¿Habéis audición susurrar de la pedagogía Pikler? Debe su nombre a la doctora Emmi Pikler y fomenta la sencillez y el respeto a la autonomía de los más pequeños. Así dicho suena muy aceptablemente pero, ¿cuáles son sus pilares y cómo podemos aplicarlos en casa?
Hasta hace escasamente unos meses escasamente había ilustrado mucho sobre esta pedagogía que no dista mucho de otras pero que tiene principios interesantes que puede resultar conveniente aplicar en la educación de los mas pequeños. ¡Descúbrelos y decide por ti misma!
Principios de la pedagogía Pikler
Emmi Pikler comenzó a trabajar en la ‘Casa cuna’ de Budapest en la plazo de los 40. Y fu allí trabajando con aquellos huérfanos cuando se dio cuenta de la importancia que factores como el movimiento o el establecimiento de vínculos afectivos tenían en el avance de los niños. De hecho, esos son dos de los principios en los que se regiría a posteriori la pedagogía que lleva su nombre.
Vínculos emocionales sólidos
Para el correcto avance de los niños es esencial que se creen vínculos afectivos sólidos con sus referentes adultos. Y estos no deben circunscribirse a su padre y su causa, sino explayarse a todos aquellos que se responsabilizan de ellos.
Este apego es fundamental para que los niños y niñas se sienta protegidos y acompañados. Para ello los adultos deben observar y supervisar, pero solo intervenir cuando sea estrictamente necesario o el pequeño lo solicite, con el fin de respetar sus procesos y contribuir a que adquieran confianza y seguridad, en sus capacidades.
Sin una buena comunicación tanto verbal como no verbal es difícil que se creen vínculos afectivos sólidos. Por eso es necesario desde que son bebés susurrar con ellos, explicarles lo que se está haciendo y por qué se está haciendo mientras los cambiamos o alimentamos. Pero igualmente animarlos con la ojeada, hacerles advertir que confiamos en ellos.
Espontaneidad de movimientos
La pedagogía Pikler incide en la exigencia de respetar los tiempos del crío, de dejar que avance a su propio ritmo, interviniendo lo menos posible para no interferir en su educación. Así, por ejemplo, la pedagogía invita a repeler todos aquellos rudimentos (cunas, tronas, tumbonas) que impongan a los pequeños posturas que no están dispuestos a adoptar.
Trabajar su movimiento de forma natural y a su propio ritmo contribuirá a su avance desde un punto de aspecto psicomotriz. Para dar el próximo paso con confianza (trepar, trasladarse…) un crío debe entender su entorno y los límites de su cuerpo y sobre estimulándolos y sobreprotegiéndolos se lo estamos negando.
Grupo autónomo
El solaz autónomo es otro de los principios de la pedagogía Pikler. Para ello es necesario proporcionarles un espacio seguro y adaptado que le resulte estimulante, encima de una ropa cómoda que no limite sus movimientos. ¿Habéis audición susurrar del triángulo Pikler?
El triángulo Pikler es una estructura de madera que permite al crío resquilar y trabajar de esa forma su avance motor y su confianza. Adecuado a partir de los 6 meses con supervisión, suele combinarse con balancines y tablas que sirven de mesa de trabajo o tobogán. ¡Échales un vistazo!
Estabilidad
La estabilidad es otro de los factores fundamentales en el método Pilker. El crío o pupila debe crecer en un entorno estable que no cambie constantemente y donde la audición y la atención afectiva sean valorados. Es importante que gozo de una buena sanidad física, pero igualmente de una emocional.
Como aplicarlo en casa
¿Deseas aplicar esta pedagogía en casa? Resulta primordial para ello que respetes los tiempos del niños y que lo acompañes pero intervengas lo exiguo posible. Si, es poco que nos cuesta hacer porque todo nos da miedo pero es el primer paso de muchos que puedes dar:
- Evita muebles que limiten el movimiento como cunas, tronas o andadores.
- Crea un espacio de juegos seguro en el suelo colocando una estera antideslizante, algunos cojines, así como objetos de tamaños y texturas diferentes que favorezcan su excitación sensorial.
- Consigue un triángulo Pikler o colocar unos pufs que les permitan resquilar al sofá por ejemplo, a partir de los 8 meses.
- Observa al crío en sus juegos y movimientos pero no intervengas si no hay peligro efectivo. Permite que tu hijo juegue solo.
- Ponles ropa cómoda y evita los zapatos para que se encuentren mas libres.
- Explícales por que tienen que hacer ciertas cosas (engullir, cambiarse, vestirse, juntar…) desde el primer día.
¿Te gustan los principios del método Pikler?