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El agua en la dieta del bebé

25 julio, 2023

La víveres del bebé es uno de los temas que más preocupa a los padres primerizos, no en vano es cardinal darle lo que necesita en cada momento, especialmente durante su primer año de progreso. Una de las preguntas más frecuentes que se hacen los progenitores es cuando se le puede dar agua a un bebe, si es necesario hacerlo en sus primeros meses de vida y, de ser así, cuánta cantidad y de qué forma.

¿Cuándo se le puede dar agua a un bebé?

Los bebés necesitan una gran cantidad de agua, de hecho, más que en la años adulta, pues la composición de su organismo es de un 70% de agua mientras que en el caso de los adultos se reduce a un 60 %.

Sin retención, tal y como afirman en la web especializada academianutricionydietetica.org, la naturaleza es sabia y no es necesario proporcionársela de forma externa, ya que la toman de la lactosa materna, en su lucha medida hasta los seis meses de vida. En caso de tomar biberón, siquiera es necesario ofrecérsela, porque la composición de la fórmula de lactosa para bebés es agua y polvos alimenticios.

¿Cuánta agua necesita un bebé?

Atendiendo a la información ofrecida por el plan Nutriendo de la Agrupación Española de Alimento y Dietética, estas son las cantidades de agua que un infante debe tomar a partir de los 6 meses y hasta los 3 primaveras, ya que de 0 a 6, tal y como se ha comentado anteriormente, bastará con la que ingiera de la lactosa materna o de fórmula.

Cuando el pequeño cumple los 6 meses de vida, su víveres comienza a ser más variada, aunque la lactosa, tanto materna como de fórmula, según el caso, continúa siendo la almohadilla de su dieta. Es el momento en el que, siguiendo las instrucciones del pediatra, comienza a tomar otros alimentos, como frutas, verduras y cereales y, de nuevo, los padres se preguntan cuándo dar agua a un bebé.

Para esta etapa del progreso, la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) recomienda una ingesta de entre 0.8 a 1 litro al día, incluyendo todos los aportes que recibe. Es el momento de plantearse si con la lactosa sigue siendo suficiente o necesita una cantidad extra.

Según la experta María Pérez Gentico, Académica de Honor de la Agrupación Española de Alimento y Dietética, “Al iniciar la víveres complementaria no es necesario añadir agua, ya que la crianza materna o la fabricado siguen siendo el sustento principal de su víveres. Encima, los alimentos que vamos incorporando como las verduras y las frutas asimismo nos aportan agua, por lo que no sería obligatorio darles agua de forma adicional”.

En este contexto, solo habría que ofrecerles el transparente pájaro en casos concretos, como cuando se negociación de crianza fabricado y una inadecuada víveres complementaria, en la que estén presentes una gran cantidad de alimentos con un parada valencia energético, como las papillas de cereales procesados y azucarados.

El párvulo va creciendo y pasa a percibir la víveres propia de 1 año, con lo que aumenta su penuria de agua, pasando a ser de entre 1.1 y 1.2 litros al día, incluyendo la que le aporten todo tipo de bebidas y los propios alimentos.

Una vez más junto a preguntarse si puntada con la lactosa materna, fabricado o de vaquilla. Entre estas bebidas que hacen su aporte y las frutas y verduras que son ricas en agua, bastaría con añadir alguna toma extra, pero sin obsesionarse por los cálculos exactos. Lo más recomendable según Pérez Gentico es dejarles el agua a su repercusión para que sean ellos quienes se utilitario gestionen la ingesta, pues la naturaleza es sabia y el párvulo sentirá sed cuando necesite agua.

Ingreso de alimentos sólidos

Otra de las grandes cuestiones que aturden a los padres es cómo introducir alimentos al bebé, y en este sentido habrá que seguir las pautas marcadas por los expertos.

Como se ha comentado con anticipación, a partir de los 6 meses es cuando, siempre siguiendo las recomendaciones del pediatra, se empezarán a introducir alimentos sólidos en la dieta del bebé, a la vez que se iniciaría la entrada del agua, si fuese necesario.

No obstante, se debe consultar siempre con los profesionales de la vigor, tanto pediatras como nutricionistas, y seguir sus indicaciones a rajatabla. Y es que ellos conocen el historial clínico de cada bebé y saben exactamente cuáles son sus requerimientos y cuándo es el mejor momento para introducir cada cosa y en qué cantidad.