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Siete frases que no debemos decirle a un escuincle con TDAH y cómo podemos reformularlas

13 julio, 2023

Hoy, en el Día Internacional del TDAH, queremos concienciar sobre este trastorno y visibilizarlo, a través de siete frases que no debes decirle a un escuincle con TDAH.

Según expertos como el psicólogo Rafael Liante, frases como «eres un maleducado», o «no te sientas así», suelen escucharlas con frecuencia niños y adolescentes con TDAH.

Y son frases vacías, que en existencia no les ayudan, al contrario, banalizan su problema, invalidan sus emociones y adicionalmente, algunas les juzgan. En existencia, son frases que lo único que hacen es señalar o describir sus síntomas como si todo se redujera a eso.

Aunque estas frases se digan muchas veces por inconsciencia, desinformación, o por los mitos asociados al TDAH, es importante que no dejemos de revisarnos y formarse entre todos para ayudar a estos niños y adolescentes. Exponemos algunas de estas frases y cómo podemos darles la dorso, con alternativas.

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TDAH: qué es

Antaño de entrar en las frases que no debes decirle a un escuincle con TDAH, conozcamos un poco más de este trastorno.

Las siglas del mismo corresponden al «Trastorno por Adeudo de Atención con Hiperactividad», un trastorno que afecta a un 7,2% de la población mundial, según estudios como el de Thomas y colaboradores (2015).

Éste se define como un patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el funcionamiento o el explicación del escuincle o adolescente. Así, se caracteriza por tres t síntomas nucleares:

El TDAH se caracteriza por tres síntomas centrales: inatención, hiperactividad e impulsividad. Todo ello interfiere en el explicación del escuincle o adolescente.

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Siete frases que no debemos decirle a un escuincle con TDAH e ideas para cambiarlas

1. «Eres un maleducado»

Con los niños, es peligroso originarse una frase con un «eres»; es más recomendable describir sus comportamientos o acciones, en división de etiquetarlos. No es lo mismo afirmar; «has tenido un comportamiento poco educado», que afirmar «eres un maleducado».

Por otra parte, hemos de pensar que en el TDAH existen ciertas dificultades que impiden al escuincle autorregularse de forma adecuada; por ello, no es que sean maleducados, es que les cuesta regularse y decidir qué comportamientos son más adecuados en función de la situación.

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2. «No te sientas así»

Otra frase que no debemos afirmar a un escuincle con TDAH es «no te sientas así», sobre todo si no añadimos ninguna dilucidación antaño o luego de la frase. Los niños, igual que los adultos, tienen derecho a sentirse como se sienten.

Esta una frase que decimos cuando los niños, por ejemplo, explican que están tristes, o enfadados, porque los otros niños no les entienden, o porque en clase se agobian y no saben muy por qué. Es afirmar, antaño situaciones derivadas del propio TDAH (porque son muy movidos, porque les cuesta resolver conflictos…).

Y esta frase en existencia lo que está haciendo es invalidar sus emociones, da a entender que estas son «malas». En división de esta frase, podemos usar alternativas (un consejo; en muchos casos, mejor usar preguntas que afirmaciones): «¿cómo te sientes?», «¿qué es lo que te hace reparar así?», etc.

A veces es mejor usar preguntas que afirmaciones, ya que estas últimas pueden ser demasiado deterministas.

3. «No es para tanto»

Otra frase que invalida lo que sienten, y que decimos por ejemplo cuando se alteran, se ponen nerviosos, pierden el control y entran en rabietas… Debemos evitarla, porque ciertamente esa rabieta quizás deriva de su dificultad para tramitar sus propias emociones.

Así, si un escuincle se siente de una determinada modo, por poco es, y tiene todo su derecho. No restemos importancia a lo que sienten; en división de desmentir sus emociones, acompañémoslas.

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4. «¿Quieres detener sereno de una vez?»

Seguramente tu hijo sí quiere detener; el problema es que no puede, o tiene muchas dificultades para hacerlo. Una alternativa a esta frase podría ser: «¿crees que podría irte perfectamente ir a un división más tranquilo?», o «¿hay poco que te vaya perfectamente para estar más tranquilo?».

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5. «Vas a exceder el TDAH»

El TDAH es un trastorno crónico; el tratamiento puede ayudar a mejorar los síntomas, pero en existencia, este nunca desaparece.

Por ello, no es recomendable que usemos este tipo de frases; adicionalmente, no se proxenetismo de «exceder» el TDAH (como si fuera una enfermedad), sino de convivir con él. Y tu hijo debe saberlo, para no reparar adicionalmente una presión añadida.

El TDAH no se «cura», es un trastorno crónico que requiere comparsa y que puede mejorar notablemente con un tratamiento adecuado.

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6. «Deja de estar enfadado»

Si tu hijo con TDAH está irritable, enfadado… Quizás tenga que ver con las dificultades propias del trastorno (o no), pero, en todo caso, si no deja de estarlo seguramente es, o perfectamente porque le cuesta, o perfectamente porque esas emociones cumplen su función.

En división de esta frase podemos optar por preguntarles, «¿qué te ocurre?», «¿por qué te sientes así?».

Todos los niños tienen derecho a estar enfadados; acompañémosles en la gobierno del enfado, pero no invalidemos su emoción.

7. «Pórtate perfectamente»

Ya hablamos en un artículo de las connotaciones que tiene la frase «pórtate perfectamente», y por qué no es recomendable utilizarla (independientemente de que el escuincle tenga TDAH). ¿Qué significa portarse perfectamente? Hemos de ser más específicos con los niños, e indicarles qué comportamientos esperamos de ellos y por qué.

Por otra parte, según Rafael Liante todos los niños quieren comportarse perfectamente, y quieren que sus padres y profesores se sientan orgullosos de ellos. El problema es que no siempre pueden alcanzar dichas metas (y más si tienen dificultades añadidas, como en el caso del TDAH).

De esta forma, decirle a un escuincle que se porte perfectamente cuando no puede, no sabe o no tiene herramientas para lograrlo, puede ser efectivamente frustrante para él. En división de ello opta por ofrecerle calma, tiempo y ayuda en los momentos de agobio, tensión o frustración.

Fotos | Portada (Freepik)