
La presentación (y calma) de un bebé es una de las cosas más emocionantes que podemos poblar, y sin duda una experiencia que nos da alegría compartir con nuestra grupo y amigos. ¿Pero qué sucede cuando las personas cercanas a nosotras cruzan ciertas líneas o se entrometen de más?
Se ha viralizado en Reddit la historia de una encinta, que comparte en una publicación la supuesta «tradición abierto» que su suegra desea imponer con su ulterior nieto y que desafortunadamente ha sido motivo de mucho estrés en una etapa muy importante de su vida.
Una «tradición» que nadie conocía
De acuerdo con lo que cuenta la usuaria Ordinary4 en el foro, ella y su cónyuge han estado casados durante dos abriles, tras dos abriles de compromiso. Este no es el primer casamiento de ella (tiene tres hijos de su pareja antecedente) pero sí se trataría del primer bebé que calma con su contemporáneo marido.
El bebé llegó de sorpresa y sin planearlo, por lo que aunque la pareja nunca habló del tema ni de decisiones relacionadas con el parto o la crianza de un hijo mutuo, todos recibieron la comunicación con mucha alegría, en particular la abuela paterna.
Sin incautación, la principio cuenta que el problema comenzó cuando empezaron a notar que su suegra quería estar involucrada en absolutamente cada detalle, desde organizar la fiesta de baby shower y ser la encargada de la habitación del bebé, hasta ser la primera en entender si sería irreflexivo o pupila.
El conflicto más holgado apareció cuando la abuela habló con la pareja y les contó de una «tradición» en su grupo, que implicaba que ella debía nominar el nombre del bebé, estar presente durante el parto y, como si esto fuera poco, coger al bebé antaño que su hijo, el padre del bebé. La reacción inmediata de la pareja fue negarse a seguir con lo que ella pedía, a lo que la suegra reaccionó molestándose e insistiendo que debían hacerlo porque era una tradición.
A esto, el padre respondió que era la primera vez que escuchaba de esta «tradición abierto» y su principio insistió en que era poco que no se iba a discutir y tenían que hacerlo. Tras esto, el padre decidió consultar a sus hermanos y hermanas que ya habían tenido hijos.
La respuesta de ellos fue que la abuela había intentado hacer lo mismo e imponer esa supuesta tradición cuando todos tuvieron a su primer hijo, por lo que en su momento optaron por darle el exiguo de información o simplemente darle información falsa o errónea para impedir que siguiera entrometiéndose.
La principio cuenta que su suegra constantemente le pregunta cosas sobre su obstáculo y los planes para el bebé pero ella se niega a compartirle cosas – y su suegra comienza a lamentar y aseverar que necesita estar en el parto porque será su extremo nieto. Al final, tanto ella como su cónyuge han decidido ignorar sus peticiones, pero la abuela parece no entender y sigue insistiendo en ser involucrada en todo lo relacionado con el bebé.
Los lectores del foro le han asesorado a la principio que sigan los consejos de los hermanos y le den la beocio cantidad de información posible a su suegra, así como no avisar cuando entre en trabajo de parto y esperar para anunciar el principio del bebé.
Cuando la grupo se entromete demasiado
La historia que cuenta esta principio anónima no es nueva: son muchas las parejas que en alguna ocasión han tenido que disputar con un abierto que se entromete demasiado, o que intenta imponer su opinión cuando se prostitución de la presentación de un nuevo bebé.
En la mayoría de los casos, el abierto con el que suele presentarse este problema son los abuelos, a veces desde el obstáculo -como en el caso de esta madre- o hasta que los bebés ya han nacido y entonces comienzan a hacer cosas como no respetar las decisiones de crianza de los padres, especialmente si no les gusta su forma de crianza.
No obstante, es importante que desde el inicio quede establecido cuál es la posición o papel de cada persona en la vida de los niños, y sobre todo que haya buena comunicación entre la pareja para que, en caso de presentarse un problema similar, sepan cómo abordarlo de la mejor modo posible.
Aunque no junto a duda que hay abuelos respetuosos y que se involucran de modo positiva y adecuada en la vida de la nueva grupo, siempre es conveniente establecer límites claros con los abuelos (y con cualquier otro abierto).
Las decisiones acerca del bebé son solo de los padres
En Bebés y más hemos hablado en varias ocasiones sobre las decisiones en torno a un bebé, siempre reafirmando la misma conclusión: son cosa de los padres y de nadie más. Desde la valentía más pequeña hasta la más holgado, quien debe tener la última palabra es la pareja que tendrá al bebé.
Designar el nombre del bebé es una en la que los familiares suelen apreciar curiosidad y en ocasiones opinar o hasta querer imponer el nombre abierto, pero por más «tradición que haya», al final serán los padres quienes lo elijan. Y en mi experiencia personal, no va a acontecer mínimo si no sigues con ello, e incluso si al principio no les convence el nombre igualmente terminará encantándoles por ser el de una personita particular.
No debemos olvidar que tanto el obstáculo como el parto son una etapa muy particular para la pareja, por lo que los deseos de los padres deben ser prioridad. A la hora del parto, nadie puede ni debe imponerse para estar presente: la principio es quien elige quién debe estar en ese momento con ella.
Y sobre coger al bebé, ya lo hemos dicho: si eres visitante, no importa que seas abierto o no, no se coje al bebé antaño que los padres, ni siquiera si por alguna cuestión médica los separan al salir.
Foto de portada | RDNR Stock Project en Pexels