio de juegos, le será posible moverse mucho más. Pero, a medida que vaya creciendo, irá ocupando gran parte del seno y adoptará la característica posición fetal. Cuanto más te acerques al final del impedimento, más menguado tendrá su espacio y, por consiguiente, los además su amplitud de movimiento.

Esto no significa que sea habitual que no se mueva en las últimas semanas, de hecho, si esto ocurriera, sería un signo de miedo que habría que evaluar.

Mujer embarazada tumbada en el sofá tocándose la barriga

Aún así, ten en cuenta que algunas situaciones, como un feto demasiado prócer, un escaso pandeo de acuosidad amniótico (oligoamnios) o una preñez gemelar, reducen el espacio apto para que el bebé se mueva con anciano desenvolvimiento en el seno.

Los bebés suelen moverse más cuando comes, especialmente poco dulce. Cuando una gestante viene al hospital a hacerse un registro (colocamos un cinturón para ir escuchando el corazón del bebé) y está demasiado tranquilo para la prueba, le damos a la mamá un zumo con azúcar, le pedimos que se tumbe del costado izquierdo (favorece la oxigenación de la placenta) y estimulamos su panza con nuestras manos, para despertar al bebé.

Por ello, te recomiendo que pruebes de hacer esto en casa si notas una disminución de movimientos fetales.

Si tras un tiempo de, aproximadamente, 1 hora, no percibes a tu bebé, acércate al hospital para que puedan hacer una valoración, descartar que esa marcha o disminución de movimiento pueda deberse a alguna complicación y encontrar la causa.

Claves para relajarte durante el impedimento

Para tener un impedimento más sufrible, es importante que procures relajarte lo mayor posible. Para ello, te recomiendo:

  • Tráfico de sobrellevar una buena nutriente y mantenerte activa físicamente.
  • Explora diferentes posturas, descubrirás que algunos bebés no quieren que su mamá se coloque de determinadas formas y, si están incómodos, lo hacen enterarse con fuertes movimientos. Puedes ayudarte con algunos materiales como una pelota de pilates (te vendrá excelente, por otra parte, para ejercitar la movilidad de la pelvis) o almohadones o un cojín de lactación para acomodarte mejor en la cama o cuando estés en el sofá.
  • Ya sabes lo que dicen, “mens sana in corpore sano”, no olvides cuidar además tu bienestar emocional. Indagación actividades placenteras, respira con calma, haz meditación… Te ayudará a afrontar mejor los momentos menos cómodos.

Y recuerda, los movimientos del bebé son muy buena señal. Tal vez ahora te resulten molestos, pero, de verdad, por increíble que te pueda parecer, ¡hasta los echarás de menos cuando sea anciano!

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