
El reflujo gastroesofágico es suficiente frecuente en bebés. La mayoría de las veces serán regurgitaciones que se irán resolviendo espontáneamente conforme tu hijo vaya creciendo, sin condición de ningún tratamiento, y sin afectar a su lucro de peso y talla. Pero en algunos casos puede convertirse en poco “patológico”, precisando ampliar el estudio y pautar un tratamiento específico.
¿Tu bebé tiene bocanadas o vómitos con frecuencia? ¿Quieres retener si lo que tiene es reflujo y cómo puedes ayudarle? ¿Deberían hacerle alguna prueba? Resuelvo todas estas cuestiones a continuación, para que sepas cómo desempeñarse si tu pequeño tiene regurgitaciones frecuentes.
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¿Qué es el reflujo y la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)?
El reflujo consiste en la revés del contenido del estómago cerca de la boca, que ocurre sin esfuerzo y de modo esporádica en algunos bebés, sobre todo tras las tomas. Es suficiente frecuente y afecta a 2 de cada 10 bebés menores de 6 meses.
Muchas veces no llega hasta la boca, sino que se queda en el esófago, lo que se conoce como reflujo silente, siendo más difícil de identificar.
Es importante diferenciar entre 2 situaciones:
Reflujo “fisiológico”
Si tu bebé vomita o regurgita con frecuencia, pero coge peso correctamente, crece con normalidad, se encuentra tranquilo y come sin molestias, hablaremos de reflujo “fisiológico”.
Este tipo de reflujo aparece conveniente a la inmadurez del cardias, que es la válvula que se encuentra en la parte superior del estómago y evita que el contenido del estómago vuelva cerca de en lo alto. No es peligroso para tu hijo, ni necesita ningún tipo de prueba, sino que el dictamen se realiza a través de los síntomas que presenta.
Tu pediatra te recomendará una serie de medidas posturales y dietéticas para disminuir las regurgitaciones… Conforme tu bebé vaya madurando, los síntomas irán desapareciendo y, en la mayoría de los casos, suelen resolverse antiguamente de los 6-12 meses.
Enfermedad por Reflujo gastroesofágico (ERGE)
Por el contrario, si tiene vómitos muy frecuentes, grandes y le afectan a su lucro de peso y talla, síntomas respiratorios , irritabilidad, llorera durante o tras las tomas, esofagitis… hablaremos entonces de Enfermedad por Reflujo gastroesofágico (ERGE).
En este caso sí es conveniente ampliar el estudio para hacer dictamen diferencial con otras patologías que pueden presentar síntomas similares para poder pautar un tratamiento correcto para tu bebé.
¿Qué causa el reflujo en los bebés?
La causa más frecuente por la que tu bebé puede presentar reflujo es la inmadurez del cardias (la válvula que comunica el esófago con el estómago). Esto hace que no se clausura adecuadamente el estómago tras la toma y, por eso, su contenido asciende con facilidad, cuando movilizamos al bebé o al estar tumbado.
Adicionalmente, hasta los 6 meses, como tu bebé solo toma caseína y aún no es capaz de mantenerse sentado, pasando muchas horas tumbado, es frecuente que el contenido saldo en el estómago suba cerca de el esófago con facilidad.
En el caso de que presente una ERGE, tu pediatra solicitará algunas pruebas para descartar otras patologías asociadas (hostilidad a las proteínas de caseína de vaquilla, esofagitis, fibrosis quística, enfermedades genéticas…).
Existen algunos factores de peligro que pueden predisponer a un bebé a presentar reflujo gastroesofágico: si es prematuro (por la inmadurez de su sistema digestivo), si padece fibrosis quística, enfermedades neurológicas como por ejemplo una parálisis cerebral, retraso psicomotor, patologías quirúrgicas por defectos al principio como la atresia de esófago, la hernia diafragmática o los cuadros de malrotación.
¿Cuáles son los síntomas del reflujo y la ERGE en los bebés?
Los síntomas más frecuentes que puedes observar en tu bebé si padece reflujo gastroesofágico son:
Repulsión
Regurgitaciones
Vómitos
Puedes sospechar que tu pequeño lo padece si es frecuente que presente bocanadas o vómitos tras la tomas (aunque todavía pueden ocurrir durante la tomas, o incluso horas luego), pero a pesar de eso tu bebé come correctamente, con apetito, sin molestias digestivas, apetencia correctamente el peso y crece adecuadamente, lo que se conoce como regurgitador atinado.
En el caso de ERGE, presentará, adicionalmente de las regurgitaciones y los vómitos, otros síntomas asociados como son:
- Arqueamiento de la espalda cerca de antes, y movimientos anormales del cuello (el bebé, para intentar que no suba el reflujo y le ocasione molestias, se echa cerca de antes intentando evitarlo).
- Irritabilidad o llorera (por las molestias digestivas que le produce el reflujo).
- Atragantamientos, tos, apneas (cese de la respiración durante unos segundos), neumonías recurrentes (por paso del contenido del estómago a las vía respiratoria), faringitis, bronquitis, laringitis estridor, cianosis…
- Inapetencia o rechazo de las tomas (conveniente a que asociará el momento de tomar, con poco película y desagradable).
- Estancamiento o pérdida de peso.
- Malnutrición.
- Vómitos con muerte, esofagitis o muerte en heces.
- Anemia o palidez cutánea.
En presencia de cualquiera de estos síntomas, es importante que consultes con tu pediatra para que pueda valorar a tu hijo.
¿Cómo aliviar los síntomas del reflujo en los bebés?
Para disminuir los síntomas del reflujo en tu bebé, puedes aguantar a extremidad algunas modificaciones dietéticas y en los hábitos de víveres de tu pequeño como son:
Ofrecer tomas más pequeñas pero con más frecuencia (así evitaremos que su pequeño estómago esté muy atiborrado y suba con facilidad el contenido cerca de en lo alto).
Darle el alimento en cuanto muestre las primeras señales de escasez, así evitarás que coma con mucha ansiedad o llorando e ingiera más distinción.
Evita movimientos bruscos en tu bebé tras la toma, o exigir su barriguita.
Intenta, tras la toma, que expulse los gases, para evitar que se le acumulen.
Si toma amamantamiento materna, puedes optar por posturas más verticales, como la posición a caballito.
Si toma fórmula pueril, y presenta irritabilidad o pérdida de peso, puede ser que vuestro pediatra os recomiende una fórmula antirreflujo que contiene espesantes para disminuir los episodios de reflujo (habrá que valorar en cada caso).
En niños con hostilidad a proteínas de la caseína de vaquilla diagnosticada, el reflujo mejorará con fórmula hidrolizada.
Si tiene molestias o irritabilidad, es posible que vuestro pediatra os prescriba un antiácido para aliviar los síntomas. Aunque seguirá teniendo reflujo, las regurgitaciones no serán ácidas y así le evitamos las molestias.
Medidas posturales antirreflujo: tras la toma, evita tumbarlo inmediatamente, es preferible mantenerlo 20-30 min en posición tieso (brazos, porteo…).
Cuando esté tumbado, se recomienda seguir las recomendaciones de tumbarse boca en lo alto para evitar el Síndrome de Crimen Súbita del Bebé (SMSL). En niños mayores de 1 año que aún tengan síntomas, puede ser humanitario elevar la larguero de la cama 30-40º.
¿Cuándo debo pasarse al pediatra?
Aunque la mayoría de casos de reflujo van a ser fisiológicos y sin importancia… es recomendable que consultes con tu pediatra si tu bebé presenta:
Vómitos grandes y frecuentes o incluso si vomita todas las tomas, vuelve a pedir alimento con mucha escasez y lo vuelve a revelar.
Está irritable, con molestias y dolor, se arquea continuamente, llora durante la toma
Rechaza el alimento.
Presenta síntomas respiratorios: tos, apneas, neumonías recurrentes…
Si su barriguita se pone distendida, dura o a tensión.
Si tu bebé no apetencia peso o pierde peso.
Si el reflujo empieza luego de los 6 meses.
Si presenta vómitos con muerte o biliosos.
Conclusiones
El reflujo gastroesofágico es frecuente en los bebés pequeños. Si tu hijo presenta pequeñas bocanadas tras las tomas, sin molestias, y apetencia peso adecuadamente, será un cuadro de reflujo fisiológico y no precisará realizar más pruebas. Sólo deberás aguantar a extremidad las medidas posturales antirreflujo y las recomendaciones dietéticas para evitar que la caseína suba con facilidad cerca de el esófago.
Por el contrario, si tu bebé presenta vómitos grandes y frecuentes, con afectación de su peso, está irritable, se arquea, rechaza el alimento… puedes estar en presencia de un caso de ERGE y será importante venir a tu pediatra para valoración.
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