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¿qué afirmar delante un monstruo campechano?

6 julio, 2023

Hace unos dos abriles tuve la dura experiencia de sufrir una pérdida gestacional, un monstruo campechano. Era mi primer obstáculo, por lo que me encontraba en el inicio del camino de la maternidad, poco completamente nuevo para mí.

Nunca en mi vida pensé que yo fuese a tener un monstruo. Creo que como la mayoría de las mujeres, no estaba preparada para enfrentarme a él.

Ahora soy capaz de mirar a espaldas y analizar lo que viví con mucho más conocimiento y conciencia de lo que sucedió. He aprendido de la experiencia y me gustaría ayudar a otras mujeres a manejar la situación si les llega el momento.

¿Por qué el monstruo supone un impacto emocional válido?

Lo primero de lo que debemos ser conscientes es que el monstruo campechano supone un impacto emocional muy válido para la mujer. Es una pérdida muy importante porque se pierde el obstáculo y con él, la representación simbólica del bebé que se iba a tener y el vínculo con ese futuro bebé que comenzaba a establecerse.

Se pierde la ilusión, el plan de vida y las expectativas de la vida con ese bebé.

Aunque el bebé aún no ha nacido, la matriz ya lo ha imaginado, lo ha deseado y querido, lo estaba esperando y cuidando desde el momento en el que supo que estaba en estado de buena esperanza. Por lo tanto, para ella sí era positivo y en consecuencia, la pérdida es positivo.

Así, la mujer y su pareja tienen que elaborar un duelo para poder digerir la pérdida. Deben permitirse a sí mismos atravesar ese duelo, dándole la importancia que tiene y dejándole el espacio necesario a los sentimientos de dolor asociados a la pérdida.

El monstruo campechano es un tema social muy silenciado

Asimismo deben asimilar que el monstruo es un tema social muy silenciado. Nadie palabra de él, ni quiere escuchar mínimo sobre él. Cuando una mujer aborta, a su rodeando se suele construir un tapia de silencio que le impide expresar su dolor, sus miedos o su angustia.

Es importante agenciárselas un espacio en el que poder compartir experiencias, emociones, referentes. Muchas veces es necesario apelar a grupos de apoyo, pues el entorno inmediato de la pareja no puede ofrecer dicho espacio.

Encima, el monstruo campechano es una cuestión a la que la sociedad resta importancia y valía. Parece que “no es para tanto” o que no se ha perdido mínimo porque el bebé aún no había nacido.

El monstruo campechano y el proceso de duelo

Esta incomprensión social es muy frecuente y dificulta mucho el proceso de duelo. Los padres se plantean si sus sentimientos son exagerados, haciéndose eco del mensaje que su entorno les transmite.

Por eso es importante ser conscientes de que sí hay una pérdida importante, los sentimientos son los propios de un duelo y es la sociedad la que silencia y no empatiza, no la pareja que sufre la que exagera.

El apoyo emocional delante un monstruo campechano

Por otra parte, creo que es muy importante asimilar que es esencial pedir ayuda cuando se ha sufrido un monstruo. El impacto emocional al que nos enfrentamos es lo suficientemente válido como para requerir apoyo emocional.

Muchas veces, como el entorno cercano no sabe cómo ofrecerlo, la ayuda profesional o los grupos de apoyo son muy beneficiosos.

Lo que NO debemos afirmar delante un monstruo campechano

Asimismo debéis asimilar que os vais a enemistar a un sinfín de comentarios desafortunados, sin mala intención, pero que pueden hacer mucho daño.

Yo memoria muchas veces una persona que me dijo “No te preocupes, no tenías mínimo, así que no has perdido mínimo”. Es el refleja más claro de la incomprensión. Claro que había perdido, y mucho.

Encima es importante que preguntéis todas vuestras dudas a vuestro tocólogo. Es importante encontrar a un profesional cercano y accesible que os aporte la información que necesitéis. Esto os permitirá elaborar emocionalmente la experiencia con más seguridad y confianza.

Tómate tu tiempo. Cuando se detecta un monstruo campechano, se indica que hay que hacer un legrado a la maduro brevedad posible. Esto dificulta a los padres tomar conciencia lo que ha sucedido y despedirse de su obstáculo y de su bebé.

Todo sucede demasiado rápido, más rápido de lo que emocionalmente estamos preparados para digerir.

Intentad que se respeten vuestras deposición emocionales. A veces, los profesionales no empatizan con el paciente.

Con todo esto espero favorecer un poco el camino de las personas que tengan que atravesar esta dura experiencia, enviándoles desde aquí todo mi cariño y mi apoyo.