Saltar al contenido
Tienda de Unicornios Online

Nueve frases negativas que decimos sin querer a los niños pero que les hacen daño, y cómo darles la revés

4 julio, 2023

Durante la crianza, y sobre todo en situaciones de estrés, podemos ganar a sostener frases a los niños que son dañinas para su autoestima y ampliación. Y aunque las digamos sin una mala intención, por desconocimiento o costumbre, esto no le resta importancia a su repercusión. La guisa en la que nos comunicamos con los niños es primordial para su vitalidad emocional.

A través de la comunicación los niños van creando saludos en su infancia que guiarán muchas de sus acciones y reacciones en su vida adulta. En este artículo os dejamos nueve frases negativas que decimos sin querer a los niños pero que les hacen daño, anejo a ideas para darles la revés.

15 frases positivas que decirle a tu hijo cuando llora en lugar de "no llores"

Nueve frases dañinas para los niños y por qué evitarlas

1. «Tu hermano no hace esas cosas. Deberías formarse de él»

Con esta frase, le estamos diciendo a nuestro hijo que queremos que sea como su hermano; es sostener, que no lo aceptamos tal y como es. Esto tiene un impacto en su autoestima, que se vuelve frágil, produciendo así inseguridades en el peque. El mensaje que recibe es: «debo ser como otros para que me acepten y me quieran».

Frase alternativa que podemos usar:

  • ¡Lo has hecho muy admisiblemente! Si algún día quieres formarse más sobre esto, tal vez tu hermano te pueda ayudar.

2. «Eso no se hace, eres malo»

Para iniciar, debemos evitar frases del tipo «eres»; tratemos de señalar sus comportamientos más que su forma de ser, porque de hacerlo, los estamos etiquetando. Y en este caso, el calificativo «malo» deje por sí solo. Se alcahuetería de un ataque directo a su autoestima. Por otra parte, puede creérselo en realidad.

Frase alternativa que podemos usar:

  • Esto que has hecho no está admisiblemente, pero todos nos equivocamos, y podemos formarse a hacerlo mejor. ¿Te ayudo?

3. «No llores que no es para tanto»

Con esta frase, estamos invalidando la emoción de nuestro hijo. La consecuencia puede ser una dificultad para expresar sus sentimientos. Comprobar que «no tienen derecho a hacerlo», o que está mal hacerlo. Nunca debemos invalidar o restar importancia a lo que sienten, ya que, por otra parte, manifestar una emoción es poco positivo (el tema será cómo la podemos manifestar).

Frase alternativa que podemos usar:

  • Esto te afecta mucho, ¿verdad? Deplorar es sano, hazlo si lo necesitas. ¿Puedo ayudarte a sentirte mejor o prefieres estar solo?

41 frases para empoderar a los niños, fomentar su autoconfianza y conseguir que no se pongan límites

4. «Ya verás cuando lleguemos a casa»

Frases como: «ya verás cuando lleguemos a casa», «…cuando llegue papá», «…cuando te coja», son una amenaza en toda regla. Son afirmaciones que producen ansiedad en los niños, temor y vergüenza. Por otra parte, van a estar pensando en el castigo mientras lleguen a casa, con toda la ansiedad anticipatoria que esto produce.

La consecuencia de este tipo de frases es que, cuando el peque sea longevo, o admisiblemente tendrá problemas con la autoridad, o admisiblemente intentará complacer a todo el mundo para evitar el «posible castigo».

Frase alternativa que podemos usar:

Directamente, no usemos este tipo de frases. No les amenacemos, seamos claros y abordemos los temas al momento. Si eso no es posible, podemos usar un «en casa, donde estaremos más tranquilos, podremos cuchichear de todo esto» (pero en un tono indiferente, nunca amenazador).

5. «Deja de sostener tonterías»

Esta es otra forma de invalidación emocional. Cuando la decimos, le restamos importancia a lo que siente o piensa nuestro hijo. Así, si un peque audición constantemente esta frase, acaba interiorizando que «es un exagerado», o que «lo que siente no es importante».

Y como consecuencia, puede dejar de creer en él mismo, o de tener sueños y objetivos, escondiéndose así en un segundo plano, queriendo advenir desapercibido. De esta forma, acaba perdiendo la iniciativa para hacer cero, porque ha entendido que no sirve.

6. «No sirves para esto»

¿Quién somos nosotros para decirle a un peque que no sirve para hacer poco? Con este tipo de frases, le estamos limitando enormemente (teniendo un impacto claro en su autoestima). Y claro que habrá cosas que no se le darán tan admisiblemente, pero, ¿de verdad es necesario decírselo así?

No hace yerro. Por otra parte, primero que a través de la habilidad, puede formarse aquello que no sabe hacer (fomentando así su perseverancia), y segundo, que seguro que hay muchas otras cosas que sí se le dan admisiblemente. Y debemos además cuchichear de ellas.

Frase alternativa que podemos usar:

  • Veo que esto te está costando, ¿te ayudo?

7. «¿De verdad que esto lo has hecho tú?»

Es una frase que decimos en presencia de logros que han hecho, y que los niños perciben de la venidero guisa; mi papá/mamá no se cree que yo pueda favor hecho poco así de admisiblemente. Así, pueden interpretar que sus padres no confían en ellos. La consecuencia es una yerro de seguridad en sí mismos.

Frase alternativa que podemos usar:

  • Simplemente reforzarlos; ¡Lo has hecho maravilloso! ¡Qué atún te ha quedado!

8. «Ya te podrías parecer a…»

Otra frase que denota que comparamos a los niños, poco que nones deberíamos hacer. Nuestro hijo no tiene que parecerse a nadie; tiene derecho a ser él mismo (y a sentirse querido por ello). Por otra parte, así como es, es maravilloso. Por eso, evitemos frases de este tipo, sobre todo entre hermanos, ya que solo generará delito en los niños y muerto autoestima.

Frase alternativa que podemos usar:

No hay guisa de reformularla, simplemente evitemos este tipo de expresiones donde comparamos a los niños. Valorémoslos por lo que son por sí solos.

"No me compares, soy único y tengo mi propio ritmo": por qué no debemos comparar a nuestros hijos con otros niños

9. Pensaba que eras más vivo

Otra frase que invalida sus capacidades y que les hace distinguir tremendamente mal. Provoca muerto autoestima y muerto confianza en sí mismos. Con frases así, el peque interpreta que «no es bueno», y que «se dilación más de él», que está decepcionando a sus padres… Es totalmente injusto.

Frase alternativa que podemos usar:

Como en el caso preliminar, directamente debemos evitar este tipo de frases.

Cuidar el verbo para cuidar a los niños

Como padres, cuando acompañamos a los niños en su camino alrededor de su ampliación personal, lo estamos haciendo a través de nuestras acciones, pero sobre todo, de nuestro verbo. Y esto influirá en cómo ellos afrontarán las adversidades de la vida, en cómo se posicionarán en presencia de los demás, en presencia de ellos mismos y en presencia de el mundo.

Por ello es tan importante cuidar el verbo, revisarlo, tomar consciencia del mismo, no dar todo por sentado, no tirar de costumbres… Y sobre todo, pensar en cómo nos hubiera gustado que nos educaran a nosotros, pero sin perder de instinto lo que es mejor para nuestro hijo, o cómo a él le gustaría ser tratado.

Si desde el apego y la flexibilidad o desde la rigidez y la amenaza. Recuerda que una buena comunicación es la semilla que permite que afloren herramientas emocionales que los niños tendrán cuando sean adultos.

Foto | Portada (Freepik)