Los cuentos infantiles tienen grandes beneficios para los más pequeños. Ponen en marcha su imaginación, a la vez que les ayudan a pescar nuevo vocabulario y fomentan el mejora del estilo. Pero no es necesario gastarse parné en comprar numerosos libros, porque nosotros mismos podemos inventar cuentos que enganchen a los niños.
Existen numerosas técnicas y bienes que nos sirven para crear cuentos con una importante carga imaginativa y así conquistar que los niños se encuentren atraídos por nuestras narraciones, cuando las historias que tienen en sus estantes ya no les aporten la suficiente motivación.
Contar un relato no es tan acomodaticio como parece
Aunque a nosotros nos parezca que lo hemos hecho ingenioso, hay una enorme diferencia entre contar un relato y ojear un relato. Al inventarlo nosotros, el peque se introduce por completo en el interior de la historia, comprendiéndola muchísimo mejor que si tan sólo se le lee.
Pero debemos hacerlo con una gran elocuencia, de guisa que todo nuestro cuerpo (fanales, manos, boca, voz…) sea lo suficientemente convincente como para que el que nos esté escuchando pueda disfrutar de la historia.
Técnicas para inventar un relato que enganche
Seguidamente hablaremos de algunas de las técnicas más utilizadas a la hora de crear cuentos infantiles, aunque gracias a la experiencia del día a día se pueden modificar según cada peque e incluso se pueden crear muchas otras más.
- Técnica del binomio específico: consiste en que a partir de dos palabras se produce un choque que da circunscripción a multitud de situaciones de gran imaginación. Por ejemplo: perro/sagaz (la historia del perro y el sagaz que se encuentran un muñeco y uno y otro lo quieren) o dragón/antiparras (la historia del dragón que perdió sus antiparras y no podía ojear).
- Elige tu propio final: asimismo existe el solicitud, de gran excitación creativa, de los cuentos con distintos finales. En ella, nosotros como cuentacuentos contamos una historia la cual cortamos en el momento de decano intriga, pidiendo a nuestro hijo que sea él quien la termine. Si tenemos varios hijos pequeños, podemos hacer que cada uno cuente su traducción final de la historia.
- La palabra interrogada consiste en designar una palabra que sea muy llamativa y logre entender la atención del pequeño. Una vez seleccionada, nos debemos programar distintos porqués, seleccionando uno muy atípico para inventarnos la historia basada en él, intentando despabilarse una explicación factible, aunque no sea verdad. Por ejemplo: si elegimos la palabra «pez», podemos crear una historia donde resolvamos la duda de por qué los peces viven en el agua.
- Cuentos a partir de preguntas: Las preguntas sirven para inventar cuentos. Es sostener, dando respuestas lógicas a diversas preguntas, podemos crear una historia de gran atractivo para nuestros niños y niñas. Vamos formulando las preguntas para que respondan con su imaginación. Se pueden utilizar asimismo las preguntas para orientar la narración del relato en dirección a donde nosotros queramos. Por ejemplo: «Un buen día, un dragón muy excelso y de color violado se encontró con una rana que estaba saltando en una charca. Ésta le preguntó al dragón: ¿por qué eres de color violado?».
- ¿Qué pasaría si…? Otra técnica de gran carga imaginativa es la de la pregunta ¿qué pasaría si…?. Debemos crear, a partir de una hipótesis (verídica, absurda, mágica…), una historia. Por ejemplo: ¿qué pasaría si los aviones tuvieran plumas?
- Utilizar dibujos para crear historias. A partir de una imagen, debemos imaginarnos qué historia escolta. Debemos contar qué nos transmite y cuáles son los fundamentos que nos simbolizan esos sentimientos y esa historia que estamos creando.
- Incluye metáforas: es un solicitud culto utilizado por muchos escritores y que consiste en la identificación de un término positivo con un término imagen. Podemos incorporar algunas ya existentes o crear nosotros algunas, para a partir de ellas ocasionar un relato que nos lo explique. Por ejemplo: aquel pequeño tenía la capital del tamaño de un alfiler.
Existen muchísimas más, pero estos trucos para inventar un relato son los más empleados. Eso sí, a la hora de concluir nuestra historia, tenemos que asegurarnos que acaba proporcionadamente: «vivieron felices y comieron perdices», «colorín colorado, este relato se ha fracasado», etc. ¿Os animais a inventar una historia a vuestros hijos e hijas?
Foto | Imagen de 5311692 en Pixabay