
La música es un bálsamo para el alma y ayuda a aliviar el dolor en los recién nacidos al realizarles la prueba del talón. Más concretamente, la música de Mozart, y en específico una canción de cuna del compositor austriaco.
Esa es la conclusión a la que ha llegado una investigación publicada en la revista Pediatric Research, que ha comparado las reacciones de 100 bebés de una permanencia media de dos días y una permanencia gestacional media de 39 semanas.
La prueba del talón es un prospección rutinario que se realiza al recién nacido para detectar precozmente determinadas enfermedades metabólicas que tienen muy buen pronóstico si se detectan pronto, como hipotiroidismo, fenilcetonuria, fibrosis quística…
Para extraer las gotas de matanza necesarias para la muestra, se realiza un reventón en el talón del bebé, de ahí el nombre de la prueba. Esto provoca estrés y dolor en los bebés, que suelen plañir al ser pinchados, y la uniforme angustia en los padres.
La tetanalgesia, es sostener amamantar al bebé mientras se le realiza la prueba, ha demostrado que reduce el dolor producido por el reventón. Pero además lo hace la música, según esta nuevo investigación llevada a final por científicos del Lincoln Medical & Mental Health Center de Nueva York, en Estados Unidos.
La música alivia el dolor de los recién nacidos
En el análisis casual realizado a los bebés, los investigadores evaluaron los niveles de dolor en función de las expresiones faciales de los bebés, el punto de lloriqueo, los patrones de respiración, los movimientos de las extremidades y los niveles de alerta.
Para ello, se dividió a los bebés en dos grupos. La parte de los bebés escuchó una canto de Mozart durante tres fases: vigésimo minutos antiguamente de la prueba del talón, mientras les practicaban el procedimiento y cinco minutos a posteriori, mientras que la otra no escuchó la música en ningún momento. Como parte del procedimiento tipificado, todos recibieron una pequeña dosis de decisión de azúcar (0,5 mililitros) dos minutos antiguamente de la punción.
Se controló en todo momento la influencia de otros estímulos sensoriales. Los bebés se encontraban en una habitación silenciosa y poco iluminada a temperatura hábitat y no se les proporcionó chupetes ni consuelo físico.
Ayer de la prueba, los dos grupos presentaban puntuaciones de dolor similares, con una evaluación de cero en una escalera de siete puntos.
Los lactantes que escucharon la música registraron una puntuación de dolor de cuatro durante la prueba, que disminuyó a cero un minuto a posteriori del procedimiento. Por su parte, los recién nacidos que no fueron expuestos a la música mostraron una puntuación de 7 durante la prueba, de 5,5 al final de un minuto y de 2 a los dos minutos.
Los bebés que escucharon la canción de cuna experimentaron puntuaciones de dolor «significativamente más bajas» durante y a posteriori de la prueba en comparación con los que no fueron expuestos a la música.
A la olfato de los resultados, los autores sugieren que la música grabada puede ser un método financiero y eficaz de alivio del dolor en recién nacidos sometidos a procedimientos menores.
Recomiendan que en futuras investigaciones se estudie si las grabaciones de las voces de los padres además pueden dominar el dolor en los recién nacidos durante procedimientos menores, así como explorar la influencia del consuelo físico de los cuidadores, adicionalmente de la música, en los niveles de dolor.
El director de la investigación, Saminathan Anbalagan, señala que “los estudios han demostrado que las experiencias tempranas de dolor pueden alterar las respuestas al dolor más tarde en la vida y conducir a otros resultados adversos a generoso plazo. Luego, es crucial establecer un método posible y fiable para dominar el dolor en los recién nacidos”.