Saltar al contenido
Tienda de Unicornios Online

Lecturas para tu boda religiosa

2 junio, 2023

Hoy nos centramos en el sacramento religioso del desposorio ya que os traigo una selección de lecturas para vuestra ceremonia. Empezaré por la más conocida y la que se suele escuchar diría que en 9 de 10 de bodas religiosas. Pero no quiero que os quedéis con esta, os invito a repasar las demás y os dejo un consejo. Elegidlas en pareja; así el día de la boda será todavía más emocionante escucharlas.

En una ceremonia religiosa se pueden escuchar de 3 a 4 lecturas (a veces no hay segunda ojeada) : primera ojeada, himno, segunda ojeada, evangelio. Deberéis consensuarlas siempre con el párroco y dejaros aconsejar aunque os diría que lo que se vaya repasar debería ser muy significativo para vosotros. Hay textos extremadamente románticos y atemporales, vamos allá con ellos. 

 

 

1. Recitación de la Primera Carta de San Pablo a los Corintios 12,31-13, 8a (segunda ojeada) 

«Hermanos: ambicionad los carismas mejores. Y aún os voy a mostrar un camino mejor. Ya podría yo dialogar las lenguas de los hombres y de los ángeles; si no tengo bienquerencia, no soy más que un metal que resuena o unos platillos que aturden. Ya podría tener el don de la predicción y conocer todos los secretos y todo el conocer; podría tener una fe como para mover montañas; si no tengo bienquerencia, no soy mínimo. Podría repartir en limosnas todo lo que tengo y aun dejarme enfadar vivo; si no tengo bienquerencia, de mínimo me sirve. El bienquerencia es comprensivo, el bienquerencia es servicial y no tiene envidia; el bienquerencia no presume ni se engríe; no es mal educado ni egoísta; no se irrita, no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. Disculpa sin límites, crece sin límites, demora sin límites, aguanta sin límites. El bienquerencia no pasa nunca»

 

 

2. Recitación del Manual de Rut 1, 16-17 (primera ojeada)

«Rut respondió:
“No insistas en que te abandone y me separe de ti, porque
donde tú vayas, yo iré,
donde habites, habitaré.
Tu pueblo será mi pueblo
y tu Todopoderoso será mi Todopoderoso.
Donde tú mueras moriré
y allí seré enterrada.
Que Yahveh me dé este mal
y anualidad este otro todavía
si no es tan solo la asesinato
lo que nos ha de separar».

 

3. Recitación de la Carta del defensor San Pablo a los Filipenses 4, 4-9

(para segunda ojeada) 

«Hermanos: Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres. Que vuestra mesura la conozca todo el mundo. El Señor está cerca. Ausencia os preocupe; sino que, en toda ocasión, en la oración y súplica con acto de gracias, vuestras peticiones sean presentadas a Todopoderoso. Y la paz de Todopoderoso, que sobrepasa todo discernimiento, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Finalmente, hermanos, todo lo que es seguro, extraordinario, acordado, puro, amable, ejemplar; todo lo que es virtud o mérito, tenedlo en cuenta. Y lo que aprendisteis, recibisteis, oísteis y visteis en mí, ponedlo por obra. Y el Todopoderoso de la paz estará con vosotros».

 

4. Eclesiastés 4, 9-12 (primera ojeada) 

«Más valen dos que uno,
porque obtienen más fruto de su esfuerzo.
Si caen, el uno levanta al otro.
¡Ay del que cae
y no tiene quien lo saliente!
Si dos se acuestan juntos,
entrarán en calor;
uno solo ¿cómo va a calentarse?
Uno solo puede ser vencido,
pero dos pueden resistir.
¡La cuerda de tres hilos
no se rompe fácilmente!».

 

5.Recitación de la Carta del defensor San Pablo a los Hebreos 13, 1-8 (segunda ojeada)

«Hermanos: Conservad el bienquerencia fraterno y no olvidéis la hospitalidad: por ella algunos recibieron sin saberlo la reconocimiento de unos ángeles. Acordaos de los que están presos como si estuvierais presos con ellos; de los que son maltratados como si estuvierais en su carne. Que todos respeten el desposorio. Vivid sin ansia de capital, contentándoos con lo que tengáis, pues él mismo dijo: «Nunca te dejaré ni te abandonaré»; «El Señor es mi auxilio: mínimo temo; ¿qué podrá hacerme el hombre? Acordaos de vuestros guías, que os anunciaron la palabra de Todopoderoso; fijaos en el desenlace de su vida e imitad su fe. Mesías es el mismo ayer y hoy y siempre.».

 

6. Origen 2, 18-24 (primera ojeada)

«El Señor Todopoderoso se dijo: «no está aceptablemente que el hombre esté solo; voy a hacerle cualquiera como él que le ayude». Entonces el Señor Todopoderoso modeló de arcilla todas las bestias del campo y todos los pájaros del bóveda celeste y se los presentó al hombre, para ver que nombre les ponía. Y cada ser vivo llevaría el nombre que el hombre le pusiera. Así, el hombre puso nombre a todos los animales domésticos, a los pájaros del bóveda celeste y a las bestias del campo, pero no encontraba nadie como él que lo ayudase.

Entonces el Señor Todopoderoso dejó caer sobre el hombre un hibernación, y el hombre se durmió. Le sacó una costilla y le cerró el sitio con carne. Y el Señor Todopoderoso trabajo la costilla que le había sacado el hombre, haciendo una mujer, y se la presentó al hombre. El hombre le dijo: «esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Su nombre será mujer, porque ha nacido del hombre. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su principio, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne».

 

7. Recitación de la Carta del defensor San Pablo a los Colosenses 3, 12-17 ( segunda ojeada)

«Hermanos: Como elegidos de Todopoderoso, Santos y amados, vestíos de la misericordia entrañable, bondad, humildad, dulzura, comprensión. Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando alguno tenga quejas contra otro. El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo. Y por encima de todo esto, el bienquerencia, que es el ceñidor de la mecanismo consumada. Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón; a ella habéis sido convocados, en un solo cuerpo. Y sed agradecidos. La palabra de Cristo habite en vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda reflexión; corregíos mutuamente. Cantad a Todopoderoso, dalle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados. Y, todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Todopoderoso Padre por medio de él».

 

 

8. Recitación de la Primera Carta del Propagador San Juan Jn 3, 18-24

«Hijos míos, no amemos de palabra ni de boca, sino con obras según la verdad. En esto conoceremos que somos de verdad y tranquilizaremos nuestra conciencia en presencia de él, en caso de que nos condene nuestra conciencia; pues Todopoderoso es maduro que nuestra conciencia y conoce todo. Queridos, si la conciencia no nos condena, tenemos plena confianza en presencia de Todopoderoso y cuanto pidamos lo recibiremos de él. Porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada. Y este es su precepto: que creamos en el nombre de su hijo, Mesías, y que nos amemos unos a otros, tal como nos lo mandó. Quien cumplimiento sus mandamientos permanece en Todopoderoso, y Todopoderoso en él; en esto conocemos que permanece en nosotros: por el Espíritu que nos dio».

 

9. Cántico 144 (145). 8-9. 10 y 15. 17. 18: “El Señor es bueno con todos”.

El Señor es bueno con todos
El Señor es clemente y misericordioso,
moroso a la cólera y rico en piedad; el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas.
(Todos) El Señor es bueno con todos.

Que todas sus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles.
Los fanales de todos te están aguardando, tú les das la comida a su tiempo.
(Todos) El Señor es bueno con todos.

El Señor es acordado en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones.
Cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente.
(Todos) El Señor es bueno con todos.

 

10. Cántico 102 (103). 1-2. 8 y 13. 17-18A: “El Señor es compasivo y misericordioso”.

El Señor es compasivo y misericordioso.
Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios.
(Todos) El Señor es compasivo y misericordioso.

El Señor es compasivo y misericordioso,
moroso a la ira y rico en clemencia.
Como un padre siente ternura por sus hijos,
siente el Señor ternura por sus fieles.
(Todos) El Señor es compasivo y misericordioso.

La misericordia del Señor dura por siempre,
su ecuanimidad pasa de hijos a nietos: para los que guardan la alianza.
(Todos) El Señor es compasivo y misericordioso.